El juicio oral por las presuntas irregularidades en obras de la Universidad Nacional de Tucumán con fondos mineros está demorado sin fecha, a causa de que el Tribunal Oral Federal cuenta con un solo juez, debido a que los otros dos integrantes del juzgado se jubilaron en 2018 y 2021.
La causa por las obras realizadas entre 2006 y 2009, por la que se investiga el uso de $353 millones procedentes de las utilidades de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio, es una de las de mayor envergadura y tiene como acusados al ex rector de la UNT y a tres de sus colaboradores. Se trata de una pesquisa compleja, que llevó varios años, con pericias de Gendarmería Nacional y de la Procelac, y con auditoría de la Sigen. Hubo numerosas instancias judiciales que demoraron el proceso, a lo que se sumó el parate de la pandemia. El tribunal continuó funcionando con jueces subrogantes en causas de menor envergadura o con otro tipo de urgencias, pero ya el año pasado, a medida que la actividad comenzaba a acercarse a la “nueva normalidad”, con la jubilación del juez Gabriel Casas, los subrogantes anunciaron que tenían prioridades en sus lugares de origen. El único juez que quedó afrontaba problemas de salud, con lo cual el tribunal quedó prácticamente a la deriva.
Esta situación se dio en una región que arrastra desde hace años problemas con las coberturas de vacantes en la Justicia Federal de Tucumán y del NOA. Está vacante uno de los dos juzgados federales tradicionales y se espera la cobertura de cargo para el tercer juzgado; pero además se sabe que el único juez federal que está actuando –que además es “multitarea” y se ocupa de subrogancias en la región- es candidato a ocupar una vacante en la Cámara de Apelaciones. Nuestra área está además relegada en medio de la crisis de cobertura que arrastra el país entero por las dificultades propias del sistema de elección de magistrados, agravado por la profunda grieta política que ha afectado el seno del organismo de selección. Hace pocos días se hizo el llamado para algunas audiencias de análisis de propuestas entre las que se encuentra el tercer juzgado tucumano. En el Consejo de la Magistratura se aprobaron concursos para siete vacantes en Capital Federal y se discutió para cubrir una vacante en la Cámara Federal de Tucumán. Poco, si se considera que. según datos del organismo, hay 246 vacantes en el país.
Así las cosas, el Tribunal Oral Federal, con su funcionamiento ralentizado, va acumulando causas en espera, mientras la realidad va sumando futuras exigencias, como es esta nueva investigación de las obras en la UNT. Nuestra provincia, con sus legisladores nacionales, tendría que urgir para que se avance hacia la normalización de las oficinas con vacantes y para salir de esta situación de precariedad estructural que ha dominado a la justicia federal. Precariedad que ha llevado a que las causas se eternicen –como parece estar ocurriendo con la de las obras con fondos mineros- sin que se llegue a un final ni se dé las respuestas que se le requiere a la Justicia.