Fútbol local: la Liga les dio la bienvenida
La temporada 2022 de la Primera B liguista cuenta con algunos escudos nuevos: los de Ingenio Viejo de La Reducción, El Corte FC y Fundación Mapa. Los tres clubes tienen su propia historia para contar, pero los une la misión de brindar contención a jóvenes de condición humilde de las zonas en las que se emplazan. Para algunos, son la puerta de entrada a un futuro profesional en el fútbol.
Ingenio Viejo, el “glorioso” de La Reducción
La foja deportiva de Bruno Ruiz consigna: defensor de Mercedes, Tucumán Central, Sportivo Guzmán y Almirante Brown. Retirado a los 29, años hoy tiene 34 y además de trabajar en el área de deportes de la Municipalidad de Lules, preside desde 2018 el club Ingenio Viejo de la Reducción, uno de los nuevos de la clase en la Liga Tucumana de Fútbol.
“Asumí este compromiso basado primero en la contención social, para sacar a los chicos de la calle. Armamos merenderos comunitarios. Y como fue creciendo el número de chicos que asistían, decidimos armar categorías infantiles y jugar en torneos de la zona. Así fuimos creciendo y hoy tenemos 450 chicos de entre cinco y 18 años, no solo de La Reducción sino también de Mercedes y Lules”, cuenta el directivo del club de La Reducción, barrio ubicado detrás de la fábrica de Arcor, en el que viven entre 800 y 1.000 familias. En el predio, de tres hectáreas y media, se reparten dos canchas de fútbol 11, una de siete y existe la idea de hacer una de hockey.
“Tenemos una planificación a varios años. Nuestro objetivo es competir con las mejores escuelas. Hay muy buen material, y varios clubes importantes, como Atlético y River, han venido en busca de nuestros jugadores”, se enorgullece Ruiz, quien al igual que su papá Miguel (ex lateral del “Marino”), es una suerte de embajador del fútbol en Ingenio Viejo.
“Jugar por primera vez en Primera es para hacer despertar a toda La Reducción. Queremos ser el tercer grande de Lules y que esta aventura que iniciamos en este 2022 llegue a buen puerto. Pero por sobre todo, queremos despertar a toda la comunidad para que nos acompañen”, invita Bruno.
Como a todos, a Ingenio Viejo también lo golpeó duro la pandemia. “Vivimos dos años malos, con momentos muy difíciles, pero pudimos salir adelante. Ahora estamos en la búsqueda de sponsors. Hasta ahora, el intendente Carlos Gallia nos está dando una gran mano. Pasamos de 100 socios a 670, que pagan una cuota de $100. El objetivo es lindo, los desafíos son grandes. Hay gente que se está sumando poco a poco”, comenta Bruno.
El Sub 20 se compone de chicos de categoría 2004-2005, con 16 y 17 años, grandes promesas dirigidas por Sebastián Acuña. A la Primera (dirigida por la dupla técnica Martín Oscari-Eduardo Brandán) llegaron varios jugadores en condición de libres: el más reconocido es el defensor Jorge Ibarra, de Brown.
Un largo sueño llamado El Corte FC
Se llama Luis Alberto Valdez, pero todos los conocen como “Pato”. Tiene 40 años, es comerciante, y en su vida futbolística se desempeñó como arquero en varios clubes: Atlético Concepción, Atlético, Unión del Norte y Concepción FC. Ya fuera del rectángulo, siguió ligado al fútbol: “Pato” es el fundador de El Corte FC, otro de los clubes debutantes en la temporada 2022 de la Liga Tucumana.
“El Corte FC se llama así por nuestro barrio. El sentido de pertenencia es enorme. Nos entrenamos a la par del Cementerio Jardín del Cielo”, ubica Valdez, que no se queda solo en el mero fútbol. “Hacemos malabares porque a los jugadores además les exigimos estudiar. Tenemos turnos de entrenamiento a la mañana para que se acomoden con el horario escolar de cada uno. La mayoría de los jugadores de primera y reserva trabajan y estudian. Hacen un esfuerzo tremendo, siendo todos muy humildes pero con mucha garra para superarse en el día a día”, destaca Luis Alberto, quien opera como una figura paterna para los jóvenes del club. “A los chicos en tono de burla les decían por la calle ‘hijos del Pato’, creyendo que de esa manera los ofendían. Lejos de eso, ellos mismos se apodaron “Los Patitos”, saca pecho.
