Qué hacer con el cuerpo de tu mascota cuando muere

Muchos tucumanos que viven en departamentos preguntan en las veterinarias si pueden ocuparse de los restos de sus animales; quiénes no tienen jardín no pueden enterrarlos.

SALA DEL ADIOS. Con los canes pasa lo mismo que con los seres humanos: viven más y se les puede dar una mejor calidad de vida. GENTILEZA PATRICIA EL KADI SALA DEL ADIOS. Con los canes pasa lo mismo que con los seres humanos: viven más y se les puede dar una mejor calidad de vida. GENTILEZA PATRICIA EL KADI
09 Febrero 2022

Los restos de Boby, un viejo schnauzer, acabaron en una bolsa de basura que el recolector se llevó de una veterinaria. Y expusieron un problema que muchos tucumanos, especialmente aquellos que viven en departamentos, afrontan cuando mueren sus mascotas: no cuentan con un terreno propio dónde enterrarlas y las opciones, tanto en el ámbito público como en el privado, son escasas.  

Celeste Ratto, veterinaria oncóloga, explica que en su clínica, donde los casos de eutanasia son frecuentes ("nuestros pacientes suelen ser terminales") dispone de un consultorio o especie de sala velatoria. "Les preguntamos a los propietarios si quieren permanecer en el momento en que colocamos el sedante y la inyección letal. Si deciden presenciar alguna o ambas instancias, quedan a solas en esa habitación. Es un momento especial y merece respeto", afirma.

"Cada vez hay más perros. Los perros mueren igual que los humanos. Tienen que tener un destino". Luis Ugo, médico veterinario.

Lamentablemente -prosigue Ratto- Tucumán no cuenta con crematorios de animales ("de hecho, en el país hay muy pocos", aclara). Por ello, el destino de los cadáveres depende del espacio con el que cuentan sus dueños. "Los que tienen jardín, se los llevan para enterrarlos allí. En caso contrario, son retirados de nuestra clínica como residuos patológicos. Se llama al servicio y se paga por ello. No hay otra forma de disposición", relata.

Desde su mirada, cada vez más gente vive en edificios y decide tener animales. Ante ese escenario, "es una gran necesidad; la provincia debería contar con un crematorio o un cementerio para animales".

"Tucumán no cuenta con crematorios de animales". Celeste Ratto, veterinaria oncóloga.

Consultados al respecto, desde el cementerio San Agustín expresan que por ahora no ofrecen parcelas para mascotas. Incluso, se manifiestan dudosos de que se vaya a pagar por esos nichos.

Llegado este punto, la inquietud se le traslada al veterinario Rodrigo García, del Centro de Adaptación y Reubicación Animal de San Miguel de Tucumán (CENARA). Pero antes de adentrarse en el tema, el especialista responde que, primero, es importante hallar familias que cuiden bien a sus mascotas. "Hoy resulta costoso, en términos económicos, tener un animal de compañía. Se ve gente que no se ocupa de la situación sanitaria, como vacunas, desparasitación, una alimentación adecuada o controles médicos", detalla.

"Lo habitual, es enterrar las mascotas en el fondo de las casas". Rodrigo García, veterinario del CENARA.

Salvado ese tema, García confirma que en el territorio provincial no funciona ningún crematorio ni cementerio. "Lo habitual, es enterrar las mascotas en el fondo de las casas. Quienes no disponen de un jardín, lo hacen en el de un familiar o recurren al servicio de residuos patológicos, que cobra por kilo", detalla, en consonancia con el relato de Ratto.

Si bien considera que la mejor opción es la cremación, advierte que una prestación de estas características suena incierta, debido a los aspectos medioambientales que deberían dejarse zanjados.

Pero, ¿cómo debe enterrarse correctamente a un perro o gato? La primera indicación del médico veterinario Luis Alberto Ugo consiste en cavar una fosa de entre 80 y 90 centímetros de profundidad. "No se debe envolver al animal porque cuando se produce la descomposición se generan gases. Esos gases inflan la bolsa y esta, a su vez, levanta la tierra", aconseja en segundo término. El tercer aspecto que se debe observar es que otros animales no merodeen por el lugar, porque podrían llegar a desenterrarlo.

ALTERNATIVAS. Por razones sanitarias, está prohibido incinerar o enterrar animales en el espacio público. LA GACETA ALTERNATIVAS. Por razones sanitarias, está prohibido incinerar o enterrar animales en el espacio público. LA GACETA

Con sus 10 años de experiencia y numerosas eutanasias a cuestas, Ugo confiesa que ha visto de todo; desde personas que sufren cuando pierden a sus mascotas a otras que pretenden que el veterinario la mate por una miasis.

"Hay que darle una respuesta a esta cuestión. Cada vez hay más perros. Los perros mueren igual que los humanos. Y tienen que tener un destino. Pero mucha gente envuelve los restos en una bolsa de basura y se los lleva el recolector, junto a los residuos domiciliarios. Es grave: se trata de residuos biológicos y algunos canes fallecen por infecciones", acota.

La vecina Mariela Villarubia, en cuya casa alberga a cuatro canes, opina que los gobernantes deberían evaluar alternativas para algún tipo de disposición gratuita. 

Qué hacer con el cuerpo de tu mascota cuando muere

Finalmente, la veterinaria Patricia El Kadi cuenta que en su clínica ha dispuesto de una salita de despedida, pues cuantifica la importancia de ese momento final. "Nuestro compañero de vida, que tanto hizo cada vez que nosotros llegábamos a casa, mostrándonos alegría, emoción y felicidad y procurando que riamos con sus juegos, debe poder sentir que ha cumplido su misión; que no nos dejará tristes. Por eso, debemos acompañarlo en paz y sin llantos. Sino, creerá que no ha logrado cumplir su objetivo", concluye.

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