26 Marzo 2022
“La negociación es difícil. Rusia se aferra a ultimátums y Ucrania no renuncia a sus exigencias: alto el fuego y las garantías de seguridad e integridad territorial”. Dmytro Kuleba, ministro de asuntos exteriores de Ucrania
BUCHA/LEÓPOLIS, Ucrania.- La ofensiva rusa sobre Ucrania cambia a objetivos más limitados y dice que se cumplieron los principales objetivos de la primera fase de la operación. El anuncio de las Fuerzas Armadas rusas sobre su nuevo foco en el Donbás suena a justificación por el estancamiento de la avanzada, tras toparse con una feroz resistencia en el primer mes de la guerra.
Moscú mostró así que está reduciendo sus ambiciones en Ucrania para centrarse en el territorio reclamado por los separatistas respaldados por Rusia. En el mes transcurrido desde que lanzaron su invasión, las tropas rusas no han logrado capturar ninguna ciudad importante.
Las fuerzas ucranianas, en tanto, pasaban a la ofensiva para recuperar ciudades en las afueras de la capital, Kiev.
En la primera gran señal de que las sanciones occidentales a Moscú están afectando a las inversiones de China, el grupo estatal Sinopec, el mayor refinador de petróleo de Asia, interrumpió conversaciones sobre una inversión petroquímica y una empresa para comercializar gas ruso.
Los rusos han bombardeado y rodeado las ciudades, asolado zonas residenciales y expulsado de sus hogares a una cuarta parte de los 44 millones de habitantes. Más de 3,7 millones han huido al extranjero, la mitad a Polonia, país que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visito ayer.
Las líneas de batalla cerca de Kiev llevan semanas congeladas, con dos columnas principales de blindados rusos atascadas al noroeste y este de la capital. Un informe de la inteligencia británica se refirió a una contraofensiva ucraniana que había hecho retroceder a los rusos en el este.
“Los contraataques ucranianos y el retroceso de las fuerzas rusas en sus líneas de suministro han permitido a Ucrania recuperar ciudades y posiciones defensivas hasta 35 kilómetros al este de Kiev”, decía la actualización. Londres proporciono a Ucrania armas y entrenamiento militar.
“El potencial de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha reducido considerablemente, lo que (...) permite centrar nuestros esfuerzos centrales en la consecución del objetivo principal, la liberación de Donbás”, dijo Sergei Rudskoi, jefe de la Dirección Operativa Principal del Estado Mayor ruso.
Una alta fuente diplomática en Moscú describió el anuncio como un posible preludio de una desescalada. “Sus objetivos de guerra son/eran más amplios que Donbás. Dejan su fuerza dividida con ataques mal coordinados en múltiples frentes por tropas no preparadas”, dijo la fuente.
Naciones Unidas confirmó 1.081 muertes de civiles y 1.707 heridos en Ucrania desde la invasión. Es probable que el número real de víctimas sea mayor.
El Ministerio de Defensa ruso admitió que 1.351 soldados rusos habían perecido y 3.825 habían resultado heridos, según la agencia de noticias Interfax. Ucrania afirma que han muerto 15.000 soldados rusos.
Volodímir Borysenko, alcalde de Borispol, un suburbio del este donde se encuentra el principal aeropuerto de Kiev, dijo que 20.000 civiles abandonaron la zona en respuesta a un llamado de desalojo para que las tropas ucranianas pudieran hacer retroceder a los rusos.
Las fuerzas ucranianas reconquistaron un pueblo a las tropas rusas el día anterior y habrían seguido avanzando pero se habían detenido para no poner en peligro a los civiles, afirmó.
En otro frente principal de las afueras de Kiev, al noroeste de la capital, las fuerzas ucranianas han intentado rodear a las tropas rusas en los suburbios de Irpín, Bucha y Hostomel, reducidos a ruinas por los intensos combates.
En Bucha, a 25 kilómetros al noroeste de Kiev, un pequeño grupo de tropas ucranianas armadas con misiles antitanque estaba cavando trincheras.
Moscú califica sus acciones en Ucrania de “operación militar especial” para desmilitarizar y “desnazificar” a su vecino. Kiev y Occidente dicen que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó una agresión no provocada. Al no poder capturar grandes ciudades, Rusia las está golpeando con artillería y ataques aéreos.
El puerto oriental de Mariúpol, una ciudad de 400.000 habitantes, ha sido el más afectado. Es la mayor ciudad en manos de Ucrania en el territorio que Rusia exige que se ceda a los separatistas.
Se cree que decenas de miles de personas siguen atrapadas sin apenas acceso a alimentos, electricidad o calefacción, mientras la ciudad ha quedado reducida a ruinas. (Reuters)
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