Llegar a un entendimiento con el FMI es sumamente positivo. Lamentablemente la demora en alcanzarlo fue negativo y costoso para los argentinos. El gobierno del presidente Alberto Fernández tuvo mucho tiempo para alcanzar puntos mínimos de encuentro. Esto tranquilizó, llevó tranquilidad al mercado frente a la incertidumbre sobre el acuerdo. Sin embargo para que la economía crezca hace falta mucho más que este acuerdo.
¿Se puede compatibilizar la disminución de subsidios a las tarifas de los servicios con el objetivo de mantener el poder adquisitivo de la gente anunciado desde el gobierno? Yo creo que el atraso en los precios de la energía y los servicios públicos es enorme. Los subsidios se pagan con impuesto o con emisión. La quita de subsidios disminuirá el poder adquisitivo de los argentinos indefectiblemente. Sin embargo, si se pudiera disminuir la emisión de dinero o bajar impuestos, en ese caso, podríamos decir que hay una compensación y ello serviría indudablemente para aliviar la caída del poder adquisitivo.
Pero, lamentablemente esto no sucederá en el corto plazo.
Un punto a tener en cuenta es que las empresas de servicios necesitan tarifas para mantener el servicio que prestan.
¿Cómo podría la Argentina disminuir el déficit fiscal, como lo pide el Fondo Monetario Internacional, sin tocar el bolsillo de los argentinos?
Al respecto, hay que tener en claro que disminuir el déficit fiscal puede darse por dos caminos. O se aumentan impuestos o se baja el gasto público, no hay otra forma. Bajar el déficit mediante una baja del gasto público no afectaría el bolsillo de los argentinos. Si la vía es la suba de impuestos claramente los bolsillos de los argentinos sufrirán.