Un bombardeo ubica a Rusia cerca del límite con la OTAN

El bombardeo fue sobre la instalación ucraniana de Yavoriv, a 25 kilómetros de la frontera con Polonia, integrante de la alianza atlántica. Moscú dice que allí se entrenaban mercenarios.

DESTRUCCIÓN TOTAL. Los restos humeantes de la base militar de entrenamiento Yavoriv quedó en ruinas.  REUTERS DESTRUCCIÓN TOTAL. Los restos humeantes de la base militar de entrenamiento Yavoriv quedó en ruinas. REUTERS
14 Marzo 2022

LEÓPOLIS, Ucrania.- Un ataque aéreo ruso contra una gran instalación militar en el oeste de Ucrania marcó una escalada significativa del conflicto. Los misiles contra el Centro Internacional Yavoriv para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad ponen a las fuerzas de Moscú a sólo 25 kilómetros de la frontera con Polonia, un país miembro de la alianza del Atlántico Norte (OTAN), tratado de defensa militar que reúne a paises “occidentales”.

El gobernador regional, Maksym Kozytskyy, informó que los aviones rusos dispararon alrededor de 30 cohetes contra la instalación y agregó que algunos fueron interceptados. El ataque dejó 35 muertos y 134 heridos.

La base atacada fue el lugar donde Ucrania, cuyas aspiraciones de unirse a la OTAN son un gran factor de irritación para el presidente ruso, Vladimir Putin, realizó ejercicios con países de la alianza occidental.

Ucrania afirmó que instructores militares extranjeros habían trabajado previamente en ese centro militar, aunque un responsable de la OTAN aseguró que allí ya no quedaba personal de la alianza. No está claro si algún estado no perteneciente a la OTAN podría tener representantes allí.

Este es el primer ataque de Rusia en la región occidental desde el comienzo de la invasión, que se había limitado casi por completo al este de Ucrania.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya había advertido que la OTAN defenderá cada centímetro de su territorio si la invasión rusa a Ucrania se extiende a los estados miembros de la alianza de defensa occidental.

La ciudad de Leópolis no fue alcanzada, aunque sonaron alarmas aéreas y llamados a la población para que busque refugio, informó la cadena británica BBC.

El alcalde de Leópolis, Andrii Sadovi, volcó en las redes sociales un mensaje dirigido a Biden, y al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “Entiendan que la guerra está más cerca, Rusia ya está en su frontera”, escribió.

La versión de Moscú dice que la operación se realizó contra una base donde se entrenaban mercenarios. “Como resultado del ataque, hasta 180 mercenarios extranjeros y una gran cantidad de armas extranjeras fueron eliminados”, dijo el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, aunque la cifra no pudo ser confirmada.

La instalación de 360 kilómetros cuadrados es una de las más grandes de Ucrania y la más grande de la zona oeste del país. Los ataques se llevan a cabo mediante armas de alta precisión y largo alcance, indicó Konashenkov. “La eliminación de mercenarios extranjeros que lleguen a Ucrania continuará”, precisó.

Ucrania denunció que también hubo ataques aéreos en un aeropuerto en el oeste, fuertes bombardeos en Chernígov, al noreste de Kiev, y ataques en la ciudad sureña de Mykolaiv, donde las autoridades dijeron que nueve personas habían muerto.

El alcalde Sadovi volvió a pedir una zona de exclusión aérea, una opción a la que se opone la OTAN para evitar una escalada peor.

El ataque ruso en casi la frontera con Polonia ocurre, además, en momentos en que ese país, que inicialmente había ofrecido enviar naves de combate a Kiev, viró de posición. “No podemos entregar esos aviones por la responsabilidad que tenemos hacia nuestros aliados. Podría poner a la OTAN en una situación difícil”, explicó el presidente polaco, Andrzej Duda, a la BBC.

Las naciones occidentales han tratado de aislar a Putin mediante la imposición de duras sanciones económicas y la persecución a sus aliados, pero ahora están preocupadas por evitar que la OTAN se vea involucrada en la guerra porque teme que pueda “mundializar” el conflicto.

Civiles entre dos fuegos

La invasión rusa a Ucrania, lanzada por Putin el 24 de febrero, ha obligado a más de 2,7 millones de personas a cruzar las fronteras y ha atrapado a cientos de miles en ciudades sitiadas, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

El monitor de derechos humanos de Ucrania dijo que Rusia usó bombas de fósforo en un ataque nocturno en la ciudad de Popasna en la región oriental de Lugansk, y lo calificó como “crimen de guerra”, aunque no pudo mostrar pruebas del ataque, según la agencia europea Reuters.

En el este del país, las tropas rusas intentaban rodear a las fuerzas ucranianas mientras avanzaban desde el puerto de Mariúpol en el sur y la segunda ciudad de Járkov en el norte, dijo el Ministerio de Defensa británico.

Járkov ha sufrido algunos de los bombardeos más intensos. Videos difundidos por residentes muestran edificios bombardeados, escombros en las calles, autos incendiados llenos de agujeros de metralla y casas en llamas.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo el domingo que casi 125.000 personas habían sido evacuadas a través de “corredores humanitarios” acordados con Rusia.

El Kremlin describe sus acciones como una “operación especial” para desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania. Pero Ucrania y los aliados occidentales lo denominan un pretexto para una guerra de anexión. (Reuters)

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