Tiempo de pruebas en la Selección Argentina

Scaloni tiene trabajo de cara al inicio de Qatar 2022.

Scaloni y Aimar. Archivo Scaloni y Aimar. Archivo

En los próximos días la Selección argentina tendrá dos rivales, el segundo más importante que el primero. Viajará a Guayaquil para cerrar las Eliminatorias el martes y estará pendiente de las primeras señales del destino que le deparará Qatar en el sorteo del viernes.

Tras la gran fiesta de despedida del país en La Bombonera, saldada con goleada 3-0 sobre Venezuela, la “Albiceleste” participará ahora de una celebración ajena, la de un Ecuador clasificado a un Mundial por cuarta ocasión en la historia, esta vez de la mano del argentino Gustavo Alfaro.

Todavía en cancha de Boca, Lionel Scaloni volvió a dar muestras de sensatez. “No creerse que porque se gana está todo bien o porque se pierde está todo mal”, sentenció.

Hizo bien el seleccionador argentino en puntualizar que este equipo “tiene margen de mejora”. Porque la tentación de que el árbol de las victorias sudamericanas tape el bosque de algunos funcionamientos o experimentos no del todo logrados, es grande. Y peligrosa.

Un ejemplo. De arranque, y ante la ausencia de Lautaro Martínez, el cuerpo técnico decidió apelar a Lionel Messi como falso “9”, al estilo de la apuesta -perdedora- de Jorge Sampaoli ante Francia en octavos de Rusia 2018. Y mandó a Nicolás González por derecha y a Joaquín Correa por izquierda.

La consecuencia de la sorprendente movida fue que Argentina fue inofensiva y aburrió durante la primera media hora.

A favor de Scaloni: apenas constatado el experimento fallido, hizo los cambios pertinentes, mandando al “Tucu” al centro, a Messi a la derecha y a González a la izquierda. Entonces el circuito futbolístico se recompuso y el equipo comenzó a lastimar, tal como reconoció el entrenador ante la prensa.

Por otra parte, al cuerpo técnico no parece preocupado en absoluto por la aparente falta en el plantel de un “9” de características similares al “Toro” Martínez.

Para Scaloni, su reemplazo es Joaquín Correa, a quien como era lógico respaldó públicamente pese a las tres chances de gol que dilapidó frente a la modesta “Vinotinto” de José Pekerman. “Para fallar hay que estar ahí. Me hubiera gustado que Joaquín hiciera un gol, porque se lo merecía. Pero los movimientos que hizo son los que le pedimos, no te da referencia, se asocia bien con los demás… ya entrará”, confía el técnico.

Consultado sobre si Julián Álvarez tendrá en Guayaquil su primera vez como titular, respondió hermético: “todos tienen chances, incluido Julián”. Scaloni creyó en Álvarez incluso antes de que terminara de explotar en River, pero -curiosamente- desde entonces los minutos del “Araña” con la celeste y blanca han sido mínimos.

Hay otra cuestión, que a esta altura no tiene “arreglo”. Argentina llegará a Qatar sin que su bloque bajo o sus habilidades defensivas en general hayan sido probadas a full por selecciones de fuste europeas.

Se entiende la ilusión de los hinchas argentinos, potenciada a la enésima potencia por la obtención de la Copa América en el Maracaná. Lo cierto es que deberán convivir con la incertidumbre de cuán fuerte es defensivamente su equipo hasta el Mundial mismo.

De los 44 partidos disputados con Scaloni en el banco, sólo uno fue ante una selección europea, Alemania (2-2). Y de aquí a Qatar habrá seguramente sólo uno más, la denominada “Finalissima” con Italia, devaluada hasta el piso tras su frustrante eliminación a manos de Macedonia del Norte.

Primero, se viene Ecuador. En sus festejos, y más allá de los nombres, Argentina no querrá ser mero partenaire. Y mucho menos ver terminado un invicto de 30 capítulos, a un solo partido (o tres, según la estadística que se tome) de igualar el récord histórico de la “Albiceleste” de Alfio Basile en los 90.

La liberación de las “mochilas” que pesaban sobre muchos de estos jugadores y sobre la “marca Selección”, con Messi y Ángel Di María como mejores ejemplos, permite augurar que los tiempos felices continúen, aunque la verdad última se develará recién a partir del 21 de noviembre.

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