Por Mariana Apud
05 Octubre 2021
DE CALLE AL ESTADIO Y DESPUÉS, AL CIELO. Los integrantes de la Comisión de Socios llevaron los globos mientras algunos simpatizantes preguntaban el motivo. LA GACETA / DIEGO ARÁOZ
Los hinchas volvieron a La Ciudadela. Miles presencialmente y un puñado de manera simbólica. Los que llegaron en carne y hueso exhibieron la entrada de papel de siempre para entrar a una cancha, más los nuevos requerimientos.
En épocas prepandemia, en las inmediaciones de los estadios, era prudente ocultar lo más posible el celular. Ahora, es mucho mejor tenerlo a mano, hasta más sano para la humanidad, se podría decir. Sucede que en los accesos quienes hacen los controles intentan moverse con la velocidad de los mecánicos de la F-1 cuando hay parada en boxes.
Es bien sabido que mientras menos amontonamiento, menos posibilidades hay de que el virus se propague. El hincha puede llevar una de las nuevas documentaciones para entrar a la cancha, en el teléfono, así que el aparato debe dejar el ostracismo de los bolsillos y riñoneras y enarbolarse, casi como una bandera.
“A la gente la noté distendida con la pandemia. Ahora, recién para entrar la mayoría se puso el barbijo”, hizo notar Javier Barbosa cuando faltaba media hora para el comienzo del partido.
El joven de 31 años gozó del triunfo “Santo” ante Gimnasia de Mendoza con su papá de 64, integrante de la población de alto riesgo en la pandemia. “No me da miedo volver porque tengo todos los controles en mano. Al ‘Santo’ lo sigo desde los 10 años. Así que volver es una tremenda alegría. Nunca pensé que un virus me iba a alejar tanto tiempo del equipo”, reconoció Juan Carlos.
Para contrarrestar el mismo sentimiento de los Barbosa, los Burgos le hicieron una gambeta a la pandemia. Al menos como para mitigar la sensación. “Cada vez que jugaban de local, dábamos vueltas por la zona del estadio en el auto. Los chicos estaban desesperados por entrar, pero entendían porqué no se podía”, contó José Burgos. El papá de Francisco y Lucas, de tres y dos años, caminaba rápidamente por el pasaje Frías Silva para ingresar por calle Bolívar, ya cuando el partido se jugaba y se escuchaban los sonidos que hacía 575 días no se oían.
“Parece que está lleno. Como antes de la pandemia”, se escuchó por ahí durante la entrevista y el comentario hizo darse vuelta a José, que lanzó una sonrisa pícara. El ruido delataba lo que pasaba adentro: La Ciudadela no estaba llena, pero casi y en tiempos de pandemia no es lo mejor para nadie.
Antes, ya habían pasado los que ingresaron de una manera simbólica. “Hicimos la convocatoria por las redes sociales para aquellos hinchas que tenían algún conocido, amigo o familiar fallecido por la covid-19”, contó Silvana Morgado, una de las integrantes de la Comisión de Socios. Entre varios colaboradores, portaron los 53 globos que ingresaron por el acceso principal de calle Bolívar y que fueron soltados al cielo en el entretiempo para homenajear a simpatizantes fallecidos durante la pandemia. El triunfo de San Martín se festejó en la tierra y en el cielo también.
Moisello dijo que se vendieron menos entradas de las que se aprobaron
“Tenemos un sistema muy aceitado. Entre la venta de entradas y las protocolares se vendieron 11.000, menos de lo que teníamos aprobado”, explicó Rubén Moisello. Las palabras del presidente de San Martín no desviarán la atención de las autoridades nacionales. Las imágenes de las tribunas de La Ciudadela, como muchas otras en todo el país, no indicaron que el aforo de 50% establecido se haya cumplido. Tal es la sensación que anoche, a poco más de una hora de finalizado el partido ante los mendocinos, hubo una reunión virtual clave para el futuro de la flexibilización que se puso en práctica. El presidente de la AFA, Claudio Tapia, tuvo un encuentro con la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, entre otras autoridades. “Sabemos que debemos mejorar para no volver a cometer errores. Trabajaremos con absoluta firmeza para cuidar esta oportunidad que nos han dado”, expresó Tapia. “O controlan el aforo, o jugarán sin público”, señalaron fuentes en Casa Rosada.
