Relatos y música para contar momentos de la historia latinoamericana

La Perra Alegría, un dúo de acordeonista alemán y actriz chilena hace una obra con textos de Galeano.

ITINERANTES. Adam Alhelger y Samanta Pizarro se conocieron hace dos años en México y recorren el continente con “Memorias latinoamericanas”. ITINERANTES. Adam Alhelger y Samanta Pizarro se conocieron hace dos años en México y recorren el continente con “Memorias latinoamericanas”.

La presencia de elencos teatrales de otras latitudes se ha transformado en una buena costumbre en Tucumán, que se cortó (como tantas otras cosas) por el confinamiento en el peor momento de la pandemia. Cuesta retomar esa actividad, pero de a poco se van abriendo cauces para que las giras internacionales se concreten.

Este fin de semana, la presencia del dúo chileno-alemán La Perra Alegría es una señal de que las ganas están y de que la voluntad también. Como un adelanto del festival internacional de Teatro Arre (organizado por la Fundación La Vorágine, que se realizará en unos meses), el grupo está presentando su obra “Memorias latinoamericanas”, basada en cuentos del uruguayo Eduardo Galeano. Hoy tendrá función a las 20 en CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457) y mañana a las 21 en La Gloriosa (San Luis 836, que será sede del ARRE), con inicio puntual y entrada a la gorra.

“Es una combinación lúdica de la escenificación de nueve relatos, acompañados de folclore latinoamericano con canciones que subrayan el estilo épico de Galeano y una interpretación escénica que reduce las diferencias linguísticas” anuncia el dúo que integran la actriz y directora chilena Samanta Pizarro y el músico acordeonista germano Adam Arhelger.

La elección del autor fue porque “en su obra, la persona que actúa y sufre está en primer plano, su historia nos acerca al continente latinoamericano con todas sus facetas desde la época precolonial hasta la actualidad, un mundo con sus sobreescrituras, cruces, contradicciones y altibajos que actualmente vive un momento de convulsión”. “Lidiar con estas historias nos llevan a la autoreflexión y a experimentar la solidaridad global como algo tangible”, destaca Pizarro, en diálogo con LA GACETA.

- ¿Somos un continente que sigue doliendo?

- Sin duda que sigue doliendo, porque sigue siendo un continente oprimido; es muy claro al observar que las empresas, sobre todo las transnacionales, continúan explotando indiscriminadamente los recursos naturales a niveles absurdos. Esto permite la existencia de las llamadas Zonas de Sacrificio en Chile, lugares tan contaminados por la industria minera que ya no son aptas para la vida, o la desertificación en el Perú o la deforestación del Amazonas en Brasil, por poner algunos ejemplos.

- ¿En qué instancia del compromiso social para cambiar un destino que aparece como predeterminado estamos?

- Estamos volviendo a articular el tejido social perdido por la represión feroz de las dictaduras latinoamericanas de los 70. Hay una revaloración de nuestras culturas originarias y estamos volviendo a encontrarnos sin tanto caudillismo. Sentimos que en nuestras comunidades estamos aprendiendo que la responsabilidad de transformación es colectiva, qie a cada uno le toca una parte, que no hay salvadores.

- ¿Hay algo que unifica a América Latina?

- Hay mucho que nos unifica. Es una tierra con una gran vocación comunitaria, apasionada y resiliente. También es un territorio que recién está saliendo de las dinámicas colonizadoras, que recién está entendiendo que no debe ser la copia de nadie, que tiene su propia identidad, aunque las calles del continente aún tengan los mismos nombres de las ciudades españolas. Otro asunto es la fertilidad de las tierras, la riqueza mineral de sus montañas, su colorido y alegría y la paradoja de que eso ha sido justamente nuestro yugo, el tener que defender la tierra de su despojo.

- ¿De qué forma se pueden articular acciones comunes, empezando por lo artístico cultural?

- Pensamos que es necesaria la formación de una Unión Latinoamericana, una alianza integral económica, cultural, política, con una moneda única y fronteras abiertas. En relación al sector artístico cultural, será crucial la creación de un movimiento transfronterizo gremial para mejorar las precarizadas condiciones de vida de los artistas. Hay que lograr apoyos gubernamentales y de las empresas privadas coordinados para festivales y agrupaciones independientes, porque el desarrollo cultural nos compete a todes. Se debe lograr la reivindicación de nuestra riqueza cultural, el conocimiento y difusión de las distintas expresiones latinoamericanas, porque la producción artística en sí misma de grupos que han sido históricamente marginados articula imaginarios divergentes. Y luego, por supuesto, también su análisis crítico. El fenómeno del reggaetón es muy interesante porque tiene una base rítmica africana y es propiamente latinoamericano. El ritmo es pegajoso, entretenido, común; sin embargo, sus letras están cruzados por el sexismo y el afán de poder y dinero asociados al éxito, ya que son producidas en contextos donde el patriarcado, el neoliberalismo y la violencia dictan el contenido, pero podría no ser necesariamente así. No es un asunto en blanco y negro. También hay producciones artísticas como las del grupo chileno Las Tesis, que articulan un sentido común no solo latinoamericano sino global contra la violencia, que hace eco transculturalmente, y eso nos parece una acción altamente efectiva desde la misma perfomatividad.

- ¿De qué hablan en “Memorias...”?

- Los textos seleccionados muestran continuidades y líneas de referencia histórica hasta la actualidad, ya sea la deforestación y el desalojo de tierras en Brasil, la cuestión de la identidad y expresión sexual en Colombia, los derechos territoriales de los grupos indígenas en Chile o las identidades culturales en México. Una mirada a la historia es siempre una mirada al presente y al futuro.

- ¿Cómo surgió el dúo y qué balance hacen de su experiencia itinerante?

- Nació en México en 2020: estabamos en Zipolite, una playa en la costa oaxaqueña, yo estaba presentando la apertura de proceso de esta obra en formato de monólogo en un festival organizado por Nadia Salinas y Adam estaba junto a una asociación de trabajo comunitario de personas con capacidades diferentes. Nos conocimos ahí y surgió la idea de hacer algo juntos. Luego nos volvimos a encontrar en Chile y terminamos de montar la obra en Alemania. En el balance, vivimos a Latinoamérica como un lugar que comparte, de gente amable y cariñosa, en el cual la hospitalidad y generosidad son parte de la cultura. El amor al arte y al conocimiento está en nuestra sangre. Cuando logremos desprendernos del ruido de la publicidad y nos saquemos el peso de tener que ser algo distintos de lo que somos y de tener lo que no tenemos, todo va a mejorar.

Segundo turno

En CiTá, luego de esta función, se montará una propuesta teatral tucumana. Se trata del unipersonal “María Polvo de Tiza, psicopedagoga (no maestra, no docente, no profesora)”, del santafesino José Ignacio Serralunga, en única función especial a las 22. La comedia es protagonizada por Chabela Díaz, dirigida por Benjamín Tannuré Godward.

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