Estados Unidos es el donante principal de Ucrania, pero Estonia la ayuda más en función de su tamaño

El monitoreo de un grupo de investigadores alemanes calcula que el Gobierno de Zelenski había recibido 64.600 millones de euros en concepto de armas, y de asistencia humanitaria y financiera hasta el 10 de mayo pasado. El informe revela el esfuerzo gigantesco que los países del Este de Europa están haciendo para repeler el avance de Rusia

LANZACOHETES. Un vecino de Kramatorsk, en la región de Donetsk, ve pasar un transporte llevando un tanque con un proyectil. LANZACOHETES. Un vecino de Kramatorsk, en la región de Donetsk, ve pasar un transporte llevando un tanque con un proyectil. REUTERS

Estados Unidos es el sostén número uno de Ucrania, pero los países de Europa oriental con Estonia a la cabeza no se quedan atrás en cuanto a la transferencia de recursos para el fortalecimiento del Gobierno de Volodimir Zelenski en la resistencia a la invasión rusa. Según una base de datos que registra la ayuda bilateral concretada entre el 24 de enero y el 10 de mayo de 2022, Kiev recibió al menos 64.600 millones de euros (más de ocho mil billones de pesos argentinos según la tasa media de conversión de mercado) en concepto de armamento, y de ayuda humanitaria y financiera. Dos tercios del monto total provienen de una sola fuente: las arcas de Washington.

Los números surgen del “Rastreador de Apoyo a Ucrania” (The Ukraine Support Tracker), una iniciativa del Instituto Kiel para la Economía Mundial. Este centro de investigación alemán está abocado a monitorear y cuantificar las transferencias dirigidas a repeler la invasión promovida por el autócrata Vladimir Putin. La base de datos comprende a 37 gobiernos aliados y a las instituciones de la Unión Europea -UE- (debido a la falta de datos sistemáticos, quedan afuera las donaciones privadas, y las de otras organizaciones no gubernamentales o multilaterales). El rastreo de ayuda está en permanente revisión como consecuencia de los plazos que se toman los Estados para transparentar y precisar el manejo de los fondos, y de la necesidad de determinar los valores no detallados (en especial en el campo militar) en función de los precios del mercado.

“En miles de millones de euros, por mucho, el mayor partidario bilateral de Ucrania es Estados Unidos seguido por Polonia, el Reino Unido y las instituciones de la UE. Pero, en porcentaje del producto bruto interno de los donantes, los países de Europa del Este se destacan como particularmente generosos (con la causa ucraniana), y esto es aún más significativo cuando tomamos en cuenta los costos de los refugiados que aquellas naciones están acogiendo”, refiere la última versión de la investigación firmada por los expertos Arianna Antezza, André Frank, Pascal Frank, Lukas Franz, Ekaterina Rebinskaya y Christoph Trebesch. En la zona geográfica de influencia de Ucrania, el compromiso mayor detectado corresponde a la gestión del estonio Alar Karis, político con un perfil peculiarísimo: antes de llegar a la Presidencia, fue director del Museo Nacional de su país. La solidaridad polaca también sobresale si se considera su tarea en la contención de los refugiados.

El objetivo del proyecto de investigación del Instituto Kiel, institución sostenida por fondos públicos alemanes y fundada en 1914, es aportar datos para dimensionar los efectos de una guerra responsable de un sufrimiento humano y de una destrucción asombrosos. El rastreador de ayudas toma como punto de partida el 24 de enero de 2022 -y no el 24 de febrero, día de inicio oficial del ataque lanzado por el Kremlin- porque en esa fecha la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dispuso la movilización de las tropas en las fronteras de sus miembros próximos a Ucrania.

El costo de la solidaridad

A finales de enero, los países desarrollados afines a Estados Unidos se prepararon para el avance que Putin venía anticipando con manifestaciones públicas ambiguas. Pero desde entonces sostienen que, debido al peligro alto de conflagración nuclear, sólo entrarán directamente al combate en el supuesto de agresión a un integrante de la OTAN. En lugar de pelear en el campo de batalla, el bloque occidental se dedicó a disponer sanciones económicas contra el invasor, y a enviar dinero y bienes en especie al país invadido.

Hasta el 10 de este mes, los Estados Unidos había aportado 42.900 millones de euros a Ucrania. La cifra equivale al 66% del total de ayudas rastreadas entre 38 donantes por el equipo del Instituto Kiel. “Todos los países de la UE comprometieron 9.780 millones de euros. A ello hay que sumar 4.120 millones de euros de la Comisión de la UE y otros 2.000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones. Esto implica 15.900 millones de euros”, refiere el estudio. Y añade: “es llamativo que la asistencia de los Estados Unidos sea casi tres veces más grande que la de todos los países de la Unión Europea juntos, en cuya vecindad inmediata se está librando la guerra”.

El grupo de otros donantes incluye al Reino Unido, Canadá, Japón, Australia, Corea del Sur, Turquía, Noruega, Nueva Zelanda y Suiza. Este conjunto destinó en total 7.700 millones de euros en asistencia, la mayoría de los cuales proviene del Reino Unido (4.790 millones de euros) y de Canadá (2.010 millones de euros). Si se considera la ayuda a Ucrania en términos globales, resulta que un cuarto de ella corresponde al bloque de la UE.

La perspectiva de la asistencia asumida por Europa cambia si se comparan las transferencias con los tamaños de las economías -medidas en producto bruto interno o PBI- de los países que las hicieron. El Instituto Kiel observa que los países de Europa del Este están llevando adelante un esfuerzo gigantesco para sostener la estrategia de Zelenski. Sucede que Estonia, Letonia, Polonia y Eslovaquia figuran entre los diez donantes principales de Ucrania en función de su escala económica nacional. Esta perspectiva coloca en cuarto puesto a los Estados Unidos (el mayor aportante en términos absolutos), con una asistencia de alrededor del 0,22% de su PIB.

La contribución de Europa del Este es aún mayor debido al sostenimiento doméstico de los casi 6,8 millones de ucranianos que cruzaron las fronteras. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, alrededor de 3,6 millones de los refugiados se establecieron en Polonia desde que estalló la guerra. El Instituto Kiel indica que el sostenimiento de cada refugiado demanda aproximadamente 500 euros por mes al país de acogida, costo que implica para Polonia un gasto de hasta 6.000 millones de euros en el período considerado.

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