La cruz no debe usarse como símbolo político, dijo el Papa Francisco, durante su visita a la ciudad de Presov, en el este de Eslovaquia, en un mensaje que busca establecer la separación entre religión y propaganda política.
Durante su visita, presidió un largo servicio conocido como Divina Liturgia, un rito bizantino utilizado por las Iglesias orientales católicas y ortodoxas. El pontífice entretejió su homilía en torno al asunto de la identidad cristiana, diciendo que los cristianos a menudo usan cruces y crucifijos de manera superficial.
“No reduzcamos la cruz a un objeto de devoción, mucho menos a un símbolo político, a un signo de condición religiosa y social”, dijo, ante 30.000 fieles.
La formación de extrema derecha Partido Popular Nuestra Eslovaquia, o kotlebistas, dice que se basa en tres pilares: cristiano, nacional y social, y ha prometido evitar la inmigración de refugiados, en su mayoría musulmanes.
“La cruz no es una bandera para ondear, sino la fuente pura de una nueva forma de vida”, dijo Francisco, agregando que un verdadero creyente “no ve a nadie como un enemigo, sino a todos como un hermano o hermana”. (Reuters)