El director de Medio Ambiente del municipio de Concepción, Fernando Molina, advirtió que el organismo a su cargo solo tiene facultades de labrar actas contra quienes ejecutan acciones en perjuicio del aire que respiran los pobladores. Pero –aseguró- no puede instrumentar sanciones. Señaló a la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia (SEMA) como el único organismo con esas atribuciones.
El funcionario ayer estuvo en el Concejo Deliberante brindando un informe acerca de las acciones que instrumenta con el fin de reducir la polución ambiental a raíz de la quema de cañaverales y la emanación de hollín desde el ingenio La Corona. El encuentro fue impulsado por la comisión de Salud y Medio Ambiente del cuerpo vecinal a pedido de dos organizaciones ambientalistas: Fundación Ave Fénix y Aleph.
Asistieron solo cinco ediles del oficialismo y estudiantes parlamentarios. No estuvieron los del peronismo. “En la fábrica o en las fincas cañeras se labran actas por distintas anormalidades que dañan el medio ambiente y estas son elevadas a la SEMA para su intervención. Nosotros carecemos de una ordenanza que nos faculte a cobrar multas” observó. Molina insistió que el organismo a cargo de Alfredo Montalván es el que, antes del inicio de la zafra, habilita a las fábricas azucareras para su puesta en marcha. “Previamente recibe los estudios de impacto ambiental y otros vinculados con las normas que deben ser controladas” por ese organismo. “Uno también pide informe sobre las condiciones de la fábrica, la visitamos y nos muestran una situación que parece ser normal” aseguró. La contaminación ambiental en “La perla del sur” recrudeció en los últimos días principalmente por el incremento de los focos de incendio de cañaverales, rastrojos y pastizales. El problema no da tregua a los bomberos voluntarios que llegaron a tener hasta seis intervenciones diarias. El drama se agrava con la emanación de hollín desde el ingenio local. La concejala Raquel Nievas defendió a Molina, asegurando que en “La perla del sur” “se hacen muchas cosas en defensa del medio ambiente e incluso la contaminación que se advierte es mucho menor que en otros municipios”.
Promoverán multas
Sin embargo, Gustavo Mahmud, titular de Ave Fénix sostuvo que “aspiramos a que el organismo de control del medio en que se respira no ejerza un papel solo de espectador ante la situación que se vive. La realidad nos demuestra que no es suficiente lo que se hace, sobre todo en lo relacionado con la contaminación de la industria” dijo. “No podemos estar conformes con la realidad que se padece y que conspira contra la salud pública. Si bien hay acciones que se manifiestan en documentos que nos dicen que las cosas están bien, la realidad nos muestra lo contrario”, sostuvo el dirigente. “No hay que negar lo que se ve y pedimos al director que genere más actuaciones. Que vaya a la Justicia en caso necesario. Pues en la medida que las actas queden en la nada, nunca se va a terminar de corregir el problema, al menos dentro del ejido municipal” apuntó, por su parte, Alfredo Risso Patrón, de Aleph.
Compromiso
Los concejales y Molina aceptaron finalmente algunas observaciones y se comprometieron a ponerlas en práctica en la próxima zafra. Dijeron que van a convocar a una reunión a todos los factores de la actividad azucarera con el fin de discutir la problemática y procurar un mayor apego de estos a las normas ambientales en vigencia. El presidente del cuerpo, Gabriel Jiménez (Partido de la Justicia Social) adelantó que se impulsará un proyecto de ordenanza fijando sanciones pecuniarias a los que quemen cañaverales o rastrojos. Al mismo tiempo dijo que se tratará de intensificar los controles de funcionamiento de la fábrica azucarera.
La parlamentaria C. S., estudiante de la Escuela de Comercio “República de Panamá”, dijo haber salido decepcionada con el nivel de discusión que se planteó en la reunión. “No es lo que yo esperaba. Fue bastante decepcionante. Creo que nuestros representantes presentes ahí, no estaban a la altura del debate que se plantea en la sociedad y que tiene que ver con el medio ambiente y la salud pública. Tanto fue así que una de las ediles del oficialismo se la agarró con el profesor con increpaciones que parecían más personales que vinculadas con la defensa del bien común. Gritos, interrupciones y respuestas hostiles. Lamentable” remató la estudiante.