Nuevas expectativas sobre Potrero del Clavillo

15 Febrero 2022

La reciente visita oficial de funcionarios argentinos a China reabrió una vez más la posibilidad de concretar un antiguo anhelo de gobernantes y de ciudadanos, tanto de Tucumán como de Catamarca. A partir de un memorándum de entendimiento firmado con representantes de una megaempresa del “gigante asiático”, autoridades de la provincia vecina dieron forma a las conversaciones preliminares para avanzar con el varias veces anunciado –y sucesivamente frustrado- proyecto para la ejecución de la obra del dique de Potrero del Clavillo. Si bien restan múltiples etapas para que el acuerdo final sea oficializado, la sola oportunidad de que este ambicioso plan de inversiones se convierta en realidad generó un entusiasmo generalizado. A la vez, sin embargo, dio lugar al recuerdo de incontables ocasiones en las que distintas administraciones, bajo diversos sellos partidarios, pusieron este tema en su agenda de gestión, sin que finalmente se hiciera realidad.

Los archivos de LA GACETA dan testimonio de que hace cinco décadas se habla sobre esta obra hídrica, que incluye –entre otros trabajos complementarios- la construcción de la represa de El Naranjal y el desarrollo de infraestructura vial en esa zona limítrofe entre Tucumán y Catamarca.

El plan prevé valiosos beneficios para ambas provincias, tanto en materia de producción energética como en el manejo del problema del agua. Según especialistas, con estas obras se regularán los ríos Gastona y Medina, cuyos desbordes ocasionan la mayor parte de las inundaciones en el sur tucumano. Inclusive, la potencial mejora en las rutas y en la conectividad terrestre podría abrir el paso al crecimiento del comercio y a la exportación de productos locales a través del Pacífico, al facilitar el acceso a Chile. A esto se agregan los cientos de puestos de empleo que se generarían en la región, tanto con la ejecución del proyecto como con la puesta en marcha de la planta energética.

Funcionarios afectados a las negociaciones y expertos en la materia, al ser consultados por LA GACETA, coincidieron en que, así como el plan del dique de Potrero del Clavillo contiene un sinfín de puntos a favor, también presenta un extenso listado de obstáculos que hacen compleja su concreción.

Por un lado, en el ámbito político advierten que no será sencillo alcanzar un acuerdo con los empresarios chinos interesados en llevar adelante la inversión –se habla de unos 1.800 millones de dólares-, con el añadido de que la normativa vigente prevé una serie de condiciones y de pasos burocráticos tan importantes como engorrosos, hasta llegar a la adjudicación directa y a la puesta en marcha de los trabajos.

Por otra parte, especialistas destacaron que no son un detalle menor los estudios de impacto ambiental necesarios para desarrollar una obra de tal envergadura, teniendo en cuenta las características del entorno natural en el que estaría emplazada.

Pese a estas y otras dificultades, la reciente confirmación del Gobierno catamarqueño de que se plasmó en un documento oficial la negociación con una firma China por el dique de Potrero del Clavillo revivió este “viejo sueño”, que lleva medio siglo. Hace un lustro, funcionarios habían trabajado con una consultora privada para renovar el proyecto hidroeléctrico. La iniciativa quedó en el tintero, en medio de diferencias políticas que se hicieron públicas. Es esperable que, ante la nueva posibilidad de retomar el plan, el interés común por concretar una obra de esta trascendencia se imponga por sobre toda clase de “grieta”.

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