Rugby, en el Día de la Mujer: una joya que cruzó el Atlántico

La monteriza Luisina Contreras ya se entrena en Majahonda, club de la Primera División de España.

EN MADRID. Con la camiseta de Monteros Voley, la ex capitana de las Naranjitas completó anoche su primer entrenamiento. EN MADRID. Con la camiseta de Monteros Voley, la ex capitana de las Naranjitas completó anoche su primer entrenamiento.
08 Marzo 2022

Por tratarse de un deporte de alto grado de contacto y asociado al género masculino durante siglo y medio, no sorprende que el rugby sea una de las disciplinas deportivas que mayor resistencia ha opuesto a la participación de mujeres. En Tucumán, uno de los puntos rugbísticos más fuertes del país, esa barrera tuvo un vigor particular: si bien el primer equipo femenino se formó hace 25 años, recién en la última década se produjo el despegue, con la aparición de nuevos clubes en el interior de la provincia y la formación de planteles femeninos en clubes ya de cierta edad.

Una de las jugadoras que ha visto al rugby femenino tucumano tomar impulso es Luisina Contreras. Es curioso que, con sus apenas 18 años, la monteriza sea una de las jugadoras de mayor experiencia que hoy tiene la provincia: tenía solo ocho años cuando se sumó a Monteros Voley, siguiendo los pasos de su hermano. “El rugby permite a las mujeres romper barreras. Hay muchos más equipos femeninos y chicas jugando que cuando empecé hace 10 años. Ver el crecimiento del rugby femenino en Tucumán es increíble”, señala Luisina, que al día de hoy sigue abriendo camino para otras chicas de su ciudad: hace un par de días se convirtió en la primera monteriza en dar el salto al rugby europeo. Anoche completó su primer entrenamiento en Majadahonda, club madrileño que actualmente lidera la Liga Iberdrola, la máxima categoría del rugby femenino español.

Alma de capitana

En realidad, a Luisina ya la habían llamado desde antes. “Siempre quise experimentar lo que el rugby en otros países, aunque la idea de irme realmente surgió el año pasado, por mi hermano. En agosto, él había mandado mi currículum deportivo y un video mío a Majahonda, y desde allá se contactaron porque querían incorporarme”, cuenta Luisina, que además de haber sido capitana en su club desde juveniles, también lo fue de las Naranjitas. Y a eso se le suma sus numerosas concentraciones y competencias con el seleccionado argentino juvenil, al que llegó con apenas 14 años.

Con semejante foja y una década de destrezas desarrolladas a pesar de su juventud, en Madrid no dudaron en querer ficharla. Sin embargo, a la ecuación le faltaba el permiso de los padres, Julio y Griselda. “Porque era menor de edad y todavía no había terminado el secundario. Además, tenían miedo de que me fuera sola”, explica Luisina. Afortunadamente, desde el otro lado del Atlánto estaban decididos a contar con el talento de la joven tucumana, así que esperaron hasta que terminó el secundario para volver a la carga. “A principios de este año me contactaron otra vez. Me puse muy contenta. Tuvimos muchos inconvenientes en el camino y pensamos que al final no se iba a poder, pero de a poco se fueron solucionando y bueno, acá estoy, ja ja”, cuenta desde Madrid, adonde llegó el domingo por la noche. En ese momento, se convirtió en la tercera tucumana de exportación, luego de Isabel Fontanarrosa (hoy en CRAT, de La Coruña) y la alberdiana Mayra Aguilar (el mes pasado arribó a Valladolid para jugar en Crealia El Salvador). “Isa” podría ser su rival, ya que CRAT también juega en la Primera División.

Julio Contreras admite que en la casa no fue fácil ver partir a su hija. “Sentí mucho miedo al comienzo, pero siempre la apoyamos en lo que ella quería. Hoy siento una emoción muy grande, aunque se me hace difícil el día a día, porque éramos muy compañeros”, confiesa. “Tiene mucha personalidad, y por eso logró cumplir su sueño de jugar en Europa”, la define.

Para Luisina, se trata de un paso muy grande: nuevo club, nueva cultura y un rugby distinto, ya que en España se juega rugby de 15, modalidad incipiente en Tucumán, donde en el femenino se juega seven. “Vine con muchas expectativas, con ganas de aprender muchísimo y mejorar en lo deportivo. Y si todo sale bien y me puedo quedar, estudiar también”, cierra la joven monteriza, una referente de las mujeres que eligieron jugar al rugby.

PUNTO DE VISTA

Deja todo en cada objetivo

Walter Majolli

Entrenó a Luisina durante varios años

A a fines del año pasado “Luisi” me había comentado sobre esta posibilidad de jugar en España y me llamó en enero para tomar un café junto a Julio, su padre, para decirme que ya estaba decidida. Desde el primer momento la apoyé. La conozco hace 10 años, desde que llegó al club con apenas ocho años. Y desde entonces siempre fue tal cual uno la ve ahora. Mantiene esa humildad que la caracteriza, pero con un carácter fuerte. Es por eso que le gustan los desafíos. Deja todo en cada objetivo trazado y siempre va por más, disfrutando el momento y sabiendo que lo mejor siempre está por venir. Sabe que para eso siempre tiene que estar preparada. Además es muy buena compañera, disciplinada, respetuosa, tiene muy en claro los valores de nuestro deporte. No por nada fue capitana desde juveniles en Monteros y también de las Naranjitas. Me alegra este nuevo desafío que asumió, pero se la extrañará. Sus compañeras, el club y Monteros estamos orgullosos de ella y le deseamos el mayor de los éxitos.

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