MIAMI, Estados Unidos.- Los legisladores de Florida aprobaron un proyecto de ley que revocaría el estatus de autogobierno de Walt Disney Co., en un “ajuste de cuentas” por la oposición de la compañía a una nueva ley de ese Estado que impide la discusión de temas LGBTQ en las escuelas. La empresa, aunque tarde y presionada por las críticas, cuestionó la política de impedir el debate sobre orientación sexual e identidad de género, impulsada por un influyente sector religioso conservador, para los estudiantes.
El proyecto de ley se dirige ahora al escritorio del gobernador republicano Ron DeSantis, que seguramente lo rubricará, ya que fue su partido el que impulsó la medida, conocida como “Don’t say gay” (“No digas gay”).
La Cámara de Representantes estatal, liderada por los republicanos, votó por 70 a 38 a favor de la eliminación de un distrito fiscal especial que permite a Disney autogestionar la zona de Orlando, de más de 10.000 hectáreas, donde se encuentra su complejo de parques temáticos Disney World. El Senado estatal la había aprobado el miércoles. En un movimiento inesperado, DeSantis pidió a los legisladores que consideraran la legislación durante una sesión especial que convocó esta semana.
La ley busca eliminar varios distritos fiscales especiales, incluyendo el Distrito de Mejora de Reedy Creek en Orlando. Esa estructura hace que Disney, uno de los mayores empleadores privados del estado, y otros propietarios de tierras sean responsables de proporcionar servicios como la lucha contra los incendios, la electricidad, el agua y las rutas. En retorno, obtienen una exención de impuestos y tasas. El cambio entraría en vigor en junio de 2023.
DeSantis, un republicano que es un posible candidato a la nominación presidencial de su partido en 2024, quiere devolver el golpe a Disney por su oposición a una ley que prohíbe la instrucción en las aulas sobre orientación sexual e identidad de género para los estudiantes menores de unos 9 años.
El gobernador firmó la legislación el mes pasado y, en ese entonces, Disney fue objeto de críticas por parte de muchos miembros de la comunidad LGBTQ, incluidos algunos empleados de Disney, por no haber adoptado desde el inicio una postura pública contra la medida. Una de las voces críticas fue la de Victoria Alonso, la argentina que es presidenta ejecutiva de producción física en Marvel Studios, la compañía responsable de películas de superhéroes que tiene una alianza con Disney para la difusión de megaéxitos como Los Vengadores.
La compañía condenó después la legislación y dijo que suspendería todas sus donaciones políticas en Florida. Esta decisión desató una tormenta de condenas contra Disney por parte de muchos republicanos y líderes evangelistas de ultraderecha, que están en campaña para hacer retroceder derechos del colectivo LGBT y de las mujeres. (Reuters)