Llegaron los días fríos: claves para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono

El uso de artefactos para climatizar los ambientes puede terminar convirtiéndose en un riesgo si no se toman los recaudos necesarios.

VENTILACIÓN. Es fundamental que en los ambientes circule aire fresco cuando se utilizan aparatos de calefacción. Foto tomada de: sabervivirtv.es VENTILACIÓN. Es fundamental que en los ambientes circule aire fresco cuando se utilizan aparatos de calefacción. Foto tomada de: sabervivirtv.es
18 Mayo 2022

De acuerdo al calendario, falta poco más de un mes para el inicio del invierno. Pero las bajas temperaturas ya se hacen sentir en Tucumán. Esto provoca que muchas personas pasen más tiempo en sus hogares e incrementen el uso de artefactos a gas (braseros, chimeneas, hornos y calefactores) para mantener sus ambientes calefaccionados.

¡Pero cuidado! Si nuestros equipos de climatización no se encuentran en óptimas condiciones, pueden producir un gas sumamente peligroso y que, en algunos casos, puede provocar la muerte: el monóxido de carbono (CO).

El CO, conocido también como “asesino silencioso”, se caracteriza por no tener color, olor y sabor. Se produce por la combustión incompleta de cualquier material que contenga carbono: gas, petróleo, carbón, querosén, nafta, madera, plásticos, entre otros.

“El monóxido de carbono es un gas sumamente tóxico. Ingresa al organismo a través de las vías respiratorias y se dirige a los pulmones. Desde allí pasa a la sangre ocupando el lugar del oxígeno. Esto provoca que las células no puedan nutrirse. Ahí empiezan a aparecer los síntomas clásicos porque los órganos vitales (cerebro o corazón) dejan de tener la provisión normal de oxígeno”, explicó a LA GACETA Héctor Sale, Jefe del Servicio de Neumonología del hospital Nicolás Avellaneda.

Y prosiguió: “También puede producir un daño crónico que es común que se presente en personas que viven en áreas rurales y están acostumbradas a emplear la leña o el carbón para calefaccionar o cocinar. La inhalación constante del humo de estos combustibles va a provocar una alteración dentro de los pulmones, con lo cual el tejido de los mismos se engrosa y se tornan duros dando sitio a la fibrosis pulmonar. Se manifiesta con una agitación progresiva, falta de aire y tos porque el pulmón no tiene esa elasticidad normal. Un alto porcentaje de estos pacientes terminan necesitando oxígeno permanente”.

El profesional -presidente del Colegio Médico de Tucumán- explicó que los síntomas que presentan las personas que se encuentran sufriendo un proceso de intoxicación son:  mareos, náuseas, vómitos, dolor de pecho y de cabeza. También añadió que puede producirse un compromiso de la conciencia y hay quienes presentan hipersomnia, convulsiones o cuadro de coma -especialmente en los casos más graves-.

“Ante la sospecha de intoxicación, la persona debe ser retirada del ambiente contaminado y ser inmediatamente trasladada al centro asistencial más cercano al domicilio. Ahí el profesional le suministrará el oxígeno necesario y realizará la evaluación correspondiente para determinar si se trata de una intoxicación por CO. No hay que minimizar las señales de alarma, el tiempo es valioso y perderlo puede ser fatal para la vida de la persona”, puntualizó.

Por último, Sale recomendó que se evite el tipo de climatización que funcione mediante estos combustibles. “La mejor forma para prevenir este tipo de problemas es una buena ventilación de los ambientes. También evitar el uso del carbón o la leña de modo constante porque termina produciendo un daño en el aparato respiratorio. Las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables”, concluyó.

¿Cada cuánto se deben controlar los equipos?

“Es mejor prevenir que lamentar”. Sin dudas esta frase añeja es aplicable en este caso. Para vivir una temporada invernal tranquila, segura y sin pasar frío es sumamente necesario tomar ciertos recaudos. El primero debe ser controlar cuál es el estado de nuestros equipos de calefacción.

Ramón Goyeneche, gasista matriculado, recomendó que los equipos sean revisados una vez al año. “Antes del inicio del invierno es lo mejor. El equipo al salir del régimen de trabajo queda expuesto a distintas sustancias del ambiente. Por este motivo, se aconseja que un gasista matriculado lo compruebe y le realice el mantenimiento necesario”, dijo.

También puntualizó que si la cámara de combustión no está limpia, el monóxido de carbono no sale y queda dentro del ambiente. “Esto es perjudicial para la salud”, remarcó.

Llegaron los días fríos: claves para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono

“Una de las señales de alerta de que nuestro equipo no funciona bien son las manchas negras alrededor de las paredes en los calefactores balanceados y en la tapa frontal en los de cámara abierta. También que la llama sea débil o el color de la misma sea anaranjada. Esos son indicios que cualquiera puede observar y a los que hay que prestar atención”, finalizó Goyeneche.

Producción periodística de Nicolás Córdoba

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