El viernes a la madrugada se entregó. Ese mismo día, el juez Mario Velázquez le dictó la prisión preventiva por seis meses. Antes de que se cumpliera dos días de encierro en el penal de Concepción, Jesús Aníbal Rosa, acusado del femicidio de Jimena Yamila Saba, fue encontrado sin vida en su celda.
Rosa ingresó el domingo 10 a la casa de la víctima con un cuchillo de carnicero. Delante de las hijas menores de la mujer, le aplicó al menos 27 puñaladas que le provocaron la muerte de manera inmediata. Luego huyó. Saba tenía cuatro hijos, producto de dos relaciones. El auxiliar fiscal Bernardo Sassi lo acusó de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. “Este es un hecho grave porque por su acción se destruyó una familia entera, ya que cuatro hermanos serán divididos”, argumentó.
Velázquez aceptó el planteo de la parte acusadora e instó a todos los operadores del Estado a dejar de utilizar la palabra perspectivas de género como un slogan. “En este como en otros casos, se pudo descubrir que la víctima sufrió todo tipo de violencia”, señaló. Ordenó que fuese trasladado al penal de Concepción, donde se suicidó.