Una historia triste, de inmigración y miseria
Crónica del delito, de lo siniestro hacia la monstruosidad
El petiso orejudo, publicado originalmente en 1994, es la vida de un hijo de inmigrantes italianos, Cayetano Santos Godino, (1896-1944) que a sus 16 años fue detenido en Buenos Aires por haber cometido once delitos: tres asesinatos y ocho intentos de realizarlos.
María Moreno reconstruye esta crónica policial a partir de un riguroso trabajo de investigación; restaura esta historia ominosa, representativa de la literatura de la “monstruosidad” mediante los actos de “infanticido” realizados por el “Oreja” que se regodea con la nieve cuando se va “a blanquerar al Sur”. Muchos pasajes descriptivos son violentos, horrendos, como el asesinato de Jesualdo u otros, narrados en la cárcel de Ushuaia, donde permanece hasta su muerte, como el “EGRESADO” n° 246.
La escritora organiza el libro por capítulos, en “Conjeturas” pone en duda esa bestialidad que le recriminan al protagonista; opera cruzando textos periodísticos con los de la sociología, de la biología, de la psiquiatría, a veces fronteriza con lo extraño, que, unido al discurso policial determina su sadismo y su culpabilidad.
María Moreno escribe un libro ambicioso; logra imprimir el horror sobre un mito sobreviviente, el del “petiso orejudo”, considerado un “monstruo nacional”.
LILIANA MASSERA
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Recorrido por la Divina Comedia
Homenaje al padre de la lengua italiana
Capano se detiene en el análisis de las figuras de Virgilio, Beatriz y San Bernardo, considerados los macroguías de Dante, figuras poliédricas que representan la razón, la purgación, la comprensión de lo divino y la unión con el sumo Bien.
La presencia de Virgilio -figura paterna para la mayoría de los dantistas- es constante en la Divina Commedia. En efecto, se han registrado novecientas citas virgilianas en el Infierno, treinta y cuatro en el Purgatorio y trece en el Paraíso. Señala el autor que “Tal disminución, minuciosamente calibrada, es indicio de cómo va debilitándose la dependencia del discípulo respecto de su maestro.”
En cuanto a Beatriz el autor formula tres interrogantes: el primero se refiere a su existencia real, cuál su nombre y condición, si se trata de una alegoría o emblema se pregunta cuál sería su significado. También nos advierte que la Beatriz de la Vita Nuova no es la misma que la Beatriz de la Comedia. El análisis sobre este personaje resulta no solo sumamente rico sino también de amable lectura: “Quella che emparadisa la mia mente” (Paraíso XXVIII), como muy bien lo dice Capano, Dante la alude perifrásticamente con un grácil y bellísimo neologismo: aquella que mi mente emparaísa.
Además de estas dos macroguías, se erige la figura de Bernardo, símbolo del arrobamiento místico. Capano aborda también los personajes que llama microguías y que ofician de ayudantes para orientar a los poetas en cuanto a dónde se encuentran y por donde deben continuar. Matelda es un símbolo polisémico vinculado con la felicidad primigenia.
ELENA V. ACEVEDO
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Entrañable homenaje a Mercedes Sosa
Entrevistas, fotografías, semblanzas, notas periodísticas y letras de canciones
Como un álbum de recortes amorosamente guardados a lo largo de los años, Mercedes Sosa: una canción en el viento reúne entrevistas, fotografías, retratos de artistas, semblanzas, notas periodísticas, letras de canciones. Y digo amorosamente porque es desde un lugar de admiración y de afecto entrañable que Roberto Espinosa parece haber armado este libro-homenaje.
Los testimonios de quienes la acompañaron en diversos escenarios (Osvaldo Avena, Omar Espinosa y Gustavo Spattoco son algunos de ellos), de familiares y de compositores y artistas (Joan Báez, el “Chivo” Valladares, el “Pato” Gentilini, Facundo Ramírez, Gerardo Núñez, entre otros) permiten recorrer distintos momentos de su vida y su trayectoria artística.
Este homenaje ofrece perspectivas para reconstruir la trama colectiva de las valiosas relaciones culturales que Mercedes Sosa fue tejiendo a su alrededor y, contra ese fondo, componer la singularidad de una figura inmensa, cuyo talento confluyó con el riguroso estudio y con una inquebrantable honestidad artística. Su voz maravillosa, capaz de dar el tono preciso a cada matiz de la emoción, se vio unida a una coherencia y una sensibilidad notables a la hora de elegir su reportorio. Es que para Mercedes Sosa sólo era posible cantar aquello en lo que se había depositado una convicción profunda. Y ella estaba convencida de su misión: unir Latinoamérica a partir del arte, la literatura, la música.
