Un satélite diseñado por estudiantes del Técnico de Aguilares es semifinalista

El equipo, diseñado para retornar intacto, servirá para medir temperatura, presión y calidad del aire, entre otros datos de la atmósfera

CREACIÓN Y SUPERVISIÓN. El proyecto es llevado adelante por los alumnos, que reciben la guía de sus profesores. CREACIÓN Y SUPERVISIÓN. El proyecto es llevado adelante por los alumnos, que reciben la guía de sus profesores. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Estudiantes el Instituto Técnico de la UNT de Aguilares construyen un satélite sub-orbital que está destinado a medir parámetros atmosféricos. Tiene la relevancia de aportar un sistema novedoso para el seguimiento de los cambios que opera el ambiente.

El proyecto es uno de los 28 preseleccionados entre 900 que se presentaron en el marco de un concurso nacional que promovió la Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales (Conae), dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Estuvo destinado a escuelas técnicas y el Instituto es el único de Tucumán que quedó entre los semifinalistas. Ahora enfrenta la etapa final en la que solo quedarán cinco satélites que tendrán en octubre próximo el privilegio de ser lanzados al espacio en prueba desde la base que tiene la Conae en Córdoba.

“Nuestro dispositivo posee la misión de medir temperatura, presión y calidad del aire, entre otros datos. Este satélite no entra en órbita, regresa a la estación terrenal con la información a través de un sistema controlado, semejante a un dron, pero con la característica de aterrizaje de un mini-parapente. Este aporte ha sido innovador y nos valió estar en esta última instancia”, contó Juanita Bornes, diseñadora de software, una de las estudiantes que trabaja en el armado del aparato.

La proyección del satélite fue hecho a través de una impresión en 3D. Tiene una dimensión de 7 centímetros de diámetros por 25 centímetros de largo. En el proyecto trabajan estudiantes del quinto, sexto y séptimo año de la modalidad Técnico Mecánico y Electricista. “Es un tamaño casi similar a la de una lata de gaseosa. Ahí hay que introducir y ajustar todos los sensores y otros dispositivos que registrarán los datos para el que se lo prepara. Será monitoreado desde la base y estamos abocados a una tarea tendiente a que todo salga perfecto”, manifestó Bruno Villagra, diseñador del parapente. Alejo Medina y Lautaro Aguirre, fueron los responsables del diseño asistido por computadora.

Novedoso

El docente encargado del proyecto es Dario Luchesse Vides. Con el también trabajaron en la asistencia los profesores Juan Mazzuco, Gustavo Poch y Ricardo Amaní. “Aquí se está en una labor integrada en una iniciativa que nació de los estudiantes y tomó impulso merced a la capacidad y conocimiento que comenzaron a exhibir cada uno en las distintas etapas del proyecto. Uno como docente los orientó, pero fueron ellos los que hicieron el diseño computarizado y los otros detalles”, contó Luchesse Vides.

“Dejar librado el proyecto a los estudiantes y a su propia capacidad creativa, dio su fruto. Asomaron chicos que revelaron tener una enorme destreza en el diseño y conocimiento tecnológico. Así nació un satélite suborbital que tiene la particularidad de retornar a tierra intacto con datos inmediatos y de enorme valor para el seguimiento de la evolución de la atmósfera en estos tiempos de cambios climáticos” apuntó Poch.

“El hecho de que seamos uno de los 26 preseleccionados del país, ya es algo gratificante. Además, somos los únicos de la provincia. Y es un logro que cosechó bastante elogios entre el jurado y que nos alienta a creer que podemos resultar finalistas. Con esa idea trabamos en la última etapa del proyecto para que en octubre nuestro satélite sea uno de los cinco a ser lanzados desde Córdoba”, anheló Mazzuco.

Al resultar semifinalistas, la Conae envió al establecimiento un kit con los elementos tecnológicos necesarios para el armado del dispositivo. En el laboratorio del Instituto se advierte un clima intenso de trabajo entre los estudiantes bajo la asistencia de los docentes. “En esto hay riesgos que hay que tratar de reducir al máximo a fin de que todo salga bien. Es decir que tenemos por adelante el desafío de estar entre los cinco y al final de que nada falle. Por eso hay muchos nervios”, advirtió Mazzuco.

El Instituto Técnico de la UNT de Aguilares fue creado el 14 de abril de 2005. Desde entonces es un referente en la formación de técnicos en el sur tucumano. Al moderno y amplio establecimiento, ubicado al oeste del municipio, asisten unos 400 alumnos.

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