Causa Malvinas: todo empezó hace 40 años en las islas Georgias

El 19 de marzo de 1982 un grupo de trabajadores que había desembarcado allí izó la bandera argentina. Fue un aviso de lo que vendría pocos días más tarde.

DOCUMENTO. La bandera argentina flameando en las Georgias.  DOCUMENTO. La bandera argentina flameando en las Georgias.
19 Marzo 2022

Hay una historia previa al desembarco en las Islas Malvinas, una cadena de episodios que se remonta a varios meses previos al 2 de abril. Uno de esos eslabones quedó anclado en las Georgias del Sur el 19 de marzo de 1982, cuando la bandera celeste y blanca flameó por obra y gracia de un contingente de obreros que habían llegado a trabajar allí. Hoy se cumplen 40 años de ese hecho, que parece un capítulo menor en la escalada que culminó poco después en la guerra con Gran Bretaña, pero lejos está de serlo. “Lo de las Georgia del Sur fue como un tubo de ensayo para Malvinas”, sostiene Federico Lorenz, historiador especializado en el conflicto del Atlántico Sur.

Ubicadas a casi 1.400 kilómetros de las Malvinas, las Georgias estaban prácticamente deshabitadas en 1982. Punto habitual en las rutas de buques pesqueros, albergaban antiguas estaciones balleneras que con el paso del tiempo habían quedado reducidas a chatarra. Justamente, para desmantelar esos galpones el empresario argentino Constantino Davidoff había logrado un contrato y con ese fin envió un grupo de trabajadores a bordo del barco ARA Bahía Buen Suceso. Pero en la dotación habrían viajado infiltrados cuatro infantes de marina, presentándose como científicos civiles, quienes impulsaron el izamiento de la bandera. Todo esto sucedió en el puerto de Leith, a 20 kilómetros del asentamiento de Grytviken.

Lorenz no confirmó la versión de los infantes “infiltrados”; prefiere mantenerlo en el terreno de las especulaciones. El que lo negó tajantemente fue Davidoff: “yo no iba a permitir que fuese un militar junto a mis trabajadores y que esto luego me arruinase. Tengo un documento de la Cruz Roja que certifica que mis operarios eran todos civiles”. Efectivamente, la guerra significó un severo perjuicio económico para el empresario, ya que perdió todos los contratos que había conseguido.

La cuestión es que, apenas descubrieron al grupo argentino, las autoridades de las islas pidieron que se arriara la bandera y que el contingente se retirara de las Georgias. Además, solicitaron a la Cancillería británica refuerzos militares en la zona. De inmediato Londres autorizó el envío del HMS Endurance, mientras que un par de días más tarde el capitán de navío César Trombetta, al mando del ARA Bahía Paraíso, recibió la orden de acudir a Leith para impedir el desalojo de los obreros argentinos.

Trombetta llegó a Leith la noche del 24 marzo y del buque descendieron 14 infantes de marina, identificados como Grupo Alfa y encabezados por Alfredo Astiz, quien años después sería condenado a prisión por crímenes de lesa humanidad. Esas jornadas en las que militares y obreros compartieron la estancia en las Georgias quedó documentada por la cámara del cineasta francés Serge Briez, quien accidentalmente había recalado en las islas mientras viajaba a filmar un documental en la Antártida. Pueden verse en distintas grabaciones disponibles en YouTube.

Durante la semana siguiente se sucedieron nerviosas negociaciones, idas y vueltas que no fueron otra cosa que el prolegómeno del desembarco del 2 de abril. Un día después, las tropas argentinas neutralizaron a las fuerzas británicas apostadas en las Georgias e izaron la bandera albiceleste.

Los ingleses se hicieron nuevamente con las Georgias poco después, el 25 de abril, al cabo de una rápida operación en la que contaban con amplia superioridad de efectivos y de armamento. Fue Astiz el que firmó la rendición.

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