El paro de UTA de la próxima semana quedó en suspenso

Habrá otra reunión el martes y allí el gremio definirá su postura

HABRÁ SERVICIO HASTA EL MARTES. Si no llegan a un arreglo, el paro podría ser de miércoles a viernes. HABRÁ SERVICIO HASTA EL MARTES. Si no llegan a un arreglo, el paro podría ser de miércoles a viernes. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
15 Octubre 2022

El paro de colectivos afectó a gran parte del interior del país el miércoles y jueves pasados, mientras la amenaza de una nueva huelga -esta vez de 72 horas- para la próxima semana quedó latente, de acuerdo con lo expresado por el sindicato de choferes. De allí que el Ministerio de Trabajo haya convocado ayer a un encuentro en el que participaron representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap). La reunión pasó a un cuarto intermedio hasta el martes, cuando empresarios y trabajadores volverán a dialogar. Hasta ese momento el compromiso de los choferes es mantener en funcionamiento el servicio.

El encuentro se realizó de manera virtual, para garantizar la participación de representantes del interior del país de ambas partes. Por parte de UTA, participaron el secretario General, Roberto Fernández, y el secretario del Interior, Jorge Kiener, asistidos por el abogado Carlos Lucero. En representación del sector empresarial hubo varios presentes, entre ellos Daniel Orell, presidente de Aetat (Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán).

Siguiendo la línea de los últimos encuentros, no se pudo llegar a un acuerdo. Por parte de UTA, el reclamo sigue siendo una actualización salarial. “Nos quieren calificar en el interior como trabajadores de segunda, demostrando la falta total de compromiso con el sector, sin asistir a las distintas audiencias a las que se los ha invitado. Por ello, atento la falta de acuerdo, ratificamos el estado de alerta, e informamos que de no suscribirse el acuerdo que los trabajadores necesitan y merecen, se profundizarán las medidas de acción gremial”, planteó el sindicato.

Por su parte, desde Fatap expresaron: “como parte de las incontables gestiones que se vienen realizando para obtener los fondos necesarios para atender el reclamo legítimo reclamo de los trabajadores, se ha puesto en conocimiento de los Gobiernos provinciales el costo que supondría en materia salarial afrontar la presente paritaria desde el mes de septiembre hsta diciembre de 2022”.

A su vez, los empresarios explicaron: “les hemos indicado que es imprescindible que se efectúen aportes adicionales del orden de los $17 millones, por vía de aportes nacionales o de las jurisdicciones provinciales o municipales, sin los cuales es imposible firmar ningún acuerdo salarial”.

Ambas partes, además, solicitaron la presencia de funcionarios nacionales, en la figura de representantes del Ministerio del Interior, del Ministerio de Transporte, y de Cofetra (el Comité Federal de Transporte).

Teniendo en cuenta esta imposibilidad de acordar es que se tomó la decisión de disponer un cuarto intermedio. El próximo martes habrá una reunión, que se realizará de manera presencial. UTA garantizó que, al menos hasta ese día, no realizarán nuevos paros. Luego de ese encuentro se definirá si habrá una nueva medida de fuerza, que podría llegar a durar 72 horas, entre miércoles y viernes de la próxima semana.

La postura de Aetat

La reunión se va a realizar de manera presencial en Buenos Aires. De Tucumán va a viajar Daniel Orell, que también es vicepresidente de Fatap”, anticipó Jorge Berreta, vicepresidente de Aetat.

“Para ese encuentro esperamos que se den las mismas soluciones que tuvo el AMBA. Realmente, el sector empresario más esfuerzo no puede hacer, está imposibilitado de firmar un acuerdo paritario, ya que es incumplible en estas condiciones -remarcó Berreta-. También esperamos que se ponga un poco de justicia en la distribución asimétrica de las compensaciones tarifarias, que están centralizadas en el AMBA y perjudican a todo el sistema de transporte del interior”.

‘’Hay empresas pymes que están fundidas; hace cinco años que no pueden renovar una unidad por el constante déficit, producto de esta asimetría en la distribución, y de una inflación constante y galopante, que afecta al sector, que tiene todos los insumos dolarizados”, remarcó el vicepresidente de Aetat.

“Si bien el reclamo de los trabajadores es legítimo, en esta economía raquítica, donde no se cubren los costos, es imposible afrontar un aumento salarial, por lo cual sería una irresponsabilidad firmarlo”, sentenció Berreta, sobre la postura empresaria.

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