San Martín: feliz y distendido

De Muner volvió a brindar una conferencia post partido y se mostró confiado en que su equipo mejorará su rendimiento y llegará entonado al Reducido. “Este triunfo nos ayudará”.

OPTIMISTA. De Muner entiende que haber logrado una victoria tras una semana difícil, ayudará al equipo de cara al final.  OPTIMISTA. De Muner entiende que haber logrado una victoria tras una semana difícil, ayudará al equipo de cara al final. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

Cuando se abrió la puerta que conecta el vestuario local con la sala de conferencia de La Ciudadela, asomó un Pablo De Muner descontracturado, relajado, sonriente. Saludó educadamente y se sentó en una silla en la que hacía mucho tiempo no se sentaba. “Estoy contento por el triunfo, por lo de Mauro (Verón), por la entrega de todo el grupo y por el apoyo de nuestra gente que, otra vez, se sintió muchísimo”, aseguró casi por inercia.

La victoria del sábado no fue nada sencilla para San Martín. Debió esforzarse, transpirar más de la cuenta y pasar algunos malos ratos para asegurar tres puntos que a esta altura del torneo, y tras algunas vicisitudes que se dieron en el último tiempo, cotizan en la bolsa de valores. “Habíamos tenido una semana muy difícil, realmente. El primer tiempo nos costó mucho, demasiado. Los jugadores estaban atados y no podíamos hacer lo que habíamos planeado. No es fácil jugar en este club, en esta cancha y encima luego de la semana que habíamos tenido”, enumeró motivos sobre el bajo rendimiento colectivo que tuvo el “Santo” en la soleada y cálida tarde del sábado. “Lo importante fue que pese a todas las circunstancias que vivimos, todos querían estar. (Hernán) Pellerano pidió concentrar junto al grupo; (Hernán) Lopes jugó desgarrado. Había hablado con él y le había dicho que no hacía falta, pero me dijo que quería jugar sí o sí, e hizo un partido muy bueno junto a (Fernando) González. En este plantel todos tiran para adelante y eso es importantísimo. Que quieran jugar siempre habla de lo comprometido que están”, resaltó.

Con el ascenso de Belgrano ya confirmado (ver aparte), en Bolívar y Pellegrini saben que no pueden fallar más. El “Santo” tiene una bala de plata y debe aprovecharla al máximo. El ascenso que se disputará en el torneo Reducido es la última alternativa que le queda para poder jugar en la Liga Profesional la próxima temporada.

El triunfo fue importante por varios motivos. El equipo debía recuperarse de la imagen que había dejado en su excursión a Campana (uno de los rendimientos más bajos de la era De Muner), necesitaba alejarse de sus inmediatos perseguidores, debía recuperar aunque más no sea de manera provisoria el segundo puesto y quería trasladarle la presión a Instituto.

“El triunfo es muy bueno desde lo anímico, desde el punto de vista mental. Nosotros trabajamos con Marcelo Roffé, quien desde hace un tiempo nos viene ayudando cuando puede, porque ahora está en la selección de Colombia y creo que este resultado nos va a servir mucho y nos seguirá fortaleciéndonos para poder cumplir el objetivo que nos pusimos a principio de año”, dijo el entrenador quien pidió estar más concentración que nunca. “Este es un momento para no bajar la guardia, para estar atentos y para seguir hacia adelante. El grupo está muy bien, pero sabemos que tenemos que mejorar y que debemos tratar de recuperar nuestra mejor versión. Este resultado nos va a servir mucho”, insistió.

Por estas horas, el objetivo está más que claro para San Martín. Llegar segundo a la meta implica quedar a cuatro empates del objetivo; mientras que en caso de finalizar en el tercer lugar, debería sortear una fase más a un partido con ventaja deportiva y de localía. También tendría ventaja hasta semifinales, siempre y cuando en la final no se cruce con el equipo que terminó segundo porque en ese caso estiraría el privilegio hasta la instancia decisiva. “Lo importante es terminar lo más arriba posible. Estuvimos todo el torneo segundos y esperamos terminar en esa posición. Obvio que ya no depende de nosotros, pero los rivales tienen que jugar y veremos cómo actúan bajo la presión del resultado nuestro”, explicó el entrenador que en esta ocasión actuó como un líder: se hizo cargo del desbarajuste de la noche en Campana y dejó en manos de los jugadores el triunfo contra la “Fragata”. “Contra Dálmine había tenido mucha responsabilidad en el resultado; pero en esta ocasión fue todo mérito de los jugadores y del apoyo de la gente”, concluyó un De Muner feliz, que volvió a hablar con la prensa y que espera que su equipo pueda llegar al final del camino con el mismo ímpetu que arrancó la temporada.

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