05 Octubre 2022
TENSIÓN. El enfermero Andrés Quiroga se toma el rostro en el debate.
“No estamos conformes con la pena que se le aplicó y por esa razón vamos a apelar la sentencia”, señaló Carlos Garmendia, representante legal de la familia de Lisandro Bravo, el cantante de hip hop que fue asesinado el año pasado y por el que un enfermero terminó siendo condenado a 14 años de prisión.
El 5 de diciembre de 2021, alrededor de las 4 de la madrugada, Bravo regresaba a pie de comprar cigarrillos junto a un amigo hacia la casa de este último, ubicada en calle Eugenio Méndez al 200 del barrio San Cayetano.
Iban caminando por calle Anselmo Rojo. Cuando doblaron por Fleming, se les aproximó una moto con dos sujetos a bordo, mientras que de un domicilio salió el enfermero Andrés Cesar Quiroga con un arma de fuego.
Por temor a ello, la víctima y su amigo corrieron y el imputado se paró en la esquina de Anselmo Rojo y Fleming, apuntó con una pistola 9 milímetros y disparó impactando un proyectil en el hombro izquierdo de Bravo, provocándole lesiones que minutos después causaron su fallecimiento.
“A lo largo del debate se demostró lo que pasó esa noche. No hay dudas de que fue una ejecución de dos chicos que no hicieron más que caminar por la cuadra donde se encontraba esta persona”, razonó el querellante en una entrevista con LA GACETA.
El proceso
El caso fue investigado por el fiscal Ignacio López Bustos que sumó pruebas en contra del imputado, al que acusó de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Entre las partes llegaron a un acuerdo para que el caso se cerrara a través de un juicio abreviado.
En una audiencia que se desarrolló el 3 de junio pasado, la jueza Carmen Rosa López aceptó el convenio al que arribaron todas las partes luego de que Quiroga se declarara culpable. Como lo establece el nuevo código procesal, hubo un acuerdo previo para que en otro debate se definiera la pena que se le aplicaría al enfermero.
López Bustos solicitó que se lo condenara a 20 años de prisión, mientras que el querellante Garmendia solicitó que la pena fuera de 30 años. En tanto que el defensor del enfermero, Javier Morales, solicitó que fuesen 11.
La jueza Isabel de los Ángeles Méndez resolvió aplicar una sentencia de 14 años, dictamen que será impugnado por la familia de la víctima.
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