Mitos electorales antes de las PASO: ¿existe el tan temido “voto en cadena”?

Los relatos sobre está práctica de fraude en comicios son antiguos.

EL “ANTES”. Las urnas ya están listas en el Juzgado Nacional Electoral.  EL “ANTES”. Las urnas ya están listas en el Juzgado Nacional Electoral. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO
10 Septiembre 2021

Los relatos sobre distintas modalidades de fraude en los comicios son tan antiguos como la democracia misma. Y, si de trampas se trata, quizás el denominado “voto en cadena” sea la más icónica de las maniobras dentro de la mitología electoral. Pero, ¿es posible coordinar esta supuesta operatoria? ¿O se trata de una mera hipótesis “conspiranoica”?

Vale una advertencia: para resguardar el derecho a sufragar de forma libre, el Código Electoral Nacional establece que recibirá una pena de uno a tres años de prisión quien “compeliere a un elector a votar de manera determinada” (artículo 139, inciso b). Por supuesto, coordinar o ejecutar la logística que implicaría el “voto en cadena” va directamente en contra de esta normativa.

¿En qué consiste esta maniobra? El primer paso es el más complicado, ya que, para poner en marcha la rueda, hace falta conseguir un sobre vacío idéntico al que se utilice para los comicios. Además, el papel deberá estar firmado por la autoridad de mesa y, eventualmente, por el o los fiscales partidarios que lo acompañen. Lo que viene a continuación tampoco es demasiado sencillo. En principio, el autor de este delito debe forzar o convencer a una serie de ciudadanos asignados a una misma mesa para que formen parte del “circuito”. Luego, quien propicia la “cadena” tiene que entregarle a un primer elector aquel sobre -ese que había sido obtenido de manera irregular-, pero ya con la boleta de una determinada lista en su interior, a los fines de que concurra al cuarto oscuro. Se supone que esta persona, luego de sufragar con la papeleta que le habían provisto, debe además retener el sobre que reciba de manos del presidente de mesa, y cedérsela a su vez al “cerebro” de la maniobra. De esta forma, se podrá activar un segundo elector para que integre la “cadena”, y luego un tercero, y así sucesivamente.

Un experimentado funcionario de la Justicia Federal con competencia electoral de Tucumán apuntó que, si bien es factible, esta operatoria requiere de una multiplicidad de factores, lo que la torna poco probable.

Pero, a sabiendas de que “hecha la ley, hecha la trampa”, se recomienda a los presidentes de mesa tomar una serie de recaudos para evitar el “voto en cadena”.

Lo más importante es evitar la sustracción de uno o más sobres rubricados. Por eso, las autoridades de mesa no deben firmar varios sobres en un solo acto, sino de a uno por vez. De esa forma, se reducen las posibilidades de que se produzca un robo o extravío, apuntó la fuente consultada por LA GACETA.

También es clave el control. Es decir: antes de que el elector introduzca el sobre en la urna, el presidente de mesa -y los fiscales que hubieren puesto su firma- pueden cotejar que el papel contenga efectivamente su rúbrica, a fin de evitar posibles falsificaciones.

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