En su proyecto, Valdez cuenta con la compañía deClaudia Lencina, Rodrígo Páez, Walter Leguizamón y Dante Chino Cacho Sidán. A cargo de la preparación física está Franco Rivero y el técnico del sub 20 es Daniel Sadigursky, quien brillara en su época de jugador.
Valdez, quien es fundador, presidente y entrenador, cuenta: “entre mi niñez y mi adolescencia tuve un sueño. Se trataba de un club con estos colores (celeste y gris). Mientras como jugador pasaba por Atlético (liga), Unión del Norte, Concepción de la Banda y Concepción del sur, entre otros, observaba y aprendía cuestiones deportivas y dirigenciales. Desde el año 2002, siendo muy joven, empecé a entrenar niños, sin éxito. Seguí intentando cada cierto tiempo hasta que en 2012 y 2013 fui logrando continuidad, entrenando y haciendo jugar los chicos de manera informal. Hasta que en 2014 me junté con personas que decidieron acompañarme en esta aventura. Ulises Lencina, quien por entonces era un niño de nueve años, me vino a buscar un 25 de diciembre a la siesta con 40° de calor para entrenar, mientras todos estaban de festejo”. Ese sueño, finalmente, se hacía realidad.
Fundación Mapa, un homenaje al cielo
Fundación Mapa nació como un homenaje de Mario Páez hacia su primer hijo, que llevaba su mismo nombre y que falleció con apenas tres años a causa de una afección cardíaca. Mario Páez. Ma-Pa. “Hoy tendría 34 años. Pensé que sería futbolista”, se emociona Mario al recordarlo. El consuelo se lo dio la llegada de sus otros tres hijos: Lucas (29), Luciana (27) y Gastón (25). Los dos varones jugaron en Atlético Concepción: el primero hoy es su ayudante y el menor ascendió a la “A” en 2019 con los “Leones”.
“Decidimos jugar este año en la Primera B para darle la continuidad a los chicos de Inferiores y que no queden en la calle”, explica “Polilla”, hoy de 56 años y empleado municipal de la Banda del Río Salí. Junto a él están Mariano Leiva, Marcelo Gómez, Miguel Argañaraz y Lucas Páez. “También sumamos a los cebollitas, infantiles e inferiores al fútbol femenino a cargo del profesor Javier Núñez”, agrega.
El club nació como escuela de fútbol en 1999, con el objetivo de sacar a los chicos de la calle. “Durante muchos años jugamos en torneos barriales en distintos puntos de la provincia. En 2011 decidí crear la Fundación Mapa Deportes. Poco a poco fue creciendo y comenzamos con divisiones infantiles, contando en este momento con 50 chicos para participar en la Liga Tucumana. Hoy en día tenemos 250 chicos entre cebollitas, infantiles e inferiores. Hay una gran cantidad de jugadores que se formaron acá y hoy están en distintos clubes de la provincia. Y también afuera, como Tomás Bustos (clase 2004, enganche de Boca) y el defensor Tomás Luna (clase 2005, en Racing)”, detalla.
Mario comparte un recuerdo: una vez nos clasificamos a octavos de final en la categoría 2000 y nos tocó Atlético, que presentó los chicos de AFA. Empatamos 1-1 y después ganamos por penales. Lo curioso es que nosotros éramos dos en el banco dirigiendo, y ellos como 15, je”, recuerda.
“La Fundación se encuentra en el mismo lugar donde la creamos: la ruta 9, frente a la estación Shell y a la par del hospital Este. Una vez al año realizamos un viaje a Buenos Aires y recorremos distintos clubes como Racing, Huracán, Estudiantes, Argentinos, San Lorenzo y Boca, en condición de prueba. La fundación no cobra cuotas por enseñarle a los chicos. Queremos agradecer profundamente al intendente Darío Monteros y al legislador Gonzalo Monteros, quienes nos concedieron ese predio. Sin él sería imposible el funcionamiento del club”, resalta Páez.