Expectativas por la ley de carreras cuadreras

La norma tiene avances con relación a la vieja ley, pero hay detalles que se estima que deben ser corregidos cuando sea reglamentada.

19 Junio 2022

Ante los graves hechos registrados en torno a las carreras cuadreras y tras 70 años de vigencia de su marco normativo original, el Gobierno provincial promulgó esta semana una nueva ley para regular estas competencias, sobre la base del proyecto sancionado a principios de mes por el Poder Legislativo de Tucumán.

Se trata de una actividad que produce un importante impacto económico y social en los pueblos del interior de la provincia, según expuso en el recinto de la Cámara el autor de la iniciativa, Enrique Bethencourt. Más allá de las apuestas en juego, estas contiendas llegan a movilizar miles de personas cada fin de semana, generando puestos de trabajo directos e indirectos; fomentando el consumo de bienes y servicios; e inclusive brindando un impulso favorable al turismo local. Por ello, el legislador consideró clave que las carreras cuadreras fueran restablecidas “de inmediato”.

Las competencias habían sido suspendidas en marzo pasado, por decisión del Poder Ejecutivo, luego de una serie de informes publicados por LA GACETA que daban cuenta del oscuro mundo de las carreras cuadreras, así como del manto de ilegalidad que cubrían estos eventos.

La gota que rebasó el vaso en aquella oportunidad fue el asalto multimillonario sufrido por una familia que había obtenido ganancias millonarias en estas apuestas. Pero se habían registrado otros antecedentes graves, como el homicidio del jornalero Luis Espinoza a manos de un grupo de Policías de la comisaría de Monteagudo, en mayo de 2020.

Uno de los aspectos que la nueva normativa debería mejorar, según el autor del proyecto, es precisamente todo lo relacionado a la seguridad, tanto de los espectadores como de los participantes de las carreras cuadreras.

Entre otros puntos, la ley 9.547 establece que estos eventos sólo podrán desarrollarse en lugares habilitados por las autoridades municipales y/o comunales, “bajo el estricto control directo del juez de Paz” de la jurisdicción. Para obtener el permiso, los establecimientos deberán contar con determinados elementos, como una guardia de agentes policiales; un doble alambrado a los costados de la pista para evitar el ingreso del público; un número suficiente de sanitarios en condiciones; e inspecciones periódicas para constatar el cumplimiento de todos los requisitos mínimos previstos por la norma.

Esta legislación, pese a los avances con relación al texto de 1952, recibió objeciones en el recinto de la Cámara legislativa. Si bien todavía resta el dictado de la reglamentación por parte del Poder Ejecutivo, en la oposición se advirtió que la nueva normativa no ataca de raíz la “clandestinidad” ni profundiza demasiado en lo referido a “las apuestas y el juego”. También se puso el foco sobre la falta de controles sobre los caballos para evitar el maltrato animal, a través de prácticas como el dopaje.

En el propio bloque oficialista admitieron poco antes de la votación que la redacción de la ley 9.547 todavía puede ser mejorada. Y si bien resulta positivo que se haya renovado una legislación evidentemente desactualizada, también será importante que las autoridades competentes efectúen los controles de rigor y se eleven los informes correspondientes para dotar de mayor eficiencia a la nueva norma.

Esto redundará en la continuidad de las carreras cuadreras, eventos de relevancia social, económica y cultural para miles de tucumanos, a la vez que se favorecerá la lucha y la prevención de los hechos graves que llevaron a la suspensión de esta actividad.

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