¿Qué hacías el 11-S? Los foristas recuerdan
LA GACETA invitó a la audiencia a compartir sus memorias personales de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Los foristas describieron sus recuerdos al pie de la convocatoria publicada en la edición digital. A continuación se reproducen algunos comentarios.
“Me enteré al mediodía cuando dejé de estudiar, me senté a almorzar y encendí la televisión. Había sintonizado TN y leía el graph ‘América under attack’. Por un momento pensé que me había equivocado y miraba un canal de películas”. Gustavo Díaz
“Estaba en plena clase de (Derecho) Civil y la doctora que estaba dándola hizo una pausa después de mirar su celular y comentó pasmada: ‘¡¡¡unos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas!!!’”. Marcela Hinojosa
“Ese día estaba en Galicia, España, por un Congreso. Recuerdo haber entrado al salón del hospedaje universitario y allí estaban mis colegas estadounidenses horrorizados. Yo no podía creer lo que veía. Fue terrible”. Elizabeth Sigstad
“Estaba sacando fotocopias en un local cerca de la central de Universidad Nacional de Tucumán. No veía las horas de volver a casa a terminar de entender qué había pasado”. Al Doro
“Estábamos en Bonn (Alemania). Al volver al hotel vimos las imágenes en la televisión y en un primer momento creíamos que era una película, hasta que conseguimos un canal en español. A la noche, en una plaza frente a la Catedral, en absoluto silencio, la gente dejaba una vela; rezaba un momento y se alejaba. Era sobrecogedor ver la plaza cubierta de velas”. Eugenio Lobo
“Estaba tomando café en la Galería del Ángel con mi marido y mi nieta de dos años. El televisor del bar estaba encendido, y con horror y sin entender qué estaba pasando vimos cuando los aviones se estrellaban en las Torres. Ese día no pudimos almorzar. Era tanto el espanto que no podía sacar de mi mente esas imágenes. ¡¡¡Cuánta maldad!!!”. Clara Lía Valdez Toledo
“Algunos éramos niños y teníamos miedo de recibir un sobre con ántrax”. Javier Alonso
“Ese día era asueto por el Día del Maestro y yo estaba participando en un acto eleccionario de renovación de autoridades de la Facultad Regional Tucumán. Por primera vez era candidato a consejero superior por el claustro docente. El desarrollo de las noticias lo seguí por Radio (con walkman o discman). Creo que era Radio 10. Era increíble lo que informaban”. Fernando Sergio García
“Estaba cocinando para después ir a trabajar. Como tenía una bebé de menos de dos meses, el televisor de la cocina estaba sin sonido, y, cuando veía sin oír los vídeos que se repetían una y otra vez donde el segundo avión iba directo y chocaba con la segunda Torre, pensé que se trataba de un nuevo videojuego. En esos momentos me parecía un videojuego. Después vino el terror”. Luisa del Tránsito Muse
Fuego, humo y sirenas: Ignacio Nicolás Gargiulo estaba en la escuela, a cinco minutos del Pentágono
Yo estaba en la secundaria. Último año, Norte de Virginia, a cinco minutos del Pentágono. El director entra y susurra algo en el oído del profesor. Se va. Unos minutos después entra y le dice algo de nuevo. Ambos se van. Después entran y nos cuentan (lo que estaba sucediendo).
La mitad de nuestra clase tenía padres que trabajaban en Washington DC, como yo. Después el avión chocó el Pentágono y entramos en pánico.
La madre de uno de los chicos trabajaba ahí. Mi padre lo hacía a tres cuadras de la Casa Blanca, en el Banco Interamericano de Desarrollo. Evacuamos la escuela: me subí al auto y fui hacia la capital. Cuando estaba llegando al Pentágono vi fuego, humo y sirenas.
Teníamos planes de ir a la facultad y hacer alguna carrera... Pero el dolor y la furia llevó a que muchos ingresen en el Ejército. Algunos fueron a la guerra.
Algunos no volvieron. A otros les faltan las piernas. Los demás no pueden dormir de noche. Yo no quería ir a la guerra, pero sí sentí un sentido de obligación y me metí en la Guardia Costera. Hice rescate en aguas frías durante cuatro años en Nueva York. Pude ver cómo tardaron años en limpiar la pila de escombros de las Torres Gemelas. Las Torres 120 pisos; los escombros, 20. Nadie gana en la guerra. Nadie ganó ese dia.
Las dudas que quedan: el rol de arabia saudita
Del total de 19 terroristas que participaron en el secuestro de los cuatro aviones utilizados para los ataques terroristas, 15 provenían de Arabia Saudita, y el resto de Egipto, Líbano y Emiratos Árabes Unidos. Osama Bin Laden, líder del grupo terrorista al Qaeda, era también ciudadano saudita y miembro de una influyente familia de negocios en el país. Estos hechos llevaron a que desde el primer día se abrieran interrogantes sobre un presunto rol de miembros de la familia real o del gobierno de Arabia Saudita en el 11S, y todavía no hay una respuesta clara. El gobierno de Arabia Saudita ha negado cualquier participación en los ataques, y considera que eso es infundado; hasta el momento no hay acusaciones formales contra ningún miembro del gobierno o de la familia real.
Inteligencia: inacción ante las advertencias
Antes de los ataques, las agencias de inteligencia de Estados Unidos habían advertido sobre un posible atentado de parte de al Qaeda, pero las autoridades no actuaron en consecuencia. Al Qaeda ya había atacado dos embajadas de Estados Unidos en Tanzania y Kenia en 1998, dejando un saldo de 224 muertos.
Ese año, varias agencias habían advertido sobre los planes de Bin Laden para coordinar un ataque en Estados Unidos.
En septiembre de 1999, un año antes de los ataques, un reporte sobre terrorismo advirtió que al Qaeda “podría hacer estrellar un avión cargado de explosivos contra el Pentágono, la sede de la CIA o la Casa Blanca”.
En julio de 2001 el FBI alertó sobre personas de Medio Oriente, conectadas a al Qaeda que estaban recibiendo clases sobre cómo volar un avión.
Desclasificados: los mensajes no traducidos
Un día antes de los ataques, el 10 de septiembre, agencias de inteligencia de Estados Unidos interceptaron mensajes en árabe enviados desde Arabia Saudita a Afganistán, país donde se había refugiado Bin Laden, que hablaban de un presunto ataque. Fueron traducidos el 12 de septiembre, un día después del 11S. Según CNN, las intercepciones eran de suficiente interés como para ser estudiadas en un plazo en 48 horas. Funcionarios dijeron que los mensajes carecían de especificidad que permitiera actuar, y que las agencias de inteligencia recolectan enormes cantidades de información a diario y que es imposible traducirla y procesarla tan rápidamente. En 2015 la CIA desclasificó un informe interno que destaca problemas sistemáticos en el manejo de información de la agencia en el período, aunque reitera que ningún empleado violó leyes y que hubo errores, no mala praxis.