Por Marcelo Aguaysol
22 Junio 2022
ESTABLECIMIENTOS PARALIZADOS. Sin caña de azúcar para moler, los ingenios cerraron sus puertas y dejaron de producir alcohol. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
Un día agitado. De nervios en los canchones de los ingenios azucareros. De tensiones al costado de las rutas. Una jornada fría por la temperatura, pero caliente por una medida de fuerza de los transportistas de cargas de Tucumán que paralizó dos de las principales actividades de la provincia: la azucarera y la del citrus. El paro sigue siendo por tiempo indeterminado, confirmó anoche a LA GACETA Eduardo Reinoso, titular de la Asociación de Transportistas de Cargas de Tucumán (ATCT). Los huelguistas, además, continuarán al costado de las rutas. El referente había dicho que la protesta se realiza con el fin de que las autoridades aseguren “una política federal para conseguir el mismo precio del gasoil que en la Capital Federal”. “No estamos siendo competitivos ni pudiendo trabajar porque los clientes no aceptan las nuevas tarifas”, remarcó Reinoso.
En el Gobierno optaron por la cautela. Desde Buenos Aires, el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, se limitó a decir: “ante esta situación, una vez más, el Gobierno ha decidido citar a las partes involucradas”. La cumbre se hará hoy.
La parada de los ingenios significa un trastorno importante, especialmente en cuanto a perjuicio económico, por lo que implica cada arranque de ingenio, la ruptura de la cadena de cosecha-transporte-molienda de la caña, y la caída de empleos y servicio comprendidos en ello, se pronunció ayer el Centro Azucarero Argentino al promediar el paro de los transportistas.
“Con profunda tristeza lamentamos comunicar que nuestros ingenios: Usina La Florida y Cruz Alta están paralizados por falta de caña para moler debido al paro de transportistas que no permiten que lleguen nuestros camiones a las fábricas. Una decisión que pone en riesgo la actividad que representa directamente en nuestras empresas a más de 3.000 familias”. La comunicación oficial corresponde a la administradora de la Compañía Azucarera Los Balcanes, Catalina Rocchia Ferro, que anunció que ese grupo industrial debe dejar de producir por faltante de materia prima.
En una charla con LA GACETA, la titular de Los Balcanes reconoció que la medida de fuerza es una situación que causa demasiado estrés no sólo a los administradores de los establecimientos azucareros, sino a todo el personal que depende de esa actividad. “En medio de la zafra se desata una nueva tormenta. Esta es una situación espantosa y solo nos queda rezar, literalmente, para que dejen pasar los camiones a los canchones”, remarcó la industrial. Rocchia Ferro prefirió no hacer estimaciones acerca de las pérdidas que una medida de fuerza de estas características puede ocasionar en cada fábrica. Pero, de acuerdo con el volumen de su producción, puede llegar a estimarse que Los Balcanes dejarán de producir, por día, unas 30.000 bolsas de azúcar y cerca de 750 metros cúbicos de alcohol hidratado.
Otro de los ingenios que resultaron afectados por el paro de transportistas fue el Concepción. Si bien reconoce que el reclamo de los transportistas es legítimo frente a la disparidad de precios del gasoil en el país, su propietario, Emilio Luque, sostuvo que habrá pérdidas millonarias, pero lo que es más preocupante, obreros sin sus jornales. En el caso de esta fábrica, de la que dependen unos 1.400 obreros, la paralización de sus actividades implica una merma de 44.000 bolsas de azúcar diaria y de unos 300.000 litros de alcohol que se dejan de producir. “Hay que esperar que este problema se resuelva en el corto plazo”, indicó Luque.
La situación ha causado la reacción de los gremios que representan a los obreros del surco. El secretario adjunto de la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar (Fotia), Luis González, indicó a nuestro diario que la situación se torna muy complicada porque los obreros se desempeñan por el jornal y, cuando no hay actividad, no cobran. “Es justo el reclamo de los transportistas, pero no queremos que nos perjudiquen porque, como ellos, necesitamos trabajar y el obrero del azúcar lo hace por temporada, únicamente durante la zafra, y los transportistas durante todo el año”, diferenció.
González acotó que los obreros no buscan la confrontación, sino que se trate de buscar la mejor solución posible sin causar daño a otros sectores de la economía.
Más allá de la convocatoria realizada para hoy por el Poder Ejecutivo, los industriales azucareros realizaron ayer una reunión informal en la que se analizó el panorama que se les presentará en caso de que la medida de fuerza se extienda por más tiempo. “Corremos el riesgo de que se rompan las calderas, al pararlas y volverlas a encender”. “Si sigue todo esto, están en riesgo los puestos laborales”. “No sabemos qué pasará con las heladas y el grado de afectación en los campos”. Estas fueron algunas de las reflexiones durante ese encuentro.
También en la actividad citrícola hay preocupación. Los principales referentes del sector señalaron a LA GACETA que el paro afectó al transporte de corta distancia, particularmente. “El tiempo de producción que se pierde no se recupera, porque el limón madura y luego no podrá ser exportado”, dijo uno de los principales citricultores tucumanos. Si bajan los rendimientos habrá menos toneladas para comercializar en el exterior. Por caso, en promedio, Tucumán llega a exportar unas 15.000 toneladas por semana. En el citrus trabajan más de 30.000 obreros que resentirán sus ingresos si sigue el paro. Uatre se pronunciará hoy acerca de la medida de fuerza.
Enfrentamientos: puja entre transportistas y obreros de un establecimiento azucarero
Durante la primera jornada de protesta, transportistas y obreros del ingenio La Florida protagonizaron uno de los mayores momentos de tensión en la rotonda ubicada en la zona de Los Gutiérrez, en Alderetes. Según consignaron a LA GACETA fuentes policiales, no hubo cortes de caminos, pero sí hubo reacciones cuando un camión intento ingresar al establecimiento azucarero. Los uniformados trataron de dispersar a ambos grupos, que arrojaron piedras. A raíz de estos hechos hubo 10 demorados y se secuestró una decena de motos.
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