Señales de alerta en la nueva ruta 38

25 Julio 2022

La nueva ruta nacional 38, que atraviesa la provincia desde Famaillá hasta la parte sur de Alberdi, comienza a exhibir algunas pequeñas señales de deterioro, además de que tiene varios de los problemas que caracterizaron a la vieja carretera, ubicada al oeste de esta vía, como momentos de gran congestión vehicular.

Esta ruta, concebida como autopista necesaria para resolver los conflictos que se habían generado en la vieja carretera hoy llamada 301, que atravesaba los pueblos y ciudades nacidos en la zona azucarera de tal modo que en algunos casos ya era una avenida más, como puede apreciarse cabalmente en Concepción y Aguilares, ciudades de intensa circulación vehicular. Hasta que se motorizó el proyecto, con el nuevo siglo, habían pasado unas dos décadas de expectativas siempre frustradas por falta de fondos. Y cuando se la concretó, por etapas, fue parcialmente desvirtuada porque no se hizo una autopista sino una ruta separada entre uno y cuatro kilómetros de la vieja calzada, de modo que conservó los riesgos de las calzadas de doble mano, si bien descomprimió parte del intenso tránsito que saturaba a la 301. No sólo se desvirtuó porque no se construyó la autopista, sino que se fue haciendo en etapas hasta 2015, cuando se habilitó el último tramo que unía el sector del acceso a Alberdi con la vieja 38 en el sector cercano a la ruta 308 que lleva a Graneros. Pero ese sector de la nueva traza pronto debió ser sometido a reparaciones a causa de deficiencias en la estructura de los puentes y luego fue clausurado. Desde entonces un montículo impide el paso desde ese acceso.

Quien recorra la ruta entre Alberdi y Famaillá podrá observar, durante la semana, la gran circulación de camiones que generan largas colas de vehículos de uno y otro lado de la calzada, pese a que algunos de los accesos –Famaillá, Monteros, Aguilares- hay carteles que indican “Prohibido tránsito cañero- transportes por ruta alternativa”. También es posible ver los campos negros al costado de la ruta, producto tanto de la quema de caña como de pastizales y, no obstante la quema, se ven altos pastos en los sectores de puentes y terraplenes, que afectan la visibilidad y en los cuales podrían estar escondidos animales. La única referencia al riesgo es un cartel en Aguilares que advierte de animales sueltos. También se puede observar el comienzo del deterioro en la calzada en el sector cercano a Concepción, deterioro que, si no es resuelto, derivará en baches, lo cual ya se puede verificar en las banquinas en Concepción y Monteros y en la curva de acceso desde Famaillá hacia la ruta.

La nueva 38 carece de cartelería que indique límites de velocidad. En algunos casos, como en el acceso a la ruta 321 que vincula con Lules y García Fernández, esta otra carretera no tiene pintura pavimental ni carteles. Una mirada atenta podrá contabilizar varias casillas y carteles de recuerdo de víctimas de accidentes, así como alguna estrella amarilla. Y está muy cercana la tragedia de los cuatro jóvenes de Alberdi que se estrellaron contra el montículo de Alberdi.

Cabe preguntarse cuánto tiempo deberá pasar entre el comienzo de una obra importante y su habilitación completa. Esta nueva ruta 38 ya lleva dos décadas; aún falta que se la termine de convertir en autopista –se anunció como inminente la concreción del tramo entre Famaillá y Monteros- y las pequeñas señales de deterioro indican que no se está haciendo el mantenimiento adecuado. Mientras tanto, se anuncian muchas nuevas obras para la Provincia. Sería importante que se considere la importancia de la conservación de esta importante carretera y la optimización de las condiciones para una circulación cómoda y segura.

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