Rejas, ¿un lobo disfrazado de cordero?

El condenado a perpetua nunca aceptó ser sometido a una pericia psicológica. Pierde apoyo de la gente que lo defendía. Buscan a amantes.

COMPLICADO. Cada vez hay más personas que le están soltando la mano a Roberto Rejas, el condenado a perpetua que está prófugo. COMPLICADO. Cada vez hay más personas que le están soltando la mano a Roberto Rejas, el condenado a perpetua que está prófugo. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI

“Todo el mundo que lo conoce dice que es muy buenito y que es imposible que haya hecho algo así. Pero la realidad indica otra cosa. Le conocimos tres novias, a una la mató y a las otras dos las mandó a un calabozo. Además, con su conducta les generó complicaciones a todos sus amigos y a su familia”, comentó la abogada Silvia Furque, al definir la personalidad del prófugo Roberto Rejas, condenado a perpetua por el femicidio de Milagros Avellaneda y el filicidio de su hijo Benicio. Escapó a los cinco días de haber sido condenado.

Frío, tímido, especulador, calculador, manipulador y fabulador. Esos son algunos de los adjetivos que utilizaron para explicar cómo es el prófugo. Su figura se paseó por la fiscalía que conduce María del Carmen Reuter. “Una vez declaró cuatro horas. Él tenía un argumento para cada pregunta. Una salida para cada planteo. Nunca se quedó callado”, le dijo a LA GACETA la instructora que le tomó la declaración. “Nos mintió todo el tiempo en la cara. En mi vida observé una situación así”, agregó Furque.

Para reafirmar sus dichos, la empleada judicial indicó que en el interrogatorio como imputado mostró una faceta fría. Rejas señaló que no sentía nada por Benicio porque no era su hijo. “Después lo escuchamos cuando habló por última vez en el juicio. Allí les dijo a los jueces: ‘les pido que me dejen en libertad para poder encontrar a mi hijo Benicio’. Creo que no hace falta que diga más”, explicó.

La Justicia intentó en vano realizarle un estudio psicológico. Cada vez que los profesionales lo intentaban, amparándose en sus derechos constitucionales, se negaba a terminarlo. Por ese motivo, no se hizo un diagnóstico, sino una aproximación psicológica. No fue un estudio profundo en el que se pudiera definir su personalidad. Antes de que comience un debate, los imputados también deben presentarse para ser sometidos a una pericia psicológica. Rejas fue el único de los tres acusados que no la hizo.

En el Servicio Penitenciario Rejas fue un reo más. Estuvo alojado en la Unidad 6, pabellón reservado para los integrantes de la fuerza de seguridad que estén procesados o condenados. Durante los más de dos años que estuvo ahí, sólo fue sancionado porque le incautaron seis celulares que hacía ingresar ilegalmente. Sus compañeros de encierro señalaron que siempre se mostró tímido y que no era afecto a hacer amistades. Sí reconocieron que nunca se separaba del ex policía federal Marcelo Acosta, condenado a perpetua por el crimen de su amigo Marcos Nazur, a quien acribilló de 11 balazos, y por haber intentado matar a su ex pareja Cecilia Figueroa, en un hecho que se desencadenó en agosto de 2015 en la plaza Alberdi.

Mujeriego

“Creía en su inocencia. Ahora me está arruinando la vida”; declaró su novia Patricia Gómez en la audiencia donde se le dictó prisión preventiva por 84 días al ser acusada de haber colaborado en la fuga de Rejas. El fiscal Pedro Gallo sostuvo que le brindó la información para que se escapara del cuartel de la Dirección General de Bomberos por la escuela Julio Argentino Roca, donde prestaba servicios como profesora de educación física. También sospecha que le facilitó su vehículo VW Fox negro para que se trasladara a Monteros, ciudad donde ella vive.

“No tengo nada que ver; lo único que hice es creer en la persona que me decía que saldría por la puerta de tribunales como inocente”, agregó llorando. La también instructora de zumba se encuentra detenida en un calabozo. Según confirmaron fuentes judiciales, su mayor problema es no poder contactarse con su hijo de ocho años, fruto de una relación anterior.

Pero Gómez no fue la única mujer que estalló en llantos por culpa del condenado en menos de tres semanas. El 22 de septiembre lo había hecho Estefanía Ávila, la ex novia del acusado. Y lloró desconsoladamente cuando el tribunal la absolvió de la acusación en su contra. Estuvo sometida a casi cinco años en un proceso judicial hasta que terminó siendo absuelta. “Hay que ser claro, ella estuvo imputada por ser la novia de… No había pruebas en su contra”, aseguró su defensora, Antoniella Battaglia.

Ávila, por esta causa, dejó de ser miembro de la Policía Federal y sufrió una dura condena social que aún está firme. “Rejas nunca la desvinculó del caso, recién lo hizo en las últimas palabras cuando dijo que por culpa del proceso se le arruinó la vida”, indicó Ernesto García Biagosch, el codefensor. “Su estrategia fue negar el hecho, y por ese motivo no podía declarar que ella era inocente porque se caería su teoría del caso. Pensó en él”, agregó Battaglia.

“Bertín”, como lo llaman a Rejas, al parecer era un mujeriego empedernido. Ahora el equipo de la Policía que lo está buscando trata de identificar a las últimas mujeres que pasaron por su vida. Creen que ellas lo podrían estar ayudando a mantenerse en la clandestinidad. Ninguna de esas jóvenes lo habría visitado después de que fuera condenado, pero se cree que mantuvo contacto con ellas.

