Cavallo: “El actual gobierno está pagando los costos de no tener un plan de estabilización”

En el Foro de Federalismo y Libertad, junto a Prat-Gay señalaron que la próxima gestión recibirá un cúmulo de materias pendientes en la economía.

LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ

En la Argentina no habrá un plan de estabilización económica hasta tanto la política entienda de que es necesario un consenso  duradero en el tiempo, que atraviese los procesos electorales, y que permita –además- recuperar la credibilidad de un país que aprendió a vivir en crisis. Y la receta no es algo mágica, sino de sentido común: una economía abierta, en el que el Estado no se inmiscuya tanto en el sector privado, que le brinde libertad en un contexto de un sector público disciplinado, tal como lo postuló Juan Bautista Alberdi  en su régimen económico y rentístico. Aquellas enseñanzas bien pueden servir de bases para enderezar el rumbo económico actual. En eso coincidieron ayer el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo (durante la gestión presidencial de Carlos Menem y de Fernando de la Rúa), y el ex titular de Hacienda de la administración de Mauricio Macri, Alfonso Prat-Gay.

Los conceptos fueron lanzados durante el panel en el que los economistas debatieron acerca de los planes de estabilización, moderado por la directora de Políticas Públicas de la Fundación Federalismo y Libertad, María José Romano Boscarino, en el marco del Foro por el décimo aniversario de esa entidad, que se desarrolla en el Hotel Sheraton de esta ciudad.

En un auditorio colmado, Cavallo y Prat-Gay recordaron al ex presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, cuando hablaron de una clave para propiciar un encuentro multisectorial para sacar a la Argentina adelante y, a la vez, que la sociedad entienda que el esfuerzo es necesario. Cardoso decía que “gobernar es explicar, explicar y explicar”. “Eso es fundamental para cualquier política de gobierno”, subrayó el mentor de la Convertibilidad. Prat-Gay tomó la posta y consideró que aquella enseñanza del brasileño no fue captada por el macrismo en los primeros años en el que corrigió ciertos desfases económicos, que no fueron capitalizados políticamente porque la sociedad no comprendió el grado de dificultad que tenían. Y a esa enseñanza la complementó con una frase del premier británico Tony Blair para explicar lo que sucede con cada administración que ha gobernado el país. “Un mandatario asume con el máximo nivel de popularidad y con el mínimo nivel de capacidad. Y cuando se va, generalmente lo hace con un mínimo nivel de popularidad y el máximo de capacidad”, había expresado el  líder del Partido Laboralista. “Tal vez eso no fue capitalizado por Macri en su momento, pero no cometió tantos errores como las barbaridades que ha realizado este engendro de gobierno actual (a cargo del presidente Alberto Fernández”, resaltó Prat-Gay.

Respecto de los planes de estabilización cada uno de los economistas ha dado una señal clara de que la política no logra entender ni comprender lo que significa hacer sacrificios por el bien general.

¿Qué dijo Cavallo? “El Gobierno actual está pagando los costos de no tener un plan de estabilización. Se opone al ajuste pero, ¿qué más ajuste que una inflación que va in crescendo y que le quita el poder adquisitivo a la gente? Hay pujas sectoriales por doquier. No funciona la narrativa de que vendrá un gobierno con un ajuste bajo el brazo y que el actual no lo hace; eso es una gran mentira. Para gobernar el próximo período, que estoy seguro que ganará el candidato de Juntos por el Cambio,  seguramente se necesitará el apoyo de Javier Milei (líder de La Libertad Avanza), que arrastrará no menos de 20 diputados”, afirmó. Y agregó: “por más que sea agresivo, no lo tienen que tratar mal, porque lo van a necesitar”. Ésta última frase levantó los aplausos de los presentes.

¿Qué dijo Prat-Gay? El ex diputado contestó con una ironía: “prefiero que me corran por derecha y no por izquierda”. El ex ministro macrista advirtió, no obstante, que la herencia que dejará la gestión del Frente de Todos será técnicamente compleja, como por ejemplo los desequilibrios de los precios relativos. Además, el Gobierno que asuma deberá corregir las tarifas, el tipo de cambio y las consecuencias que la inflación ha causado en el salario real, uno de los más bajos de la historia. Prat-Gay señaló que esos deberes son ineludibles, pero para poder cumplirlos, la política deberá a pelar a algo que no sobra: la generosidad para definir un plan perdurable y que pueda cumplirse. “Estamos en un lugar en el que la oposición, por caso, está más preocupada por el cargo, en  el que los dirigentes miran más si van a ser candidatos y luego elegidos, en vez de pensar en las acciones que se requieren para poner de pie a Tucumán, en particular, y a la Argentina, en general”, fundamentó. Esa fue otra de las exposiciones  más aplaudida en la sala de convenciones del Sheraton.

Otro de los momentos de mayor concentración del auditorio fue cuando Cavallo trazó algunas similitudes entre lo que pasó antes de la hiperinflación de la década de 1980 y el proceso actual. Recordó que el ex presidente Raúl Alfonsín tenía un buen equipo económico encabezado por Juan Vital Sourrouille, pero en aquel entonces el ala política resistió el plan económico. “En la actualidad –continúa-, no hay equipo económico y no entienden nada del instrumental que tienen que manejar”. El economista cordobés fue más allá al decir que la actual vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, al recomendar el libro “Economía a contramano” de Alfredo Zaiat, lo consideró como una biblia económica. “Lo leí y era lo que Axel Kicillof (ex ministro de Economía) le recomendaba a ella y con ese pensamiento se educó para no salir adelante y resolver los problemas”, manifestó. Rememoró, a la vez, que Néstor Kirchner, en cambio, lo consultaba a él cuando aún era gobernador de Santa Cruz. “Por eso no cometió tantos errores como las barbaridades que comete este engendro de gobierno que han logrado”, ironizó. Al cerrar su concepto, Cavallo señaló que aquellos “economistas –muchos de ellos están en la oposición- que quieren armar un programa (y hay varios buenos que lo hacen incluyendo a Alfonso, dijo), tienen la tarea de educar a la dirigencia política, para evitar el problema que tuvo Cristina en economía por la educación que recibió de Kicillof”.

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