La dura infancia de Magdalena Ruiz Guiñazú: de tejedora a traductora

Además de su labor en los medios, publicó novelas y relatos de ficción y fue miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).

La dura infancia de Magdalena Ruiz Guiñazú: de tejedora a traductora
06 Septiembre 2022

La noticia del fallecimiento de la emblemática periodista de radio y televisión, Magdalena Ruiz Guiña, la dio a conocer en la mañana de hoy Jorge Lanata en su programa de radio. Desde ese momento, referentes de la política y del espectáculo y la sociedad argentina en general, lamentan su muerte con sentidos homenajes en las redes sociales.

Hija del ex ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Enrique Ruiz Guiñazú y María Celina Cantilo Ortiz Basualdo, Magdalena era la menor de 9 hermanos. Su infancia no fue fácil, su crianza estuvo marcada por las idas y vueltas en la economía de su familia, y fueron los distintos trabajos por los que le tocó pasar para ayudar a su clan los que la ayudaron a convertirse en una profesional del periodismo: hizo desde tareas administrativas en una revista hasta tejidos para bebés.

En una entrevista que le brindó a la activista por los Derechos Humanos, Graciela Fernández Meijide , Ruiz Guiñazú contó que tuvo nueve hermanos mayores y que su padre tenía un buen cargo como “presidente de la Liga de las Naciones en Ginebra, el anticipo de la ONU”. Sin embargo, ese buen pasar económico terminó con la revolución del 4 de junio, en 1943.A partir de allí, se vino la oscuridad y su familia tuvo una etapa de “austeridad”. “Todos los años que pasaron vivimos en un clima austero. Todos trabajamos”, contó en aquella oportunidad. Y destacó que “hacía tejidos y los vendía”. “No eran cosas horribles que solo compra la tía”, recalcó.

De esos años, recordó: “Había una tienda en Uruguay y Santa Fe que tenía especialidades para bebés, tejía una cosa para meter el chico adentro, con lana Santa Inés, y las vendía ahí”.

Pero esta no fue la única tarea que tuvo que realizar para conseguir plata para su familia. De niña ya se inclinaba por las letras y trabajó como traductora de textos. “Cómo sabía varios idiomas empecé a traducir y alguna hermana me corregía los errores”, relató. Y también trabajó en una revista que quedaba “a dos cuadras de casa, se llamaba Gente joven”. “Atendí el teléfono, limpiaba la oficina, pasaba a máquina lo que se escribía a mano, era empleada administrativa”, explicó.

La muerte de Magdalena

"Si hay una voz reconocible de nuestra infancia para todos nosotros, es la voz de Magdalena en la radio", señaló Lanata para contar la triste noticia al aire. A los 87 años, murió una referente de la radiofonía, la televisión y fiel activista de los Derechos Humanos.  Su colega, Jorge Lanata, contó con la destacada cronista, locutora, escritora y traductora como columnista en su programa.

Por su parte, el periodista Pablo Sirvén reveló que en el último tiempo, Magdalena venía con "varios achaques" y que los años de pandemia no fueron sencillos para ella.

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