La inflación lanzó “misiles” contra la canasta básica

El Gobierno detalla las medidas que adoptará para contener el aumento de precios.

GESTOS ADUSTOS. El jefe de Estado se encamina a ubicarse en el escenario; el jefe de Gabinete parece indicarle el lugar que debe ocupar. GESTOS ADUSTOS. El jefe de Estado se encamina a ubicarse en el escenario; el jefe de Gabinete parece indicarle el lugar que debe ocupar. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

La “guerra contra la inflación”, como lo definió el propio presidente, Alberto Fernández, ha dejado varios heridos en el gabinete antes de que el jefe de Estado brinde precisiones acerca del arsenal que el Gobierno dispondrá para contener la suba sostenida de precios. Pero el escenario que le precede a este combate es agudo. El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que marca el límite de ingresos para no caer en la pobreza ha crecido durante febrero en torno a un 10% tanto en la que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para el Gran Buenos Aires como la que elabora la Dirección de Estadísticas de la Provincia para el caso de Tucumán.

En la actualidad, una familia tipo que reside en la provincia necesita $ 77.190,50 mensuales para caer en la pirámide socioeconómica. Sólo en el primer bimestre, los ingresos que un matrimonio con dos hijos pequeños tucumanos precisan para costear sus gastos alimentarios y servicios mínimos ha aumentado cerca de $ 9.000 mensuales, según los registros oficiales. En el caso de la medida por el Indec, la CBT de febrero fue calculada en $ 83.807 mensuales, un aumento de casi $ 7.000 respecto de lo que valía a fines de diciembre pasado. Menos velocidad en los incrementos ha tenido la Canasta Básica Alimentaria (CBA), el límite de ingresos para no ser considerado indigente. En Tucumán es de $ 34.306,89 mensuales para una familia tipo, mientras que en el Gran Buenos Aires es de $ 37.413,97.

Así, la Canasta Básica Total ha tenido una evolución mayor que el índice general de inflación, que ha sido del 4,7% durante el mes pasado. El aumento de la tasa de inflación de febrero está influenciado por factores externos, pero también por factores internos: la inflación núcleo se ubicó en torno al 4,5%, la tasa de devaluación se aceleró en los últimos tres meses, aunque por debajo de la inflación y algunas tarifas (naftas) mostraron un incremento que no se daba desde mayo de 2020, observa un reporte del Instituto para el Estudio sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral). De allí que no pueda considerarse este guarismo como un dato aislado, siendo que además la inflación que se espera para marzo se acerca al 5% mensual, puntualiza el diagnóstico de la entidad de la Fundación Mediterránea.

Medidas

La política monetaria tiene un efecto rezagado sobre la inflación. En los últimos ocho meses, la emisión de origen fiscal guarda una relación más estrecha con la tasa de inflación y, concentrándonos en 2021, la del último semestre fue muy superior a la del primero, pasando de 10% de la base en junio, a 47% en diciembre, explican los economistas Mariano Devita y Franco González.

“El viernes (por hoy) va a empezar otra guerra, la guerra contra la inflación”, dijo el martes Alberto Fernández durante un acto en el conurbano bonaerense. Entre otras medidas, que probablemente sean anticipadas por el jefe de Estado en su visita a Tucumán. Sin embargo, aún resta efectuar consultas a empresarios y a industriales en lo que sería un acuerdo de precios y de salarios para amortiguar el impacto de las decisiones oficiales. Entre otras se mencionan una suba de las retenciones a la harina y al aceite de soja. Con los recursos que se generen de ese incremento, de unos U$S 420 millones, se hará un fideicomiso para subsidiar a los productores locales y tratar de contener los precios en harinas y aceites. También es posible que aumenten las retenciones a la carne vacuna, con el propósito de alentar que la producción se vuelque al mercado interno. También se analizan incremento de las tasas de interés para incentivar el ahorro en pesos, además de los acuerdos de precios, con precios máximos por 180 días o hasta fines de año.

En una charla con LA GACETA el economista Eduardo Robinson advirtió que las medidas que puede tomar el gobierno, para evitar un mayor desborde inflacionario, pueden frenar la economía por algunos meses y si las expectativas del acuerdo con el FMI, se diluyen rápido porque las metas se tornan de difícil cumplimiento. De hecho, ya prácticamente, el rango del 38%-48% para este año quedó muy lejana a la vista de la dinámica inflacionaria del primer trimestre del año. “Si las expectativas no acompañan, tras la cosecha gruesa, período en el que las reservas del Banco Central suben, volverán las presiones cambiarias con aceleración de la inflación y más deterioro social. Un círculo que si no se quiebra, asfalta el camino a una hiperinflación”, argumentó.

Comentarios