SOLEDAD MARTÍNEZ SUCACARDI
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Una nueva visión del mundo
Reflexiones de un maestro de la nueva generación del budismo tibetano
El autor del libro que nos ocupa, considerado uno de los más prestigiosos maestros de la nueva generación del budismo tibetano, ahonda en la elucidación de estas cuestiones con intrépida claridad. Meditador consuetudinario y observador implacable de la mente, en un momento dado tuvo una revelación: comenzó a darse cuenta de que sus pensamientos y emociones iban y venían “y que no eran ni tan sólidos ni tan reales como parecían”. Y una vez que empezó a descreer de tales ficciones supo distinguir al verdadero autor que hay más allá de ellos: la conciencia infinitamente vasta e infinitamente abierta que constituye la naturaleza de la mente. Su libro resulta apasionante. Cuestiona con rigor y fundamento el modo en que ha venido funcionando nuestra percepción, atada a patrones preconcebidos y arbitrarios y postula una nueva visión posible y objetiva del mundo, alineada con la antigua sabiduría budista y avalada hoy por los más serios descubrimientos científicos de la neurociencia. Descubrimientos que detalla minuciosa y claramente, en muy buena prosa.
FERNANDO SÁNCHEZ SORONDO
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Humor, ingenio e incorrección política
El último libro que escribió Vonnegut
En Un hombre sin patria, Kurt Vonnegut narra algunos episodios de su vida, da una clase humorística y sazonada sobre escritura creativa, reúne argumentos certeros contra la guerra y detecta de forma lúcida por qué los extranjeros odian a los estadounidenses; cita varias veces a Abraham Lincoln y a Mark Twain para mofarse de sí mismo y de su país. Aunque el libro no es sólo un alegato moral, propone un osado discurso en contra de la hipocresía de los ricos y los poderosos: “Los seres humanos somos chimpancés que nos emborrachamos con el poder”.
Un hombre sin patria es el último libro que escribió Kurt Vonnegut y está poblado de preguntas no formuladas explícitamente pero que se detectan en las páginas sentenciosas: ¿por qué un hombre reniega de la patria? ¿Qué sucesos llevan a un escritor a negar la dirección política de su país? ¿Por qué Kurt Vonnegut escribe sobre el rechazo de ciertas ideas del gobierno de EEUU? Las respuestas se encuentran en las fórmulas o en las frases chistosas, pero hay una idea que condensa su pensamiento y que funciona como el perfecto aforismo inscripto en una lápida imaginaria: “soy un hombre sin patria, excepto por los bibliotecarios…” En este libro notable, Vonnegut reconoce que el país que él admiraba aún existe en un lugar específico, desligado del polvo administrativo y gubernamental: “Los EEUU que yo amaba siguen existiendo en las mesas de entrada de nuestras bibliotecas públicas”.
FABIÁN SOBERÓN
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Memorias escritas en la contingencia de lo mínimo
Texto que se resiste a los encuadramientos
Las improlijas memorias de Carmen Perilli se resisten a los encuadramientos: la palabra y la escritura deviene mano fértil de una editora apasionada en las contradicciones. El miedo marca el tiempo acelerado de un final imposible de imaginar “solo quería que todo fuera una pesadilla. A la noche trajimos a Mariano a casa; dormimos los tres en la cama grande. No era suficiente para confortarnos. Nunca nos sustraeríamos a la sensación de que la puerta podía abrirse en cualquier momento y entraría la muerte” (pág. 14). La sensualidad y las paradojas de la maternidad se insinúan en los límites. Las figuraciones subjetivas permiten imaginar los lugares de la utopía revolucionaria. Una mezcla de batallas por el aire se disputan el amor entre el asma de un hijo y la búsqueda del padre Ángel, mundo todo. Frente al mutismo del terror la universidad que se vuelve ajena. “Conspirábamos juntos en la defensa de ese último pedazo de mundo que nos quedaba: el de los libros. Ahora debíamos tomar atajos para trabajar con palabras” (pág. 11).
ROSSANA NOFAL
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