IRLANDA.- En el hospital St. Vincent de Dublín, a una mujer de 66 años le extrajeron 50 pilas que tenía alojadas en su estómago y colon. Aparentemente, la señora se quiso provocar una autolesión ingiriendo las pilas, pero fue salvada por los médicos que la sometieron a una cirugía.
La radiografía que le realizaron a la paciente en el departamento de emergencias del hospital mostró múltiples elementos en su abdomen, que increíblemente no le produjeron ni obstrucción ni daño a su integridad.
Las pilas que la mujer de 66 años ingirió eran AA y AAA, y al acudir al hospital con dolor abdominal y pérdida de apetito fue inmediatamente intervenida.
Su estómago estaba hinchado, y se decidió una cirugía de extracción para las 46 pilas del estómago. Las restantes estaban en el colon y el recto, que fueron quitadas naturalmente.
La paciente tuvo una recuperación sin incidentes, aunque no quieren subestimar las consecuencias posteriores de estas pilas en el organismo.
Los médicos aseguraron que se trató de un método “raro” de autolesión, con potencial de complicaciones graves, que incluyen lesiones en las mucosas, perforación y obstrucción.