En Portugal, prohíben que los jefes envíen mensajes a sus empleados fuera del horario laboral

Además, las empresas deben hacerse cargo de los costos que genera el teletrabajo.

EN TIEMPOS DE PANDEMIA. El teletrabajo se ha normalizado y la línea que separa el trabajo y el hogar se ha difuminado. ARCHIVO EN TIEMPOS DE PANDEMIA. El teletrabajo se ha normalizado y la línea que separa el trabajo y el hogar se ha difuminado. ARCHIVO
12 Noviembre 2021

El Parlamento portugués sancionó una ley que busca llevarles alivio a los trabajadores de ese país europeo; sobre todo, para aquellos que prestan servicios de manera remota, una modalidad que se incrementó exponencialmente en todo el mundo a partir de la pandemia de coronavirus.

Se trata de la expresa prohibición a empleadores y jefes a llamar y enviar mensajes de texto a sus empleados fuera de sus horarios de trabajo.

El texto establece que “el empleador debe respetar la privacidad del trabajador”, incluidos los períodos de descanso y tiempo en familia. De acuerdo con la norma, la violación a esta disposición constituye un delito “grave” y podría resultar en una multa. Así, los empleadores podrían enfrentar sanciones por comunicarse con los trabajadores fuera del horario de oficina.

En este sentido, las modificaciones a la normativa laboral portuguesa tienen ciertos límites. Por ejemplo, las penalizaciones no serán aplicables a jefes y empleadores de empresas con menos de 10 trabajadores. Además, los diputados portugueses rechazaron una propuesta para incluir el llamado “derecho a desconectarse”, es decir, a apagar los mensajes y dispositivos relacionados con el trabajo fuera del horario de oficina.

De todos modos, la legislación contiene importantes beneficios para los trabajadores afectados a servicios remotos. Por ejemplo, que los empleadores son responsables de proporcionar las herramientas adecuadas para realizar su trabajo a distancia. Además, los gastos domiciliarios -como electricidad o el internet- también deberán ser cubiertos por el empleador si se registrara un incremento como resultado del trabajo en casa. Esto no aplica para servicios como el agua, que pueden cancelar como gastos comerciales.

También hubo buenas noticias para los padres de niños pequeños. Ahora, tienen derecho a trabajar desde casa sin tener que concertar previamente con sus empleadores, hasta que su hijo cumpla ocho años.

El texto aprobado esta semana por el Parlamento portugués dicta además que los trabajadores tienen derecho a optar por no participar en el "home office" si así lo desean. Pero pueden solicitarlo si es compatible con su trabajo.

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