19 Julio 2022
Cuál es el significado escondido detrás de la "chorilenta".
Un comedor de Rosario y otro de Granadero Baigorria, en Santa Fe, comenzaron a preparar “chorilentas”, chorizos rellenos de polenta y carne, por la falta de recursos económicos para la alimentación de las familias.
Según detalla Cronica.com, los espacios comunitarios suelen buscar alternativas para brindarle la mejor respuesta a las necesidades de las vecinas y vecinos de los barrios. En esta oportunidad, un comedor de Rosario se sumó a la iniciativa de elaborar chorilentas, un plato que se originó en 2001.
El espacio “Madres Unidas”, situado en el norte de la ciudad (Ghiraldo al 2100) comenzó a preparar los chorizos rellenos con polenta y trozos de carne, al igual que el comedor “Un Sol”, de la localidad de Baigorria. Si bien, en ambas instituciones llegan a entregar hasta 500 raciones de comida, esta vez no se trata de un menú más.
“Esto no es para comer, sino una protesta por falta de recursos”, aseguró Ana María, responsable de la entidad comunitaria, en diálogo con Telenoche Rosario. De esta manera, buscan captar la atención de la sociedad y del Gobierno Nacional, para recibir las donaciones requeridas para superar la crisis económica.
“Está teniendo repercusiones en todo el país porque es una problemática de todos los comedores”, aseguró otro miembro que colabora en el comedor rosarino. Además, enfatizó en que no se trata de “un menú”, sino que más bien “es una protesta pacífica con un mensaje triste”.
“Chorilenta"
Este curioso plato comenzó a elaborarse en el comedor “Un sol”, ubicado en el barrio Nuestra Señora de la Paz (Caracas y La Paz), en Baigorria. Sin embargo, en Rosario también decidieron incorporar esta preparación a la parrilla, aunque no sea una comida de todos los días.
“Es una parte representativa para protestar. A los chicos se les hace guiso, menudos y arroz”, aseguró Walter Vallejos, referente del espacio. Además, destacó que la chorilenta surgió entre el 2000 y 2001, por parte del comedor Los Gatos, ubicado en la zona sur de Rosario.
“Una pequeña cuota de humor dentro de la gravedad que estamos pasando”, explicaron desde ambos comedores. No obstante, la comida no les alcanza para cubrir las 500 raciones diarias, por lo que piden donaciones de alimentos, utensilios y también juguetes para los chicos.
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