El empate en Jujuy, sumado a la victoria del domingo de Gimnasia de Mendoza sacudió los cimientos en La Ciudadela. Esa combinación de resultados les hizo vivir una especie de déjà vu a los hinchas. Porque tras estar casi todo el torneo en la segunda posición, San Martín comenzó a perder fuerza en el tramo final; igual que en la temporada pasada, cuando luego de un buen sprint, el empate contra Quilmes y las derrotas con Tigre y Ferro lo dejaron con las manos vacías.
La “debacle” se dio en las últimas cinco fechas en la que el “Santo” sumó varios puntos menos que Instituto y Gimnasia de Mendoza; pero viene de un tiempo atrás. Si se toman en cuenta las últimas 10 fechas, los dirigidos por Pablo De Muner sólo ganaron tres partidos (Güemes, Belgrano y Almirante Brown), empataron cinco juegos y perdieron dos (con San Telmo y Villa Dálmine, dos equipos que durante todo el torneo estuvieron entre los últimos lugares de las posiciones). Sólo consiguió 14 puntos sobre 30, muy poca efectividad para soñar en grande.
¿Cuál fue el punto en el que falló San Martín durante el último tramo? Es difícil encontrar uno; porque da la sensación que el problema es más general que otra cosa.
Pese a haber mejorado un poco respecto a los últimos partidos que jugó como visitante, en la “Tacita de Plata” también se vio un equipo que parece estar quemando sus últimos cartuchos en una carrera que exige estar al 300 por ciento para poder llegar a la meta con fuerzas.
Lo mental es una pata importantísima en el fútbol actual y mucho más cuando los torneos ingresan en etapa de definiciones. Y da la sensación que en eso deberá trabajar a fondo el cuerpo técnico de cara a lo que se viene.
“Anímicamente el equipo está bien. Hasta el gol de ellos habíamos hecho un partido casi perfecto”, dijo el entrenador sobre el tema, minutos después de consumado el decimoquinto empate en 35 partidos.
Pero lo cierto es que cuando la mente no está fuerte, da la impresión que las piernas no responden o que el cuerpo está exhausto; porque según aseguran entendidos en psicología deportiva, el cansancio o la saturación mental, también puede confundirse con bajones en rendimientos físicos.
“Hay que ganar y esperar”, fue el mensaje que el DT comenzó a imprimirles a sus dirigidos de cara al duelo del próximo lunes, contra Flandria. Porque para terminar tercero no le alcanza sólo con sumar de a tres; también necesita que el “Lobo” mendocino no gane en Villa Crespo ante un Atlanta que ya está pensando en el próxima temporada.
Pero para lograr el primer paso y poder llegar con otros aires al Reducido, es clave que De Muner y compañía apuntalen otros aspectos.
Está claro que lo futbolístico es crucial y que San Martín necesita de ello para poder soñar en grande; pero también debe hacerse fuerte desde lo mental.
A Belgrano, pese a no haber jugado un gran partido desde lo futbolístico, lo venció con ganas, con enjundia, con carácter, con fuerzas, con convencimiento, dejando hasta la última gota de sudor en el campo. Pero después de ese partido, no fue capaz de sostener ese rendimiento y sólo sumó cuatro puntos sobre nueve posibles. Por eso, fortalecer la “cabeza” debe ser una prioridad durante lo que resta del torneo.
Le queda la última bala y no debe desaprovecharla porque, de lo contrario, todo el esfuerzo de la temporada será en vano.
Todo confirmado
Por la fecha 37, San Martín recibirá a Flandria el lunes desde las 15. El resto: Mitre-Alvarado, Brown (A)-Almirante Brown y Ferro-Almagro (viernes); Guillermo Brown-Belgrano, San Martín (SJ)-San Telmo, Agropecuario-Morón, Quilmes-Maipú, Chacarita-Dálmine, Rafaela-Riestra y Estudiantes (BA)-All Boys (sábado); Defensores de Belgrano-Gimnasia (J) (domingo); Independiente Rivadavia-Chicago, Atlanta-Gimnasia (M), Sacachispas-Estudiantes (RC), Instituto-Deportivo Madryn, Santamarina-Güemes y Tristán Suárez-Temperley (lunes).
Difícil, pero tiene una chance más
Instituto cayó 1-0 a manos de Deportivo Morón, por lo que San Martín aún puede aspirar al segundo puesto en la última fecha. La “Gloria” quedó con 65 puntos contra 64 de Gimnasia (M) y 63 del “Santo”, por lo que el equipo de De Muner debe ganar y esperar que los otros no sumen para no depender de la diferencia de gol.