11 Noviembre 2022
A más de 100 años de distancia de la “Gran Guerra”, en la mañana del 11 de noviembre de 1918, la historia Universal dio un vuelco, y tras 4 años de largos y duros combates, ese día a las 5:20 de la mañana, en un vagón de tren en los bosques de Compiegne, Francia, se firmó el armisticio y rendición del Imperio Alemán ante los Aliados. Fue el fin de la 1° Guerra Mundial, cese completo de las hostilidades y entró en vigor a las 11 horas del día 11 del mes 11. Un conflicto que dejó 20 millones de muertos entre civiles y militares. El escritor alemán Erich Paul Remark, cuyo seudónimo era Erich Maria Remarque, decidió escribir la célebre novela antibélica “Sin novedad en el frente” ya que había sido combatiente en ella y es más, gran parte de la obra la relata estando internado recuperándose de heridas de guerra. Publicada en 1929, fue llevada a la pantalla cinematográfica en varias oportunidades: la primera adaptación en 1930 y recibió el Oscar a la mejor Película; en 1979 la segunda, y en la actualidad la buena versión alemana que se puede ver en una de las plataformas. Muestra en ella el horror de la guerra cuerpo a cuerpo en su máxima expresión y la guerra de trincheras, y es un regreso a los clásicos con fuerte mensaje antibelicista en la que queda evidenciado el verdadero rostro de la 1° Guerra Mundial. Si uno lo piensa: horror como lo es cualquier otra guerra sobre el planeta, inclusive la actual, dada por la invasión de Rusia a Ucrania, en la que se ocasionan la muerte y la desolación en la gente mientras los jerarcas que la planificaron dirigen cómodamente las operaciones lejos del dolor. Decía Gandhi: “No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.
Juan L. Marcotullio
marcotulliojuan@gmail.com
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