De Santiago del Estero a La Ciudadela para toda la vida
El amigo que tenía en Santiago del Estero intentó, pero no tuvo éxito. “Era de Atlético, pero a mí siempre me gustaba más San Martín por el rojo y blanco”, recordó Mirta Albornoz. Hace 44 años llegó desde Santiago del Estero para trabajar. Justo, en la casa donde comenzó a hacer sus tareas, todos eran del “Santo”, ese mismo que portaba los colores que a ella le gustan tanto. “Con los padres de ellos, ya veníamos a ver los partidos de la Liga”, señalaba mientras esperaba ingresar a La Ciudadela por calle Pellegrini. Si los colores ya la convencían para sumarse a la hinchada, ni hablar cuando vivió presencialmente todo. “Después empecé a venir con invitaciones que me daban. Hasta que dije: ‘no, me hago socia’”, explicó sobre el pensamiento que tuvo hace 33 años, lapso suficiente para ser socia vitalicia del club.
“Eso fue garantía porque me vi todos los partidos y los cuatro ascensos. Y la directiva me hizo un reconocimiento con diploma y camiseta”, contó la santiagueña.
Tan compenetrado que se acordó del virus cuando le preguntaron
“Cuando en la vida posponés todo para ver a San Martín, después de dos años sin venir a la cancha, todo es rarísimo”, reconoció Gustavo Navarro Muruaga. El hincha “ciruja” estaba casi incrédulo de volver a estar repartiendo las entradas a sus hijos y sobrinos.
Navarro Muruaga está compenetrado al cien por ciento con la situación de sentirse de nuevo un hincha completo. No es hasta que se le consulta si tiene algún temor por la posible concentración excesiva de gente que sus sentidos se ponen alerta y rememoran lo que pasa en el mundo. “En este momento, que me preguntás, me estás haciendo acordar del virus”, reveló. Y eso que el papá de tres hijos respondió todas las preguntas de LG Deportiva con barbijo puesto, mientras su hermano gemelo seguía supervisando que todo el grupo tuviera la documentación exigida. “Volver no tiene comparación con nada”, concluyó Navarro Muruaga.
Rincón “Santo”
Almirante empató pero sigue puntero
En el último partido del lunes, por la fecha 28 de la zona A de la Primera Nacional, Almirante Brown igualó 1 a 1 ante Estudiantes de Río Cuarto. Lautaro Formica adelantó a los cordobeses mientras que Diego García empató, de penal. Los de Isidro Casanova siguen punteros, aunque ahora la diferencia con los escoltas, Tigre y San Martín, es de cinco puntos.
Otros resultados de ayer: Atlanta 0-Agropecuario 3 y Defensores de Belgrano 0-Santamarina 0.
Juegan hoy: Nueva Chicago- Temperley, desde las 15.10, por TyC Sports.
Tres cambios que generaron incertidumbre
Primero, Tino Costa dejó la cancha después de tocarse los aductores y de pedir el cambio. Más tarde fue reemplazado Lucas Cano, que salió sentado en el carro de asistencia y, por último, Marcelo Estigarribia se fue caminando lentamente, como aquejando una molestia. Aunque se analizará el miércoles la evolución de sus dolencias, en el vestuario de San Martín había optimismo y descontaban que todos iban a llegar en condiciones al próximo partido.
Día libre y vuelta a los entrenamientos
Después de la victoria conseguida ayer por 3 a 1 ante Gimnasia de Mendoza, el cuerpo técnico de San Martín dispuso que el plantel tenga hoy la jornada libre y recién el miércoles vuelva a los entrenamientos. Será en el complejo Natalio Mirkin, en donde trabajarán hasta el sábado. El “Santo” visitará el lunes a Estudiantes, en Río Cuarto, por la fecha 29 de la zona A. Ese partido comenzará a las 17.35 y será televisado por TyC Sports. Todavía resta confirmar el árbitro y la dupla de asistentes.
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