El reclamo de los estudiantes de la Escuela de Enfermería dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) reinsertó el debate sobre la posibilidad de que la Escuela sea elevada al rango de Facultad. El domingo, el decano de la Facultad de Medicina, doctor Mateo Martínez -junto con otros directivos- opinó sobre el proyecto Facultad propulsado por docentes de Enfermería y compartió a LA GACETA su postura y dijo, entre otras cosas, que el terreno no está muy claro: “tenemos comunión de intereses las mismas profesiones. Hoy en la Escuela funcionan tres carreras: Obstetricia, Tecnicatura en Estadística y Enfermería. Enfermería se ha hecho muy importante, tiene muchos alumnos. ¿Se va Enfermería sola y quedan las otras dos carreras? Es un terreno que no está claro”.
En este sentido, Angelina Liezun, docente de Enfermería, sostuvo: “Es grave lo que el doctor expresa. Es lamentable que un decano desconozca el hecho de que si la Escuela se va, lo hará con todas sus carreras y que docentes y no docentes tendrán asegurados sus puestos de trabajo, como así también todos los graduados recibirán su título con la misma validez que si lo recibieran en la Facultad de Medicina”. Agregó que “se trata de expresiones inexactas que intentan romper este deseo de libertad. Aquí se mueven muchos intereses personales particulares, lo que intentan es quitarnos este sueño de libertad y este derecho a ser libres, pero sobre todo desinformar”.
Manifestó que este deseo de Enfermería de consagrarse como Facultad les abre un abanico de nuevos derechos que antes, por depender de la Facultad de Medicina, no tenían. “Si pasamos a la órbita de Rectorado como escuela independiente para luego ser facultad, tendremos todos los derechos que como ciudadanos universitarios nos corresponden, que por ser dependientes de la Facultad de Medicina, todo este tiempo fueron limitados. La decisión del Rectorado en aceptar este pedido es un ejercicio previo a nuestro pedido esencial, que es ser facultad. Ser una escuela independiente traería ventajas que ahora no tenemos; nos permitiría tener un vínculo directo con el Rectorado y manejar nuestros fondos”, aseguró Liezun.
Además, uno de los argumentos más fuertes que lanzó Martínez para justificar la demora en responder a este pedido fue la falta de presupuesto. “Es un problema presupuestario. Como administrador de recursos, entiendo la renuencia del Rectorado en avanzar sobre ese tema”, dijo.
Sobre esto, Liezun comentó: “la diferencia presupuestaria no es tan grande, porque nosotros tenemos una estructura académica y administrativa mínima para desarrollarnos que nos permitiría tranquilamente pasar a ser Facultad. Además, nosotros hicimos un análisis presupuestario cuando elaboramos el proyecto y es mínimo. Así que no podría ser una excusa de la Universidad para no transformarnos”.
“Se espera que en esta nueva sesión del Consejo el proyecto pase a la comisión de Presupuesto. Observo una actitud muy positiva del Rectorado, y creo que con lo que Enfermería significa para esta Universidad, hablar de presupuesto con motivo de retrasar el proceso, sería realmente muy ingrato. Sería una desvalorización a nuestra escuela que tanto aporta a la Salud”, cerró Liezun. (Producción periodística: Bárbara Nieva).