La campaña de granos se presenta difícil en Tucumán por la sequía

Los registros marcan pocas lluvias, con el consecuente impacto en la humedad del suelo.

SOJA. El sur provincial viene muestra un marcado retraso en la siembra.  SOJA. El sur provincial viene muestra un marcado retraso en la siembra.

“Estamos frente a una campaña muy complicada, en la cual está ocurriendo lo anunciado por los pronósticos que anticipaban un año con signado por el fenómeno meteorológico conocido como la ‘La Niña’. Según un estudio realizado por la Sección Agrometeorologia de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), de los años en que se da ‘La Niña’, el 65% presenta buena humedad para la campaña, mientras que el 35% de los años restantes son secos. Aparentemente, estaríamos en una campaña con características de sequía, aunque no se pierde la esperanza de que mejoren las precipitaciones durante este mes”. El diagnóstico ha sido trazado por Mario Devani y Fernando Ledesma, respectivamente, coordinador y técnico del Programa Granos de la Eeaoc.

La situación hasta ayer era calificada por los especialistas como “difícil y muy preocupante”, ya que el volumen de agua aportados por las precipitaciones desde fines de octubre y principios de noviembre hasta la actualidad son bajos en comparación con los registros históricos.

El mapa

“Si bien se presentan variables como ocurre todos los años (y en especial durante aquellos que se presentan con sequías), en líneas generales en Tucumán y en las zonas de influencia, los registros de lluvias suman alrededor de 120 y 130 milímetros. Y en muchos casos, la última lluvia importante se produjo a mediados de diciembre”, puntualizaron.

“Cabe aclarar que hay zonas en mejores situaciones, como el caso de La Cruz y otras localidades del Este tucumano, donde la acumulación de precipitaciones a la fecha es mayor: ronda entre los 200 y los 230 milímetros. En estos lugares, además, se han dado lluvias más recientemente”, describieron.

Avances y retrasos

Devani y Ledesma hacen hincapié en que esta es la situación que se presenta para la campaña de granos “solamente en lo referido a las lluvias o al agua precipitada, lo cual es diferente (menor) a lo que tienen disponibles los cultivos en la actualidad. Respecta de esta última circunstancia inciden múltiples factores. Entre los principales, se pueden mencionar el nivel y la calidad de cobertura del suelo (en función del tipo de antecesor y nivel de rotaciones). También es muy importante el estado físico y químico de los suelos, que estaría definiendo su infiltración (materia orgánica, densidad aparente, etcétera). Y, por supuesto, un aspecto clave es el manejo de malezas en los barbechos”, identificaron.

Según los expertos de la Estación Experimental, la escasez de agua marca, “en líneas generales, una campaña irregular y complicada, con diversas situaciones. Actualmente está finalizando la siembra de soja: a nivel estimativo, faltaría alrededor del 10%. Y recientemente ha comenzado la siembra de maíz”, identificaron.

En ese sentido, el coordinador y el técnico del Programa Granos de la Eeaoc precisaron que la zona sur de la provincia viene, comparativamente, más atrasada que el resto. Y subrayaron que las zonas del centro y del norte de Salta se encuentra mucho más retrasadas todavías, con grandes extensiones en las que todavía no se ha iniciado la siembra de la soja.

“En este contexto, los cultivos están sufriendo las dificultades generales, no solamente con estreses hídricos definidos, sino además con estreses térmicos que suelen acompañar a las situaciones de bajas precipitaciones. Una gran insolación, junto la elevada temperatura, generan en los cultivos una tasa de crecimiento más baja. Por ejemplo, esto hace que en la soja terminen observándose entrenudos más cortos”, consignaron.

A esperar

“Frente a este panorama no se pueden realizar muchas recomendaciones”, reconocen Devani y Ledesma. “Solamente cabe esperar que mejore la situación con la llegada de nuevas precipitaciones”, admiten.

“Es importante observar de cerca a los lotes con soja implantada, a fin de protegerlos de la presencia de algunas plagas, como es el caso de trips, arañuelas, picudos (menos probable por la falta de agua), complejo de orugas (en soja no Bt) y Spodoptera en soja Bt”, determinaron.

Para el maíz

Para lotes que ya han sido sembrados con maíz, o donde la implantación se realizará próximamente, los especialistas recalcan que es necesario monitorear especialmente la presencia de chinches, que causan importantes daños en las etapas iniciales del cultivo. “También es necesario monitorear la presencia de orugas en maíces no Bt, o donde esta tecnología se haya quebrado”, explicaron.

En aquellas zonas que se encuentran muy atrasadas con la siembra de los cultivos estivales, se recomienda tener mucha precaución con los tipos de preemergentes a utilizar. “Existe la posibilidad de que, debido a los retrasos y la escasez de las lluvias, se cambien las planificaciones por cultivos que puedan ser implantados en fechas más tardías y de ciclos más cortos”, concluyeron.

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