GINEBRA, Suiza.- La prolongada y brutal guerra en Ucrania amenaza con una crisis de hambre en el país, que probablemente se extienda a todo el mundo. Así lo advirtieron funcionarios de Naciones Unidas, cuando se cumplen 100 días desde que Rusia invadió a su vecino.
El coordinador de crisis de la ONU, Amin Awad, dijo que al menos 15,7 millones de personas en Ucrania necesitan asistencia y protección urgentes, y que la cifra aumenta cada día.
Para cuando llegue el invierno boreal, millones de personas estarán expuestas y sin posibilidades de protegerse del frío extremo, tras la destrucción de las centrales eléctricas y los depósitos de combustible. “100 días de guerra, 100 días de sufrimiento, devastación, destrucción a gran escala (...) La vida de millones de personas ha quedado destrozada”, señaló Awad.
Casi 14 millones de personas -un tercio de la población- se han visto obligadas a huir de los combates.
Entre 15 y 16 millones han podido quedarse, pero han perdido sus medios de vida. La asistencia humanitaria ha ayudado a más de 1,5 millones de personas hasta ahora, podría llegar a 8,7 millones en agosto y a 25 millones a finales de año, añadió el funcionario de la ONU.
El conflicto también ha disparado los precios de los cereales, los aceites de cocina, el combustible y los fertilizantes en todo el mundo.
Rusia y Ucrania representan casi un tercio del suministro mundial de trigo, mientras que Rusia es también un exportador clave de fertilizantes y Ucrania un importante proveedor de maíz y aceite de girasol.
Awad afirmó que se necesitan más negociaciones para desbloquear el comercio a través del Mar Negro. “Si no se abren esos puertos, habrá hambrunas, desestabilización y migraciones masivas en todo el mundo”, comentó. Agregó que la escasez de trigo y otros cereales podría afectar a 1.400 millones de personas, provocar hambre y acelerar la inflación.
La Organización Internacional para las Migraciones declaró que el 23 de mayo había alrededor de 7 millones de personas desplazadas en Ucrania.
La ONU intenta negociar un acuerdo para desbloquear las exportaciones de granos de Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que su país está dispuesto a facilitar las exportaciones de trigo de Ucrania al Mar Negro, así como los envíos de fertilizantes rusos, si se suavizan las sanciones.
Putin aseguró que los intentos de culpar a Rusia por los problemas en el mercado mundial de alimentos son malintencionados y negó que Moscú haya impuesto una prohibición a las exportaciones de granos desde puertos ucranianos.
En cambio, puso la responsabilidad del lado de los países que impusieron sanciones económicas a Rusia. “La situación empeorará porque los británicos y los estadounidenses han impuesto sanciones a nuestros fertilizantes”, dijo Putin a la televisión nacional en una entrevista.
El funcionario del Programa Mundial de Alimentos, Matthew Hollingworth, calificó los puertos del Mar Negro como una “bala de plata para evitar las hambrunas y el hambre en el mundo”. Hizo un llamado a la comunidad mundial para que encuentre formas de sacar los alimentos de Ucrania por tierra o por mar mientras dure la guerra. “Sabemos que esta guerra va a continuar, durante bastante tiempo, sin ganadores ni perdedores”, dijo Hollingworth.
Rusia dice que la invasión es una “operación militar especial” para sacar del poder a peligrosos fascistas, lo que Ucrania y Occidente califican de excusa para un ataque no provocado. (Reuters)