Un segundo asteroide impactó contra los dinosaurios

Científicos hallaron un enorme cráter llamado Nadir en el Océano Atlántico, en la costa africana. Esta roca espacial pudo haber contribuido a la desaparición en el Cretácico.

21 Agosto 2022

La teoría más convincente de la extinción de los dinosaurios sostenía el impacto de un gran asteroide que cayó en Chicxulub, México, hace 66 millones de años. Sin embargo, se ha descubierto evidencia de un segundo gran choque que se produjo casi al mismo tiempo que el del primer asteroide.

Además del cráter de Chicxulub, un grupo de científicos encontró otro denominado Nadir que sugiere el impacto de un asteroide “gemelo” debajo del Océano Atlántico Norte cerca de África. Esta nueva depresión tiene un diámetro de 8,5 kilómetros y se cree que fue causada por una roca espacial de 400 metros de ancho, según informaron los investigadores en un artículo de Science Advances.

Fue hallado casi por casualidad cuando Uisdean Nicholson, geólogo de la Universidad de Heriot-Watt (Escocia), estudiaba la tectónica del Océano Atlántico para saber cómo era hace 100 millones de años. Sin embargo, al enviar vibraciones hacia el lecho marino, Nicholson encontró una profunda cavidad que, por su forma circular, indicaba un impacto de un cuerpo espacial.

El científico había estado analizando datos de estudios sísmicos buscando un lugar para perforar y comprender mejor los cambios climáticos pasados en la Tierra. Dichos registros contemplan las diferentes capas de roca y sedimentos subterráneos, a menudo a una profundidad de varios kilómetros. Así fue como halló el cráter que habría permanecido oculto durante décadas. Éste se encuentra a más de 300 metros debajo del lecho marino, a unos 400 kilómetros de la costa de Guinea, en África Occidental.

“Estas investigaciones son como un ultrasonido de la Tierra. Probablemente pasé los últimos 20 años interpretándolas, pero nunca había visto nada como esto. La forma de Nadir es el diagnóstico del impacto de un asteroide. Tiene un borde elevado que rodea un área central levantada y luego capas de escombros que se extienden hacia afuera, que es consistente para cráteres de impacto grandes”, precisó Nicholson. “También tiene lo que parece ser material eyectado fuera del cráter, con depósitos sedimentarios muy caóticos que se extienden por decenas de kilómetros fuera del cráter. Las características simplemente no son consistentes con otros procesos de formación de cráteres como la extracción de sal o el colapso de un volcán”, agregó.

Por su parte, Sean Gulick, uno de los descubridores del impacto de Chicxulub, felicitó a Nicholson y su equipo por este hallazgo. “Si bien es mucho más pequeño en cuanto a la extinción que causó el impacto de Chicxulub, su existencia misma nos obliga a investigar la posibilidad de un cúmulo de impacto en el último Cretácico”, dijo. Se estima que el asteroide que creó el cráter Chicxulub en el golfo de México tenía unos 12 kilómetros de diámetro. Tal efecto abrió una depresión de 200 kilómetros de ancho y, en el proceso, desencadenó poderosos temblores de tierra, tsunamis y una tormenta de fuego global. Además, el impacto arrojó tanto material polvoriento al cielo que la Tierra se hundió en un profundo congelamiento. Los dinosaurios no pudieron sobrellevar el choque climático.

En comparación, los efectos de un asteroide capaz de provocar un cráter del tamaño de Nadir habrían sido mucho menores. Según los datos sísmicos, los sedimentos impactados por el asteroide probablemente correspondan con el límite Cretácico-Paleógeno, una capa sedimentaria que marca el final del período Cretácico y la última aparición conocida de dinosaurios. Sin embargo, existe cierta incertidumbre sobre el momento preciso del impacto.

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