El patriarca ya no reina en Bretaña. Ahora su territorio de poder es un barrio y llega su cumpleaños. Cuando anuncia cómo piensa dividir su herencia entre sus hijas, se replican las tensiones, ambiciones, celos y envidias de los personajes que retrató William Shakespeare en su monumental tragedia “El rey Lear”, reformulada en clave argentina por Fernando Ferrer en “La fiesta del viejo”.
La adaptación vernácula ha tenido un importante recorrido por el circuito independiente porteño, con una interesante cosecha de reconocimientos y premios, hasta recalar hace cinco años en el teatro Metropolitan Sura de la avenida Corrientes, sin perder su identidad ni transformarse en un productor comercial. El éxito llevó a ese elenco a una gira por Europa y América Latina.
“El rey Lear” original también tuvo su antecedente. En 1603 Shakespeare se inspiró en la Historia Regum Britanniae, escrita en el siglo XII por Godofredo de Monmouth, a partir de relatos de la cultura celta. Y son innumerables sus readaptaciones y relecturas, en todos los géneros artísticos.
Con esos antecedentes, el desafío que asume Ricardo Salim al presentar una puesta tucumana es mayúsculo. Y lo hace para celebrar (en modo obligadamente atrasado por la paralización artística impuesta por el coronavirus) los 30 años de su Fundación Teatro Universitario, que se cumplieron en 2020. Esta noche, a las 21.30 y en coproducción con el Ente Cultural de Tucumán, “La fiesta del viejo” local debuta en el escenario de la sala Orestes Caviglia, con funciones programadas los viernes y sábados hasta la primera semana de diciembre. El elenco, encabezado por Mauro Yriñis, está conformado por integrantes de la Fundación y del Teatro Estable de la Provincia (ver “Ficha técnica”).
“Lo que hizo Ferrer me pareció un hallazgo: la estructura de la obra está planteada como una comedia (una fiesta de cumpleaños), que se transforma en una tragedia magníficamente lograda. Y el texto es muy ágil, directo, comprensible, planteado como una obra grupal, que puede desarrollarse en cualquier contexto contemporáneo”, afirma el director, en diálogo con LA GACETA.
- ¿Por qué decidiste ponerla en escena en Tucumán?
- La obra de Shakespeare siempre me interesó; es un fascinante retrato de una familia destruida por los intereses materiales, por envidias y por amores no correspondidos. La versión de Ferrer ya que preserva la esencia del original, pero en un idioma y con un contexto más cercanos al público actual.
- ¿Es más fácil abordar esta versión que montar el original?
- Aún no monté “El rey Lear” original, pero pienso que son propuestas de trabajo muy diferentes. El texto de Shakespeare tiene la posibilidad de ser trabajado por escenas, en las que los diferentes personajes hacen sus apariciones. “La fiesta...”, que es una obra colectiva con escenas continuadas, sin cortes, exige que todos los actores permanezcan en escena durante casi la totalidad de su desarrollo. También hay diferencias de duración: el Lear puede durar más de tres horas; en cambio “La fiesta...” transcurre en unos 90 a 100 minutos.
- ¿En qué consiste la argentinidad encontrada por Ferrer?
- Su mirada hace abandonar una corte real del pasado, y llevar la acción a un club de barrio del siglo XXI. Pero lo que no cambia es que “La fiesta...” nos muestra la vigencia y la universalidad de la problemática planteada por Shakespeare. Ferrer, realiza un detallado planteo de cada uno de los personajes de esta obra. Son reconocibles para cualquier argentino y los encontramos en nuestra cultura nacional.
- ¿Le da una identidad más cercana a nuestra idiosincrasia a la tragedia?
- Ya los griegos, en el Siglo V Antes de Cristo, utilizaron en su teatro a la tragedia como una de las armas más potentes para conmover a los espectadores, y para aproximar la acción teatral a sus vidas cotidianas. La tragedia existe en todas las culturas. No es exclusiva de nuestra idiosincrasia, pero sí es uno de los grandes motores que generan pasiones.
- ¿La destrucción de esa familia, con sus rencillas y rencores, es la que vivimos como sociedad ahora?
- Esas pasiones y sentimientos son tan antiguos como la historia del hombre. Caín y Abel son un ejemplo de ello.
- ¿Cómo hacer para evitar el destino de terminar todos enfrentados o muertos?
- Creo que es un destino inevitable. Ya los griegos de la antigüedad pensaban que exponer estas tragedias en el teatro tenía un fin moralizante y curativo en el espectador. Aún hoy, deseamos pensar lo mismo.
- ¿Shakespeare nos sigue retratando como nadie, Ferrer mediante en este caso?
- En Lear, Shakespeare describe los personajes con maestría extraordinaria. En su creación, Ferrer, siguiendo la idea del conflicto, preserva al Rey-Viejo, a sus tres hijas con sus parejas, al Bufón y a Kent, pero les otorga rasgos personales diferentes, que permiten a los actores realizar nuevas creaciones. Es inusual en una obra colectiva observar el profundo desarrollo de cada uno de los personajes. Esto denota un largo y meditado estudio de cada uno en la escena y en la historia.
Ficha técnica
- Elenco: Mauro Yriñis, Tina Herrera, Eloísa Martínez Romero, Sergio De Filippo, Claudia Fermoselle, Indio Armanini, Rodrigo Palacios, Javier Maidana, Gustavo Fagioli, Francisco Galarzo, María Laura Hernández, Araceli García Alzogaray y Patricia Cudugnello.
- Música original: Stine Helkjaer Engen.
- Producción: Claudia Fermoselle, Juliana Quipildor, Alicia Fagioli y Gladys Palacio.
- Asistencia de dirección: Gustavo Fagioli.