Incondicionales

El ex guardiacárcel era una figura del futsal tucumano. Después de que quedara detenido, aparecieron varias banderas que decían “Libertad para ‘Bertín’” o “Justicia para ‘Bertín’”. Eran tiempos en los que creían en su inocencia. El fiscal Gallo dijo que Gómez pidió colaboración económica a sus amigos del ambiente para solventar los gastos del abogado.

La imputada, que podría ser condenada a cuatro años por favorecer la evasión de su novio, dijo que la colecta había fracasado. Sin embargo, el ex defensor de Rejas, Mario Leiva Haro, confirmó que el lunes 27 de septiembre le pagaron la mitad de sus honorarios por la apelación que presentó. Los investigadores sospechan que sí reunieron una importante cantidad dinero y que se guardaron parte de esa suma para solventar su clandestinidad.

“Lo único que hice es llevarle un bollo y mirá el lío en el que me metí”, le habría dicho a los policías uno de los amigos que visitó a Rejas en Bomberos. “Todo el barrio va a hablar mal. Es un hijo de puta. Ojalá lo metan en cana”, habría insultado.

En el ambiente del futsal no se para de hablar del tema. Siempre consideraron que Rejas era inocente. La condena les generó dudas, pero con la fuga, le quitaron todo el apoyo. “Ahora me doy cuenta de que es un infeliz que está haciendo daño a todos”, dijo Juan Heredia. “Hace unos días, los policías se presentaron en la casa del padre de la novia de uno de los chicos que lo había ido a visitar. Le encontraron dos armas que no estaban registradas y lo detuvieron. Si no hubiera sido por él, no pasaba nada”, agregó.

La familia

Los compañeros de encierro y los guardias del cuartel de Bomberos explicaron que Rejas, en los cinco días que estuvo allí, mantuvo la misma rutina. Se pasaba horas pensando, sin hablar con nadie. Por consejo de su abogado, nunca tuvo celular. Varias veces lo descubrieron escribiendo en un cuaderno que nunca apareció. Sólo hablaba con sus familiares, a los que esperaba ansiosamente preparando una mesa con sillas, donde charlaban en tono muy bajo para que nadie los escuchara.

El fiscal Gallo consideró que en esas reuniones se podría haber definido el plan de fuga. La única detenida fue Gómez, pero en la mira quedaron su padre Roberto Fernando Rejas, su madre Ana Cristina Hinojosa y su hermana Alejandra y un tío cuya identidad no trascendió por ahora. “No tienen nada que ver. Ellos no sabían que él pretendía escaparse. Es más, siguen pensando que se lo entregarán muerto”, aseguró Leiva Haro.

Los Rejas siguen sosteniendo la teoría de que a su hijo lo hicieron escapar para generar una conmoción política en la provincia, algo que realmente sucedió. “No hay nada de eso. Él sigue manejando a toda su familia. Es tan manipulador que esa gente no se da cuenta que dejó sin trabajo a su padre, complicó laboralmente a la familia y hasta puede hacerles quitar la casa que construyeron con todo el esfuerzo de su vida”, concluyó Furque.

Consecuencia: el padre se quedó sin trabajo

El colegio Almafuerte, a través de una solicitada que se publica en la página 2 de la edición de hoy de LA GACETA, informó que Roberto Fernando Rejas, padre del prófugo, dejó de pertenecer a la planta de docente de la entidad desde el 28 de septiembre, un día después de que se escapara. “Dados los acontecimientos de público conocimiento, en donde se lo vincula a una grave situación judicial, de índole personal, es que este establecimiento desea manifestar el total rechazo y desprecio con los comportamientos al que se lo asocia y se solidariza con la familia de Milagros y de Benicio”, se puede leer en la nota. Durante la audiencia, quedó probado que el padre del condenado a perpetua modificó el plan de estudios para proteger a su hijo violando todas las reglamentaciones vigentes. “Destacamos que el colegio colaboró con la justicia toda vez que le fuera requerida para informar en forma documental y presencial sobre la actividad específica del señor Rejas”. En la solicitada, que lleva la firma del socio gerente Segundo Moreno, se informó que Rejas (p) se encontraba suspendido en sus funciones desde el 1 de julio pasado.

Denuncia: piden investigar a un secretario

Un abogado denunció en la Corte Suprema de Justicia al secretario de la Sala II que condenó a Roberto Rejas y pidió que se inicie un sumario por su comportamiento durante el juicio. Según Gustavo Morales, Gonzalo Ascárate envió mensajes “alto contenido romántico” a la imputada Estefanía Ávila y a la novia del acusado Roberto Rejas. “Se debe destacar que el funcionario, además de exhibir estos comportamientos inmorales reflejados en el impúdico intercambios de mensajes, también exteriorizó estas inconductas en los pasillos de tribunales”, señaló. “Incluso por la asiduidad en el trato con la hoy privada de la libertad Gómez, el criticado secretario no sería ajeno a la fuga. En consecuencia corresponde que se inicie un sumario admnistrativo”, agregó. Ascárate, aspirante a ocupar un cargo de juez subrogante, ya había protagonizado un escándalo al quedar vinculado con el actual jefe de Gabinete Juan Manzur y el juez Francisco Pisa por los mensajes que le habría mandado a través de WhatsApp. El secretario negó la acusación en su contra y dijo que eran falsos.

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