Escasez de combustibles: “Salimos sin saber si vamos a quedar tirados en la ruta”

Los transportistas tuvieron que hacer larguísimas colas en el sur de la provincia para tratar de conseguir gasoil e imploran por una resolución rápida para el conflicto

UNA LARGA FILA DE CAMIONES DETENIDOS. Una imagen reiterada a causa de la faltante de gasoil en el sur.   UNA LARGA FILA DE CAMIONES DETENIDOS. Una imagen reiterada a causa de la faltante de gasoil en el sur. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

La crisis del gasoil exhibió ayer en el interior tucumano un cuadro inquietante y sin expectativas de que mejore en poco tiempo la situación. Cientos de transportistas cañeros y otros productores amanecieron en inmediaciones de las estaciones de servicio a la espera de reabastecerse del combustible. El crudo frío hizo más angustiante la espera. Para colmo el cupo de venta se redujo, en algunos casos de 200 litros a 100 litros por unidad. En las proveedoras sin bandera el producto llegó a cotizarse a $ 190. Son las que están sacando más provecho de la situación.

La bronca de los transportistas se agitó aún más en Alberdi con el corte del tránsito que practicaron en la ruta 38 organizaciones sociales que demandan mayor asistencia del Estado. La protesta cesó al mediodía. La gravedad de la falta de gasoil, en tanto, se reflejó en los escasos transportes de caña que se vio en los canchones de los ingenios de la zona. Estas fábricas acusan una sensible reducción en su nivel de producción, a pesar de que algunas suministran el combustible a los productores una vez que depositan la materia prima. Pero no solo los camiones requieren de gasoil, sino también las enormes máquinas integrales que, en muchos casos, permanecen jornadas enteras sin poder cosechar. Sus propietarios deben deambular de un lado a otro hasta conseguir el carburante.

“Tengo la misma frecuencia semanal de viaje con gasoil hacia esta provincia. Lo que sucede es que si antes traía 20.000 litros, ahora vengo con 12.000. Esto está sucediendo en todas partes pero aquí se nota más”, comentó Carlos Díaz. El hombre es un transportista de la firma YPF que se aprestaba a vaciar su carga en una estación de servicio ubicada por la Avenida del Bicentenario de Concepción. En este sitio la cola de camiones, la mayoría de cañeros, se extendía por casi un kilómetro. El cisterna arribó ahí alrededor del mediodía desde Córdoba. Un paisaje similar que al de “La Perla del Sur” se observó en La Cocha, Alberdi, Aguilares y Monteros.

Duro golpe

“Estoy aquí desde las 5.30. Traslado azúcar de cañeros desde el ingenio La Trinidad hacia Gastona y otras localidades. Tenía previsto tres viajes, pero si me dan apenas 100 litros no creo poder completar esos compromisos. Para los que vivimos de los fletes, esta situación nos golpea fuerte”, expuso Mauro González. “Aquí hay que plantarse hasta lograr cargar. No tenemos alternativa. Llegamos con las últimas gotas de gasoil. Hay varios compañeros que se quedaron a mitad de camino y tenemos que auxiliarlos. Yo traje tirando a uno hasta aquí”, agregó. Omar Faur, transportista de caña, dijo haber vivido una pesadilla desde que salió desde una finca de Graneros con rumbo a Trinidad. Integraba al mediodía la prolongada cola de transportes que se extendía a lo largo de la Avenida del Bicentenario. “Primero me di con una protesta en la ruta que me demoró un par de horas. Después me encontré con que todas las estaciones de servicio que están a la orilla de la ruta no tenían gasoil. Alcancé a llegar hasta aquí hace más de cuatro horas. Uno pierde tiempo y dinero. Lo lamentable es que nadie sabe cuándo va a mejorar esto”, apuntó el trabajador.

“Cuando se consigue combustible es para un viaje nada más. Así nuestras ganancias se vienen abajo. Hay que tener en cuenta también que estar fuera de casa tanto tiempo, esperando cargar, representa gastos propios importantes. Rogamos que esto se normalice pronto”, dijo Franco Valdez, de La Cañada (Alberdi).

Julio Delgado, presidente del Centro de Defensa Comercial del Sur (CeDeCoS), advirtió que la crisis del gasoil ocasiona un fuerte reajuste en los costos de los fletes y demora el reaprovisionamiento de mercaderías en los negocios de comestibles, repuestos y en pequeñas y mediana empresas de producción locales. “Esta situación es grave y amenaza con terminar destruyendo nuestra economía. Los ingenios, los productores y otros particulares están sintiendo esta situación que se agravó en estos últimos días. Esperemos que el problema se supere lo antes posible”, expresó. Las intendencias, por otro lado, se han visto obligadas a suspender obras y priorizar la recolección de residuos al reducirse la provisión de gasoil que recibían para su parque automotor.

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