Una llamativa campaña contra el consumo de drogas lleva adelante el Gobierno de California, en Estados Unidos, que les pagará a los adictos que decidan dejar de consumir.
El gobernador Gavin Newsom le solicitó al Gobierno federal autorización para usar parte del dinero de los impuestos para sostener el programa y dar batalla al problema de las adicciones a través de Medicaid, el programa conjunto de seguro estatal de salud federal para pobres y discapacitados que cubre a casi 14 millones de personas en California.
Según reportaron medios norteamericanos, California es el primer estado en adoptar esta política y se debe a que las muertes por sobredosis aumentaron considerablemente.
Mientras tanto, una propuesta similar en la Legislatura, controlada por los demócratas de California, ya pasó por el Senado sin oposición y está pendiente en la Asamblea, donde tiene un coautor republicano.
"Creo que hay muchas cosas en esta estrategia que agradan a todos", dijo el senador estatal Scott Wiener, demócrata de San Francisco autor del proyecto de ley, quien resaltó que "lo más importante de todo es que funciona".
El costo dependerá de cuántas personas participen del programa, pero se estima que una cobertura de 1.000 personas podría costar hasta U$S 286.000, muy poco en el presupuesto operativo total de California, que es mayor a U$S 262.000 millones.
California, como la mayor parte del país, lucha contra el abuso de opioides, incluidos medicamentos como analgésicos recetados y heroína; pero las muertes por sobredosis de estimulantes en ese estado casi se cuadriplicaron entre 2010 y 2019.
Los datos preliminares de los primeros nueve meses de 2020, cuando gran parte del estado fue bloqueado debido al coronavirus, muestran que las muertes por sobredosis de estimulantes aumentaron un 42% en comparación con 2019.