Cultivos invernales: clave en los sistemas productivos del NOA, con doble beneficio

Sea por la posible renta, o por mantener limpios los lotes, conviene sembrar.

OPCIÓN. Aunque este año resultó difícil tomar la decisión de sembrar, en general los productores se inclinaron por hacerlo; sobre todo los que tuvieron soja corta y liberaron sus lotes en abril.  OPCIÓN. Aunque este año resultó difícil tomar la decisión de sembrar, en general los productores se inclinaron por hacerlo; sobre todo los que tuvieron soja corta y liberaron sus lotes en abril.
13 Agosto 2022

Los cultivos invernales cumplen un rol importante en los sistemas productivos del NOA, ya que si arrancan con buenos contenidos de humedad y se dan todos los parámetros climáticos para que los cultivos prosperen, seguramente generarán una renta que el productor de granos necesita; y si por algún motivo esto no sucede y los cultivos no crecen y se desarrollan adecuadamente debido al déficit de algún factor, en general actúan como cultivo protector o de servicios, lo que igualmente trae beneficios posteriores al productor de granos. Lo dijo Daniel Gamboa, coordinador de los programas Trigo y Maíz de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

“El contenido de agua en el arranque de los cultivos resulta fundamental, sobre todo durante la ventana de siembra. Pero también es bueno saber y tener presente el aporte de humedad en los meses que pasaron y el agua almacenada que hoy tienen los suelo para el cultivo”, señaló.

Añadió que este año, tomar la decisión de siembra fue difícil, porque el agua faltó desde el principio. “Pero en general los productores decidieron sembrar; sobre todo los que tuvieron soja corta y liberaron sus lotes en abril. Estos son los trigos en mejores condiciones y mejor armados”, dijo.

En las siembras más atrasadas, los lotes iban perdiendo agua y por lo tanto fue más difícil lograr una planta de buena estructura. De todos modos, no hubo aporte de lluvias importantes, por lo que resultó decisivo el almacenaje de agua al momento de la decisión de siembra. “En general los trigos se hicieron defensivamente, arriesgando poco; se sembraron después de sojas cortas, por lo que aún es temprano para determinar superficie, ya que las imágenes satelitales todavía no son de calidad debido al estado de los trigales. Esto sucederá un poco más adelante en la cual el satélite podrá tomar una mejor imagen”, dijo Gamboa.

Consideró necesario destacar que aun cuando no había suficiente agua en los suelos los productores sembraron, ya que muchos tienen el criterio de tener lotes limpios durante el invierno, y que lleguen luego al verano de la mejor manera posible. “Esto ayuda mucho a pesar de que de esa forma no sea el mejor trigo como renta, pero sirve de mucho que sea usado como cultivo de servicio, para llegar lo más limpio posible a la siembra de verano”, explicó.

Recordó que este año asoma sufrido y duro, sumado a las heladas que se dieron en mayo, que afectaron algunos lotes con la pérdida de hojas, lo que hace más difícil la recuperación de las plantas.

“La campaña es difícil, no sabemos si la situación cambiará. Esperemos que haya algún aporte hídrico en el momento en que empiecen los trigos a espigar, cuando necesitan agua. Todavía los trigos están en carrera, pero el año viene muy complicado, por lo que no podemos cerrar ni definir nada ahora. Hay lotes que están mejor -sobre todo los que dan hacia el pedemonte-, y hay otros más complicadas hacia el este y el sur de la provincia”, puntualizó Gamboa.

Consideró que los datos que determinaron las secciones de Suelo y Agrometereología son muy válidas y muestran la realidad por la que hoy están pasando los cultivos de invierno. “Igualmente hay que esperar que avancen los lotes cuando haya espigas y ver cuál es el comportamiento final de los lotes para determinar qué es lo que puede suceder con la campaña en lo que respecta a las diferentes variedades y a los manejos de campo que muchas veces definen situaciones”, indicó.

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