Billetera virtual: la comodidad de decirle adiós al dinero en efectivo

Crece el uso de estas aplicaciones móviles que permiten pagar en comercios o abonar facturas de servicios sin andar con plata a cuestas. Las ventajas y las limitaciones.

03 Julio 2022

Salir de casa despreocupado por cargar efectivo o por si habrá un cajero con dinero cerca; pagar el gimnasio o la boleta de la luz, a cualquier hora, desde la comodidad del sillón; o sentarse a tomar una merienda y abonar con sólo escanear un código QR con el teléfono. Esas son apenas algunas de las posibilidades que ofrecen hoy las billeteras virtuales, cada vez más elegidas por las nuevas generaciones por su comodidad y practicidad.

Las restricciones provocadas por la pandemia aceleraron la innovación y la expansión de todo lo vinculado con lo digital. Las operaciones financieras con soporte tecnológico crecieron exponencialmente en los últimos años. En este contexto toman impulso las entidades conocidas como fintech, que son compañías no bancarizadas que hacen un fuerte uso de la tecnología para ofrecer servicios y soluciones financieras desde dispositivos móviles.

La definición fintech es una conjunción abreviada de los términos “finanzas” y “tecnología” en inglés. Dentro de ese espectro, hay compañías que funcionan como Proveedores de Servicios de Pago, que son precisamente las billeteras virtuales. Estas ganan terreno especialmente entre personas jóvenes y quienes están por fuera del sistema bancario del país. Es una forma de “inclusión financiera” que permite manejar la plata de forma fácil, rápida y segura a través de una aplicación. Tal es el caso de Finket, una billetera virtual que desembarca en Tucumán de la mano de LA GACETA, que está disponible en Google Play y con la que también se podrá acceder a los beneficios de Club LA GACETA.

Las ventajas

Están apuntadas hacia la agilidad de los procesos y la experiencia de usuario. En términos generales, ofrecen al usuario: depositar y retirar dinero a través redes extrabancarias, como Rapipago; en comercios adheridos; y también extraer plata de cajeros automáticos (algunas permiten solicitar una tarjeta prepaga Mastercard para poder operar). También recibir y realizar transferencias a través de un CBU, CVU o alias; pagar por bienes y servicios con código QR (operativa que va en auge en Tucumán); generar links de pago y enviarlos por WhatsApp, mail o sms. Brindan, además, la posibilidad de abonar los servicios escaneando la boleta o buscando por empresa; pagar las plataformas de música y videos on demand; recargar el crédito en empresas de telefonía celular o de firmas de televisión digital.

Las billeteras virtuales también otorgan la posibilidad de solicitar préstamos de forma online (sujeto a aprobación); sacar un seguro; consultar los movimientos; obtener descuentos exclusivos en comercios y en supermercados seleccionados; e incluso dar de alta un pequeño negocio para cobrar de modo digital. La mayoría de las aplicaciones de este tipo no tienen ningún costo de descarga ni mantenimiento, pero sí puede haber ciertas operaciones con comisiones y/o cargos que son notificados.

Innovación vs. tradición

¿Cuál es la diferencia con las cajas de ahorros de las entidades bancarias tradicionales? Hay algunas operaciones que por el momento las compañías fintech no brindan por ser entidades emergentes, como ser: recibir el pago de haberes de parte del empleador; obtener el depósito de jubilaciones, pensiones y asignaciones por parte del Estado. Hasta aquí hay otras operaciones que se mantienen exclusivas de los bancos, como la compraventa de moneda extranjera en el mercado oficial; la obtención de tarjetas de crédito; o crear un plazo fijo.

Respecto al último punto, cabe señalar que hay billeteras que ofrecen la posibilidad de suscribirse a fondos comunes de inversión, aunque a tasas inferiores. La ventaja es que permite el rescate inmediato del dinero, cualquier día de la semana y a cualquier hora.

En materia de seguridad, las billeteras virtuales han complejizado sus parámetros y se apoyan en datos biométricos para verificar la identidad del usuario. En el proceso de registración de estas aplicaciones se suele verificar el número de celular y la identidad de la persona con el escaneo de su DNI, y encriptan la información. También ofrecen la posibilidad de elegir el acceso a través de la lectura de la huella digital o el escaneo del rostro. Y, en casos de robo o extravío del celular, las compañías ofrecen un soporte para bloquear el dispositivo para que nadie haga uso del teléfono ni de la aplicación.

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