A partir de que el Gobierno anunciara un incremento de 10 puntos porcentuales en la retención a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para el consumo de divisas para viajes y gastos en el exterior, el dólar turista pasó a costar $236,25 porque al valor del dólar minorista ($135,25) hay que sumarle un 30% de impuesto PAIS y otro 45% de Ganancias. Desde ese momento, la suba del dólar blue viene registrando importantes subas. Incluso, en la jornada de ayer se ubicó en $293 y alcanzó una cifra récord. Este nuevo escenario también abrió un sinfín de interrogantes para los viajantes que tienen la posibilidad de recorrer otros países y para ellos la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP) enfatizó que esta decisión “forma parte de las distintas medidas tomadas por el Gobierno destinadas a garantizar el equilibrio fiscal y promover la solvencia del Estado como promotor de la actividad económica”.
La medida se encuentra vigente desde el pasado jueves 14 de julio y dejó excluida a las compras de moneda extranjera para atesoramiento, por lo que esto no impacta en la cotización del dólar solidario. En este contexto y considerando la disparada en la cotización del dólar paralelo, la opción más conveniente para realizar los gastos en el exterior es usando el dólar tarjeta ($ 236). No obstante, no hay que olvidar que las transacciones quedan registradas en la AFIP.
La medida no solo afecta a los turistas que viajan fuera de la Argentina, sino también a todos aquellos que pusieron su tarjeta para pagar servicios de streaming de música y video de proveedores extranjeros. Por eso, ahora pagar Netflix, Spotify o HBO se volvió más caro. Estos servicios digitales tienen un tratamiento distinto por lo que su precio en pesos surge del valor del dólar minorista más la suma de un 8% de impuesto PAIS (según el artículo 17 del decreto de reglamentación de la ley de emergencia que se publicó en el Boletín Oficial del 28 de diciembre de 2019), el 45% de Ganancias y un 21% de IVA (decreto 354/2018). En total, al valor del servicio se le agrega un 74% de impuestos (un punto menos que el dólar tarjeta) y ese dólar termina costando $235,33.