Caso Espinoza: “Todo el pueblo lo buscaba; traté de ayudar”

El delegado de Villa Chicligasta habló sobre la búsqueda del cuerpo. Contó sobre la vida en El Melcho, las cuadreras y la asistencia del Estado

AUDIENCIA MIXTA. El testigo Castro (arriba, a la izquierda) habló ante un juez, los otros oían por Zoom. AUDIENCIA MIXTA. El testigo Castro (arriba, a la izquierda) habló ante un juez, los otros oían por Zoom.

“Armamos un grupo de búsqueda con la gente del pueblo y comenzamos a buscar a Luis (Espinoza) en la zona del embalse, al este de la provincia. Desde mi función intenté colaborar en todo lo que se pudo”, explicó el delegado comunal de Villa Chicligasta, Mario Castro, quien fue citado a declarar como testigo en el juicio por el crimen de Espinoza. La madre y la viuda de la víctima habían declarado que el funcionario fue uno de los primeros en colaborarles.

Espinoza fue asesinado de un disparo en el omóplato el 15 de mayo de 2020 en El Melcho (Simoca) tras un operativo para suspender una carrera cuadrera. Los asesinos luego arrojaron el cuerpo en el límite con Catamarca. Por el hecho están siendo enjuiciados los policías Rubén Héctor Montenegro, José Alberto Morales, Claudio Alfredo Zelaya, René Eduardo Ardiles, Gerardo Esteban González Rojas, Mirian Rosalba González, Carlos Lisandro Romano, José María Paz, Víctor Manuel Salinas; el vigía Héctor Fabio Villavicencio y el civil Álvaro Gonzalo González.

Castro contó que ese día Gladys Herrera, la madre de Espinoza, lo llamó y le contó que su hijo no había vuelto a casa. El delegado acompañó a la familia a denunciar la desaparición en la comisaría de Monteagudo, comuna a la que pertenece El Melcho. “Esa noche había algunos vecinos buscándolo. Al día siguiente ya era gran parte del pueblo. Con el intendente (de Simoca) nos ocupamos de colaborar con suministros para que la gente coma. Primero mandamos fiambres y pan porque eran muchas personas. Algunos iban en lanchas buscando en el embalse. Después se sumó personal de la Fiscalía”, explicó Castro.

Los defensores preguntaron por qué los Espinoza tenían más afinidad con él si El Melcho corresponde a otra comuna. El delegado explicó que Luis y Gladys habían trabajado para él en las campañas. También aclaró que Villavicencio también trabajó en su comuna años atrás y que conocía a Salinas porque era de esa zona. “Si bien pertenecen a Monteagudo, la gente de El Melcho viene a Villa Chicligasta porque les queda más cerca cruzar el río para venir al CAPS, al dispensario o a la escuela. Si tienen una emergencia, en la comuna tenemos una ambulancia”, explicó. También precisó que invierten $ 250.000 mensuales en traslados a nosocomios y centros de diálisis de Concepción y la capital.

Las defensas le pidieron que contara sobre las carreras cuadreras en el sudeste de la provincia. “Ya casi no hay carreras cuadreras. Están prohibidas en Villa Chicligasta. Sí están autorizadas en Atahona y Monteagudo”, indicó.

También le consultaron si luego de que se revelara el crimen el Estado no ayudó económicamente a los Espinoza. “En la comuna siempre estuvimos a disposición de la familia. Luego, a través del vicegoberandor Osvaldo Jaldo les aportamos para que pudieran hacer unas modificaciones edilicias en su casa, para los chicos. También les brindamos una cocina y una heladera”, respondió el funcionario.

Por último, las partes indagaron sobre la búsqueda en Alpachiri, donde encontraron el cuerpo. “Fuimos en una Trafic junto a la familia y algunos vecinos. Muchos de los que habían buscado en el embalse también vinieron, pero cuando llegamos no los dejaron pasar porque es una zona de cerro y era peligroso. A mí me dejaron pasar junto con los familiares. Vimos que los Bomberos trabajaban con cuerdas para bajar en medio de la niebla. En un momento se despejó y un hombre avisó que había encontrado algo: era el cuerpo de Luis”, describió Castro.

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