Escuchando a Ernesto Cherquis Bialo hablar de fútbol, dijo algo muy claro: Lionel Messi y la Selección Nacional son lo único que nos une como país, sin distinción política ni nada por el estilo. Como aquel fatídico 20 de noviembre de 2020, cuando falleció Diego Maradona y todo un país lloró al ídolo máximo del fútbol. Hoy, con el Mundial de Qatar a unos meses, ilusiona de nuevo a los argentinos la idea de levantar por tercera vez el título mundial. Lo que dijo el Sr. Cherquis es verdad: ¿Cómo puede ser que un grupo de futbolistas, cuya gran mayoría juega en el extrajero y no saben ni lo que pasa en este país, llegue tanto a toda una sociedad que por un mes está paralizada frente al televisor? ¿Será que buscamos en ellos la salvación, como la buscamos en Maradona? Hoy todo el mundo habla de “un Messi argentino”, de un hombre que está haciendo simbiosis con el pueblo argentino, dado que hace varios años muchos decían que era español o catalán; entonces el exitismo va de la mano, es algo increíble ver gente que está endeudándose comprando el televisor para ver el mundial y algunos tienen ya el pasaje para ver la Copa. Es una cosa que no tiene lógica, que tanto denigramos a este país y en todos lados apoyan a la Selección Argentina. Wembley parecía un estadio acá a la vuelta, no a miles de kilómetros. Entonces si esta es la respuesta a la grieta, que la Selección Argentina juegue todos los días y salga Campeón; como dijo Charly García, la alegría no es solo brasileña.
Fernando Esteban Saade