Noelia Soledad Sosa se quitó la vida luego de que no le tomaran una denuncia por violencia de género en Trancas. La noticia impactó con fuerza en Tucumán y en todo el país. La joven, de 30 años, se presentó en la dependencia policial de esa localidad con una amiga el domingo al mediodía.
Según contaron sus familiares, los efectivos que estaban en el lugar primero se negaron a tomarle la declaración y luego se negaron a brindarle protección cuando les avisó a los uniformados que su pareja, Sebastián Balegno, se encontraba en la puerta de la dependencia.
Ahora, con el correr de las horas, se van conociendo nuevos detalles de por qué tomó esa decisión. A la carta que dejó la víctima, en la cual se despedía de su familia, se conoció la declaración que le hizo en las últimas horas a la Policía una de sus mejores amigas. Se trata de Cintia Elizabeth Álvarez, quien en sus palabras aporta datos reveladores.
"Los motivos de mi denuncia son para informar que soy la persona que estuvo con ella en el momento que se presentó en esta dependencia policial para radicar la denuncia en contra de Sebastián Balegno, por que según lo que me contó Noelia, éste le había pegado una cachetada y la agarró de los pelos. Ella reaccionó y lo rasguñó; todo comenzó en la casa de su pareja, donde también estaban presente las hermanas del hombre", arranca la denuncia.
Y continúa: "Sucedió cuando Noelia encontró en el teléfono de Sebastián varios mensajes de otras mujeres y también había fotos intimas; ella pasó esa información a su teléfono y Sebastián se molestó y le rompió el celular. Ante esta situación, me pidió que la acompañe a esta dependencia donde llegamos como a las 14.45, aproximadamente. Una vez acá, los empleados le pidieron que aguarde hasta que llegara un oficial que traían de San Pedro o que regresara más tarde. Noelia decidió irse para evitar cruzarse con Sebastián, con quien tenía una relación amorosa. Cuando volvimos a mi departamento comenzó a llorar. Tomamos un té y conversamos unos minutos".
Luego, continúa: "En mi departamento Noelia se comunicó desde mi celular con su cuñado. Lo hizo junto al oficial Campero, quien se presentó para atender el conflicto. Allí charló varios minutos con él, contándole todo lo que le había pasado. Tras la conversación telefónica con su cuñado se contuvo mucho y se tranquilizó. Luego me dijo que no quería denunciarlo a Sebastián y que sentia vergüenza. Seguimos hablando de otros temas y como a las 16.20 se fue a su departamento, que está en el mismo edificio donde vivo"
"Cuando se fue de mi casa, bajó y se fumó dos cigarros. La noté tranquila; me pidió una lapicera, volvió minutos después y me dejó la birome en la mesa. Antes de retirarse me manifestó que estaba muy cansada de todo. Nos despedimos y un rato después me enteré por su hermana que se había quitado la vida. Quiero hacer constar que hace tiempo que no la veía bien a Noelia. Ella se encerraba sola y no quería hablar con nadie; tenía problemas con su madre a quien le había entregado sus dos hijas, de siete y nueve años. Se notaba que ella no estaba bien emocionalmente. Su madre siempre me preguntaba a mí qué es lo que le pasaba a Noelia, porque la sentía rara, aduciendo que había abandonado a sus hijos", expresó por último a la Policía su amiga.
La investigación
“Parece mentira que en los tiempos que vivimos se registre un caso de violencia institucional tan grave como este”, razonó el fiscal Carlos Sale en una entrevista con LA GACETA. El investigador aclaró que no hay ningún indicio de que se haya tratado de un femicidio. “El médico de Policía confirmó que la joven no tenía lesiones a simple vista y por eso recomendó la entrega del cuerpo para su inhumación. También tenemos la carta que ella dejó; quedaron aclaradas varias cuestiones”, destacó.
Sin embargo, Sale descartó que el expediente se haya cerrado. Anunció que esperará que le envíen todas las actuaciones realizadas por la Policía para remitir una copia a la Unidad Fiscal de Violencia de Género para que investiguen a Balegno, que es un reconocido productor rural de la zona, y otra a la Unidad Fiscal de Delitos Complejos para analizar si no corresponde acusar de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos a los efectivos de la comisaría de Trancas.
“A partir de la Ley Micaela todos los empleados públicos tienen la obligación de actuar con perspectiva de género y con mayor razón un efectivo de la fuerza policial que está en una Unidad de Operaciones, aunque no esté el oficial de turno. Se habla en estos tiempos de la violencia institucional que aparece cuando han sido hostiles con la víctima o con quienes requieran la participación de la institución y esta no responde”.
Sanciones
El caso trajo sus inmediatas consecuencias. Por orden del ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, cinco policías fueron removidos de la comisaría para que no hubiera problemas con la investigación. Por su parte, el jefe de la Unidad Regional Norte, Joaquín Girveaux, con instrucciones del jefe de Policía, Julio Fernández, puso en disponibilidad a dos efectivos (serían los que atendieron a Noelia) y evalúa la actuación que tuvieron los otros tres para determinar si también deben ser separados de la fuerza.
Ayer por la tarde los habitantes de Trancas volvieron a realizar una manifestación por las calles de esa ciudad reclamando justicia por la joven. En esta oportunidad, la manifestación fue más pacífica que la que se realizó el lunes por la noche.